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Señor, deja que diga la gloria de tu raza,
la gloria de los hombres de bronce, cuya maza
melló de tantos yelmos y escudos la osadía:
!oh caballeros tigres!, oh caballeros leones!,
!oh! caballeros águilas!, os traigo mis canciones;
!oh enorme raza muerta!, te traigo mi elegía.Aquella tarde, en el Poniente augusto,
el crepúsculo audaz era en una pira
como de algún atrida o de algún justo;
llamarada de luz o de mentira
que incendiaba el espacio, y parecía
que el sol al estrellar sobre la cumbre
su mole vibradora de centellas,
se trocaba en mil átomos de lumbre,
y esos átomos eran las estrellas.Yo estaba solo en la quietud divina
del Valle. ¿Solo? ¡No! La estatua fiera
del héroe Cuauhtémoc, la que culmina
disparando su dardo a la pradera,
bajo del palio de pompa vespertina
era mi hermana y mi custodio era.Cuando vino la noche misteriosa
-jardín azul de margaritas de oro-
y calló todo ser y toda cosa,
cuatro sombras llegaron a mí en coro;
cuando vino la noche misteriosa
-jardín azul de margaritas de oro-.Llevaban una túnica espledente,
y eran tan luminosamente bellas
sus carnes, y tan fúlgida su frente,
que prolongaban para mí el Poniente
y eclipsaban la luz de las estrellas.Eran cuatro fantasmas, todos hechos
de firmeza, y los cuatro eran colosos
y fingían estatuas, y sus pechos
radiaban como bronces luminosos.Y los cuatro entonaron almo coro...
Callaba todo ser y toda cosa;
y arriba era la noche misteriosa
jardín azul de margaritas de oro.Ante aquella visión que asusta y pasma,
yo, como Hamlet, mi doliente hermano,
tuve valor e interrogué al fantasma;
mas mi espada temblaba entre mi mano.-¿Quién sois vosotros, exclamé, que en presto
giro bajáis al Valle mexicano?
Tuve valor para decirles esto;
mas mi espada temblaba entre mi mano.-¿Qué abismo os engendró? ¿De qué funesto
limbo surgís? ¿Sois seres, humo vano?
Tuve valor para decirles esto;
mas mi espada temblaba entre mi mano.-Responded, continué. Miradme enhiesto
y altivo y burlador ante el arcano.
Tuve valor para decirles esto;
¡mas mi espada temblaba entre mi mano...!Y un espectro de aquéllos, con asombros
vi que vino hacia mí, lento y sin ira,
y llevaba una piel sobre los hombros
y en las pálidas manos una lira;
y me dijo con voces resonantes
y en una lengua rítmica que entonces
comprendí: -«¿Que quiénes somos? Los gigantes
de una raza magnífica de bronces.»Yo me llamé Netzahualcóyotl y era
rey de Texcoco; tras de lid artera,
fui despojado de mi reino un día,
y en las selvas erré como alimaña,
y el barranco y la cueva y la montaña
me enseñaron su augusta poesía.»Torné después a mi sitial de plumas,
y fui sabio y fui bueno; entre las brumas
del paganismo adiviné al Dios Santo;
le erigí una pirámide, y en ella,
siempre al fulgor de la primera estrella
y al son del huéhuetl, le elevé mi canto.»Y otro espectro acercóse; en su derecha
levaba una macana, y una fina
saeta en su carcaje, de ónix hecha;
coronaban su testa plumas bellas,
y me dijo: -«Yo soy Ilhuicamina,
sagitario del éter, y mi flecha
traspasa el corazón de las estrellas.»Yo hice grande la raza de los lagos,
yo llevé la conquista y los estragos
a vastas tierras de la patria andina,
y al tornar de mis bélicas porfías
traje pieles de tigre, pedrerías
y oro en polvo... ¡Yo soy Ilhuicamina!»Y otro espectro me dijo: -«En nuestros cielos
las águilas y yo fuimos gemelos:
¡Soy Cuauhtémoc!  Luchando sin desmayo
caí... ¡porque Dios quiso que cayera!
Mas caí como águila altanera:
viendo al sol, y apedreada por el rayo.»El español martirizó mi planta
