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Hoy que danza en mi cuerpo la pasión de Paolo
y ebrio de un sueño alegre mi corazón se agita:
hoy que sé la alegría de ser libre y ser solo
como el pistilo de una margarita infinita:

oh mujer -carne y sueño-, ven a encantarme un poco,
ven a vaciar tus copas de sol en mi camino:
que en mi barco amarillo tiemblen tus senos locos
y ebrios de juventud, que es el más bello vino.

Es bello porque nosotros lo bebemos
en estos temblorosos vasos de nuestro ser
que nos niegan el goce para que lo gocemos.
Bebamos. Nunca dejemos de beber.

Nunca, mujer, rayo de luz, pulpa blanca de poma,
suavices la pisada que no te hará sufrir.
Sembremos la llanura antes de arar la loma.
Vivir será primero, después será morir.

Y después que en la ruta se apaguen nuestras huellas
y en el azul paremos nuestras blancas escalas
-flechas de oro que atajan en vano las estrellas-,
¡oh Francesca, hacia dónde te llevarán mis alas!
Como el arco de oro y grana
Dosel del erguido monte,
Que en el azul horizonte
Abre paso a la mañana;
Así de mi edad temprana
En la ignorancia atrevida,
Miró el alma conmovida
Gloria, fe, sueños dorados,
Arreboles agrupados
En la puerta de la vida.

  Y tras los blancos crespones
Que el sol de la fe bañaba,
Absorta el alma escuchaba
Rimas, trovas y canciones;
Misteriosas vibraciones
Brotadas de ignota lira,
Frases que el viento suspira,
Fantasmas que en esa edad,
Engendran luz y verdad
En la sombra y la mentira.

  ¡Cuán bello cruza el amor
Luciendo brillantes galas,
Y reflejando en sus alas
De la aurora el resplandor!
Y cómo al dulce calor
De aquella edad venturosa,
Puede el alma cariñosa
Mirar, sin esfuerzo vano,
En cada amigo un hermano,
Y un ángel en cada hermosa.

  Por esa luz encantada
Alumbrado el porvenir,
Sueña el alma con vivir
En una eterna alborada.
Se refleja en la mirada
Del corazón la pureza,
Y no empañan la belleza
De nuestro azul firmamento,
Sombras de remordimiento,
Crepúsculos de tristeza.

  Y como estrellas errantes
En constante torbellino
Alumbran nuestro camino
Las ilusiones brillantes:
Nobles amigos constantes;
Mujeres tiernas, fieles;
Nuestro nombre los cinceles
Eternizando en la historia,
Y en todas partes la gloria
Ofreciéndonos laureles.

  Sin sospechar la perfidia
Ni el mal, ni el rencor profundo,
Sin advertir que en el mundo
Vive y se agita la envidia;
Sin adivinar que lidia
El crimen con la inocencia;
Sin pensar que la existencia
Es lucha en la que, cobarde.
Acude inútil y tarde
A salvarnos la experiencia.

  Así el arco de oro y grana
De la puerta de la vida
Cruza el alma enternecida,
Con sus ensueños ufana;
Y tras la primer mañana
De ilusiones y de encanto,
Mira descorrerse el manto
Que ocultó sombras y abrojos
Y enturbia entonces los ojos
La amarga nube del llanto.

  Esas lágrimas que ciegan,
¡Con cuánto dolor se lloran!
Y cuando no se evaporan,
Otras a alcanzarlas llegan:
Llanto nuestros ojos riegan;
Y tras de tanto sufrir
Pensando en lo porvenir,
Viénense al fin a negar,
Las pupilas a llorar
Y el corazón a sentir.

  Y sin fe, sin esperanza,
El alma ve con temor
La traición en el amor,
En la amistad la asechanza;
Sin ilusiones avanza;
Abrojos tan sólo pisa
Y para marchar de prisa,
Cual sueña su amor profundo,
Lleva al carnaval del mundo
El antifaz de la risa.