sin lograr arrancar de mi garganta
ni un grito, y cuando el rey mi compañero
temblaba entre las llamas del brasero:
-¿Estoy yo, por ventura, en un deleite?,
le dije, y continué, sañudo y fiero,
mirando hervir mis pies en el aceite...»Y el fantasma postrer llegó a mi lado:
no venía del fondo del pasado
como los otros; mas del bronce mismo
era su pecho, y en sus negros ojos
fulguraba, en vez de ímpetus y arrojos,
la tranquila frialdad del heroísmo.Y parecióme que aquel hombre era
sereno como el cielo en primavera
y glacial como cima que acoraza
la nieve, y que su sino fue, en la Historia,
tender puentes de bronce entre la gloria
de la raza de ayer y nuestra raza.Miróme con su límpida mirada,
y yo le vi sin preguntarle nada.
Todo estaba en su enorme frente escrito:
la hermosa obstinación de los castores,
la paciencia divina de las flores
y la heroica dureza del granito...¡Eras tú, mi Señor; tú que soñando
estás en el panteón de San Fernando
bajo el dórico abrigo en que reposas;
eras tú, que en tu sueño peregrino,
ves marchar a la Patria en su camino
rimando risas y regando rosas!Eras tú, y a tus pies cayendo al verte:
-Padre, te murmuré, quiero ser fuerte:
dame tu fe, tu obstinación extraña;
quiero ser como tú, firme y sereno;
quiero ser como tú, paciente y bueno;
quiero ser como tú, nieve y montaña.
Soy una chispa; ¡enséñame a ser lumbre!
Soy un gujarro; ¡enséñame a ser cumbre!
Soy una linfa: ¡enséñame a ser río!
Soy un harapo: ¡enséñame a ser gala!
Soy una pluma: ¡enséñame a ser ala,
y que Dios te bendiga, padre mío!.Y hablaron tus labios, tus labios benditos,
y así respondieron a todos mis gritos,
a todas mis ansias: -«No hay nada pequeño,
ni el mar ni el guijarro, ni el sol ni la rosa,
con tal de que el sueño, visión misteriosa,
le preste sus nimbos, ¡y tu eres el sueño!»Amar, ¡eso es todo!; querer, ¡todo es eso!
Los mundos brotaron el eco de un beso,
y un beso es el astro, y un beso es el rayo,
y un beso la tarde, y un beso la aurora,
y un beso los trinos del ave canora
que glosa las fiestas divinas de Mayo.»Yo quise a la Patria por débil y mustia,
la Patria me quiso con toda su angustia,
y entonces nos dimos los dos un gran beso;
los besos de amores son siempre fecundos;
un beso de amores ha creado los mundos;
amar... ¡eso es todo!; querer... ¡todo es eso!»Así me dijeron tus labios benditos,
así respondieron a todos mis gritos,
a todas mis ansias y eternos anhelos.
Después, los fantasmas volaron en coro,
y arriba los astros -poetas de oro-
pulsaban la lira de azur de los cielos.Mas al irte, Señor, hacia el ribazo
donde moran las sombras, un gran lazo
dejabas, que te unía con los tuyos,
un lazo entre la tierra y el arcano,
y ese lazo era otro indio: Altamirano;
bronce también, mas bronce con arrullos.Nos le diste en herencia, y luego, Juárez,
te arropaste en las noches tutelares
con tus amigos pálidos; entonces,
comprendiendo lo eterno de tu ausencia,
repitieron mi labio y mi conciencia:
-Señor, alma de luz, cuerpo de bronce.
Soy una chispa; ¡enséñame a ser lumbre!
Soy un gujarro; ¡enséñame a ser cumbre!
Soy una linfa: ¡enséñame a ser río!
Soy un harapo: ¡enséñame a ser gala!
Soy una pluma: ¡enséñame a ser ala,
y que Dios te bendiga, padre mío!.Tú escuchaste mi grito, sonreíste
y en la sombra infinita te perdiste
cantando con los otros almo coro.
Callaba todo ser y toda cosa;
y arriba era la noche misteriosa
jardín azul de margaritas de oro...
Mateuš Conrad Jan 2020
this is truly a welcome break from:
freeing all the drafts -
which i imagined to be equivalent, or rather:
the 2nd parallel of the original adjecent -