  Pero en ese carnaval
Víctimas somos también
Que vamos mintiendo el bien,
Cuando alentamos el mal.
Ruge en el pecho, fatal,
De las penas la tormenta,
Y busca el alma sedienta
Algo que su mal mitigue,
Y la envidia la persigue,
Y la calumnia la afrenta.

  ¿Y es ésta la vida? ¿Es esto
Cuanto el porvenir encierra?
¿No hay un consuelo en la tierra
Para el destino funesto?
¿Tan presto vuelan, tan presto
Las ilusiones? ¿será
El desierto más allá...?
¿Para la razón escasa
Todo vuela, todo pasa,
Todo se muere y se va?

  Si se aumenta con los años
Tan espantosa aridez,
¿Qué nos queda en la vejez,
Tras de tantos desengaños?
Por males propios y extraños
Secándose el corazón;
Muertas la fe y la ilusión,
El cuerpo débil y enfermo
Y alumbrando un campo yermo
El astro de la razón.

  Sigamos con firme paso
Por esta ruta sombría,
Mientras el sol cada día
Va del Oriente al Ocaso.
Cual la flor deja en el vaso
Su perfume, en nuestra historia
Dejemos una memoria;
Tornemos en risa el duelo...
Sufrir sin pedir consuelo,
Es la verdadera gloria.
No acaba aquí la historia.
Esto es sólo
una pequeña pausa para que descansemos.
La tensión es tan grande,
la emoción que desprende la trama es tan
intensa,
que todos,
bailarines y actores, acróbatas
y distinguido público,
agradecemos
la convencional tregua del entreacto,
y comprobamos
alegremente que todo era mentira,
mientras los músicos afinan sus violines.
Hasta ahora hemos visto
varias escenas rápidas que preludiaban muerte.
conocemos el rostro de ciertos personajes
y sabemos
algo que incluso muchos de ellos ignoran:
el móvil
de la traición y el nombre
de quien la hizo.
Nada definitivo ocurrió todavía,
pero
la desesperación está nítidamente
dibujada, y los intérpretes
intentan evitar el rigor del destino
poniendo
demasiado calor en sus exuberantes
ademanes, demasiado carmín en sus sonrisas
falsas,
con lo que -es evidente- disimulan
su cobardía, el terror
que dirige
sus movimientos en el escenario.
Aquellos
ineficaces y tortuosos diálogos
refiriéndose a ayer, a un tiempo
ido,
completan, sin embargo,
el panorama roto que tenemos
ante nosotros, y acaso
expliquen luego muchas cosas, sean
la clave que al final lo justifique
todo.
No olvidemos tampoco
las palabras de amor junto al estanque,
el gesto demudado, la violencia
con que alguien dijo:
                                  «no»,
                                            mirando al cielo,
y la sorpresa que produce
el torvo jardinero cuando anuncia:
«Llueve, señores,
llueve
todavía».
Pero tal vez sea pronto para hacer conjeturas:
dejemos
que la tramoya se prepare,
que los que han de morir recuperen su aliento,
y pensemos,
cuando el drama prosiga y el dolor
fingido
se vuelva verdadero en nuestros corazones,
que nada puede hacerse, que está próximo
el final que tememos de antemano,
que la aventura acabará, sin duda,
como debe acabar, como está escrito,
como es inevitable que suceda.
-Pluma, las musas de mi genio autoras
versos me piden hoy. ¡Alto, a escribillos!
-Yo sólo escribiré, señor Burguillos,
éstas que me dictó rimas sonoras.
-¿A Góngora me acota a tales horas?
Arrojaré tijeras y cuchillos,
pues en queriendo hacer versos sencillos
arrímese dos musas cantimploras.
Dejemos la campaña, el monte, el valle,
y alabemos señores. -No le entiendo.
¿Morir quiere de hambre? -Escriba y calle.
-A mi ganso me vuelvo en prosiguiendo,
que es desdicha después de no premialle,
nacer volando y acabar mintiendo.
Caminen a mi lado

Desenvuélvanse conmigo

Abran su ojos y observen a su alrededor

Sientan como me brotan las palabras del pecho

Ustedes me hacen feliz

Me hacen sentir humana

Hay cosas que a veces dañan

Pero siempre existe un alma que llega y repara

Y no solo hablo de una

Sino de todas



Hablo de las personas sencillas

Las que se detienen a oler las flores

Las personas que aman a los demás a veces más que a sí mismos

Los que se dan  a pedazos todos y cada uno de los días



En esta vida hemos besado demasiados labios

Hemos abrazado gente que ahora ni un hola nos da

Hemos derramado palabras

A personas que no merecían siquiera saber los secretos del universo

Hemos compartido espacio con personas que solo se preocupaban por su propia satisfacción mental y emocional

Y nos hemos convertido en algo frágil.



Pero hemos aprendido o amenos yo si

Que no porque ames te amaran

Que no porque digas la verdad significa que no te van a mentir

Que aunque des lealtad siempre habrá traición

Que los amigos vienen y van

Que aunque perdones aun existirá el rencor



La humanidad es tan compleja

Te puede arrancar de tus sueños

Y llevárselos con el viento

Pero como he aprendido de lo brutal sé que también la vida me va asombrar

Y yo creo en el amor

En que no importa que mi forma de expresarme sea explosiva

Siempre habrá alguien que sienta lo mismo que llevo en mi ser

Porque después de todo no somos tan diferentes



Creo en la honestidad

En la lealtad

Creo en las buenas almas

En soñar

Como de niños solíamos hacerlo

Creyendo que seriamos reyes, princesas, doctores etc…



Hay que recordar al despertar

Lo que nos ayudó a crearnos

Y luchar hasta la cima llegar

Pero siempre con humildad.

Hasta encontrar el sentido de aquello que nos transmite luz…

De aquello que nos transmite vida.



Que nunca se pierda la creatividad, La felicidad, La paz

Y la aceptación

Para aprender a disfrutar todo lo que la vida aún tiene escrito para nosotros

Sin que exista el arrepentimiento

Pero que si exista el perdón para no cargar con enojo.



Porque no siempre obtenemos lo que deseamos

A veces, tenemos que esperar

Quizás por mucho tiempo

Y esta en uno si crecemos o nos vamos en la agonía durante el proceso.



E pasado los últimos meses

Cuestionando mí camino

En donde estoy ¿

Hacia dónde voy?

En si las decisiones que tomo son las correctas?

Me pregunto a cuantas personas e herido

Me pregunto cuántas oportunidades e desaprovechado

Y me pongo triste y me enojo,

Es un caos

Pero entiendo que todo tiene su porque

Y que hay cosas que están fuera de nuestro alcance

Que las cosas que están destinadas a la destrucción, caerán.

Y que hay emociones que no volveremos a experimentar.



Mejores y peores cosas vendrán

Y el alma y mente abiertas deben estar

Para seguir creciendo

Seguir aprendiendo

Que no todo será dulce

Nos vamos a perder y que talvez no habrá nadie que nos encuentre



Aprendamos a abrochar nuestras propias cintas

A abrir nuestras propias puertas

Ya que no siempre habrá alguien que lo haga por nosotros

Hay que tratar de aprender algo nuevo día con día

Sea una nueva palabra

Un nuevo pasó de baile

Pero aprendamos algo

Sin desaprovechar nada

Porque entre más crecemos más extrañaremos las pequeñas cosas

Y aprenderemos que a veces lo más sencillo es lo más llenador



Dejemos de aceptar todo lo que venga con tal de no sentirnos vacíos

Merecemos las cosas y personas con las que terminemos



Así que unámonos en esto y seamos felices por El HOY .

Cada uno de ustedes es una pieza en mi rompecabezas

Cada uno con diferentes orillas pero en una misma unión .



La vida no se detiene por nadie cuando menos piensas

Aquello que llamas presente

Forma parte del pasado

En cuestión de solo un segundo.



Porque es mejor haberlo hecho

A decir [casi] lo hice

Como dice Celia [la vida es un carnaval] y hay que disfrutarla

Mi mayor meta es ser feliz y vivir

Y no solo existir.