i imagined it would feel like:
releasing doves with laurel branches firmly
lodged in their beaks -
just as the waters of the flood would recede...

but it truly felt like:
the inversion of the diarrhoea-constipation
"paradox"... because it felt like both,
but never giving me a clue as to
what was more prominent -

the sharp edge of a knife -
or the horizon when the sky becomes
the sea far away....

i'm not ashamed to throw this onto the fore...
it happened to me once...
but on purpose...
i wanted to compensate marquis de sade's
antic in a brothel when he implored
the ******* to turn the crucifix into
a ***** into his decapitated precursor
of a mary antoinette... puppet...

profanity in images and all the other seances
of the senses...
i wouldn't go as far as to make the crucifix
profane... or do anything profane
with it...

only the words...
hic (est) mea corpus - hic (est) mea cruor...
this is my body - this is my blood...
and i am aware the mead is the gods' ****
when they're in a good mood - all... jolly...
and that beer is the gods' **** when
laughter hits a dry run...
and that ms. amber or whiskey is but:
the blood of the gods...

i had to corrupt it...
to prove to myself: that i am not a god...
it was quiet simple...
once upon a time i was drinking
a glass of wine...
and as you do... on a whim...
i decided to **** into it...
perhaps all that drinking prior would
give me something to elevate the palette
of exploration that was to come...

hmm... at least that sorts out
hic: mea cruor... *** urinae...
but back then i did that on purpose...
and if only this was a desert scenario...
and i would have to drink my own *****
to survive...
well... i just thought: here's to starving
from a lack of better imagery...

i will come unto some Horace in a minute...
i don't know how i managed to find
this citation - it's only very losely related...
and yes i will showcase another draft from
May of last year...

but today i was unsure...
did i leave yesterday's pepsi max bottle
with only the stale pepsi left...
or did i forget to do the lazy sly wee whizz
jumping out of bed in the middle of
the night...
but i already poured this "cocktail"
over two shots of whiskey...
and i'm hardly desperate but...
my original intention of alligning myself
to the profanity of the crucifix...
i had to somehow make profanity
of the wine...

since i am... thinking how to compensate
being satisfied with wine...
how the ancient world was always
satisfied with wine...
the story of the 3 ambers of the north...
the beer, the mead and the whiskey...
all in a varying degree...
but i will not bow before the blood of a god
that's so... diluted...
whiskey yes... that can be blood indeed...
otherwise it's down in the trench
with gods' **** - mead if they are in a good
mood... beer if they are in a talkative mood...

thank god i wasn't thinking:
better salvage those two shots of whiskey
and drink this cocktail of the "ultimate" surprise...
and apparently eating a woman's
placenta is good for you...
as was... apparently once... breastmilk...
funny... give me the milk of a cow or a goat
and i'll show you: one dislocated thumb...
one dislocated distal + intermediate phalange
from the index finger of the right hand's
proximal phalange... no broken bones...

knock-knock... who's there? touchwood superstition.

it's not as bad as it sounds...
stale, yes...
but i am also known for sometimes
performing the antithesis of drinking tequilla...
*****... i'll sprinkle some cigarette ash
onto my hand... lick it... take a shot of *****
then throw one or two black peppercorns into
my mouth for the crunch...
each drinker and his own myths... right?
i call that the black cracovite...
cracow being so close to aushwitz...
and once it snowed and they thought it was
snowing... sure... ash from the furnaces
of aushwitz... here's my ode to... the dead...
in a drink...