Mi cuerpo es un Jardín, en cada una de mis ramas  esta mi gratitud

Gracias es el mayor poema que llevo dentro de mí



Por ustedes, por mí, y por toda la existencia

Salud
Leydis Jul 2017
Ven, que Cortázar aprueba nuestra entrega.
Ven, que muero de ansias por dormir contigo.
Ven, descansemos estos cuerpos muertos por la rutina.
Ven, que la vida nos invita a relajarnos entre mimos.
Nos inventa jugadas que puedan extasiar nuestras almas.
Nos regala palabras que podemos gritar hasta que los vecinos se enfaden.
Ven que la alcoba nos llama….ella nos reta--a ahogarnos las llamaradas.
Ven, vamos a escalar el Himalaya,
Ven, que el amor será nuestra mejor guía mientras la descubrimos.
Logremos derretir con nuestros fogosos cuerpos, la nieve que la decora.
Ven, que quiero ser tu “Hima” para que tu nieve enfrié mi canícula.
Quiero ser tu himno, tu gloria, tu mujer insaciable.
Quiero que tú seas mi “ālaya”,
mi morada, mi lugar donde exquisitamente calo en tu cúpula.
Que seas mi río Brahmaputra y que me emputes la impudicia.
Que desagües mis valles con tu dulce boca.
Que conquistes la cordillera de mis pretensiones.
Que derritas mis ventisqueros para alimentar mis famélicos deseos.
Ven, que nuestra alcoba nos llama, nos invita.
Vamos a subir la montaña Everest entre besos que excitan.
Dejemos que el amor nos quebrante sin descuido.
Nos embriague entre artimañas mientras escalamos hacia la cima.
Ven, que este amor se concomerá nuestras ganas,
empuñándonos en cada paso mientras escalamos esta montaña
de pasión, de devoción, de inaguantables salacidad.
Ven que nuestro amor nos hará invencibles,
cuando logremos al mismo tiempo colonizar nuestras cumbres
y la decoremos con una emblemática bandera blanca…...
Ven mi cielo a dormir conmigo,
que el amor, el calor y el deseo se están carcomiendo en nuestro lecho.
LeydisProse
7/7/2017h
ttps://www.facebook.com/LeydisProse/
Leydis Jul 2017
Ven, que Cortázar aprueba nuestra entrega.
Ven, que muero de ansias por dormir contigo.
Ven, descansemos estos cuerpos muertos por la rutina.
Ven, que la vida nos invita a relajarnos entre mimos.
Nos inventa jugadas que puedan extasiar nuestras almas.
Nos regala palabras que podemos gritar hasta que los vecinos se enfaden.

Ven que la alcoba nos llama….ella nos reta--a ahogarnos las llamaradas.
Ven, vamos a escalar el Himalaya,
Ven, que el amor será nuestra mejor guía  mientras la descubrimos.
Logremos derretir con nuestros fogosos cuerpos, la nieve que la decora.

Ven, que quiero ser tu “Hima” para que tu nieve enfrié mi canícula.
Quiero ser  tu himno, tu gloria, tu mujer insaciable.
Quiero que tú seas mi “ālaya”,
mi morada, mi lugar donde exquisitamente calo en tu cúpula.
Que seas mi río Brahmaputra y que me emputes la impudicia.
Que desagües mis valles con tu dulce boca.
Que conquistes la cordillera de mis pretensiones.
Que derritas mis ventisqueros para alimentar mis famélicos deseos.

Ven, que nuestra alcoba nos llama, nos invita.
Vamos a subir la montaña Everest entre besos que excitan.
Dejemos que el amor nos quebrante sin descuido.
Nos embriague entre artimañas mientras escalamos hacia la cima.

Ven, que este amor se concomerá nuestras ganas,
empuñándonos en cada paso mientras escalamos esta montaña
de pasión, de devoción, de inaguantables salacidad.

Ven que nuestro amor nos hará invencibles,
cuando logremos al mismo tiempo colonizar nuestras cumbres
y la decoremos con una emblemática bandera blanca…...

Ven mi cielo a dormir conmigo,
que el amor, el calor y el deseo se están carcomiendo en nuestro lecho.

LeydisProse
7/7/2017h
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— The End —