hell better a cracovite than a cracowite, white?
i mean: right? seriously: low hanging fruit,
the elephant's testicles...

i will never understand this whole veneration
of wine: in vino veritas...
these days wine is better drank by women
and castrated monarchs of the clergy...
i had to check... so i ****** in my holy grail...
and guess what didn't come out
the other end? gods' **** (beer and wine)
or gods' blood (whiskey and wine)...
just this stale, almost bland...
water with a pinch of grape that has been
left to sit in a puddle on some
industrial estate in dagenham enjoying
the ripe downpouring of chemicals
that leave it with a rainbow of diluted
petroleum...

akin to: try shoving that sort of doughnut
into this kind of pile of ****...
not that i would...
but i have also been prone to test
99.9% spirits... or 96% absinthe...
with a locust mummified in the bottle's neck...
from Amsterdam...

i had to rethink: why become engaged...
when chances are...
to the displeasure of someone who read:
but never bought my work...
the self-editorial process...
the self-publishing process could be...
guillotined on a whimsical constipation
of a "dear reader"...
as it might happen...

again... Horace and the perfect example
of poetry with conversational overtones...
poetry as prosaic...
my god... paper was expensive back in old
Horace's days... surely you would need
something spectacular to write:
like a psilocybin trip account word for word:
wrong!
a certain don juan said to a certain
carlos castaneda: don't bring back words from
such experiences...
but of course: they did...
upon once upon a time loving the beatniks...
i started to abhor them...
getting drunk and smoking "something"
is one thing... exposing the altars of solipsism
of such experiences: words intact...
is a profanity...
each dream is individually curated
to the dreamer... the introduction of words
to relate back... for some next be disciple...
the "drugs" / portals of escapism are already
contaminated...

why wouldn't i: even if these are only
objective recounts of an experience?
perhaps because... they are subjectivelly null...
there are only the comparable heights of Gideon...
such experiences are best: kept to each individual's
right to enjoy... a freedom of thought...
and of silence...
each keeps a secret...
but what secret is left?
when the objective parameters have already
been stated?
i see no point... better down and finding
it at the end of a bottle...
or... ******* into a glass of wine
and drinking it...

they have been contaminated by words that
have been retrieved from such experiences
that (a) no one should talk about...
(b) surprise! the objective reality already
being stated as altered...
am i going to a ******* cinema with my body...
or am i going to a surprise
gallery with my thought?
doesn't matter... word contamination...
bigmouth struck his final last time!
at least the remains is what gives me
the labyrinth... the blood the **** you name
it the three sisters amber... for all i care...
it's readily available: make do...
with what's already been given.

me? i drink for that very special date...
monday 9 march 2020...
when all the orthodox jews get drunk...
that's one of those celebrations i wouldn't mind
being a part of... purim, festival of Lots,
funny... that period of history...
the Persian aspect of the hebrews...
never made it to the big screen...
seeing modern day Iran as day-old Persia
in muslim garbs...
we're still only seeing the: African adventure...
perhaps once the dust has settled...
we will get the Persian installement...
and then... oh... **** it...
we're all in it for the long run...
then when christianity is no longer useful...
the Roman bit of history...
and how the hebrews conspired with the greeks...
2000 years later we'll probably see
some prince of egypt cartoon movie
of the pristine romance and a mention of germany...
not yet... ****'s still to ripe to entertain
the universal child and children...
no screen adaptation from "their" time in Persia...
songs... we have songs!
Verdi's Nabucco - the chorus...
perhaps only in song from Persia and always
with movies and hieroglyphs when from Egypt...

but the festivity... of course! i'll celebrate...
cf. though... Puccini's coro a bocca chiusa -
the humming chorus...
before the band enigma... i am pretty sure my mother
would crank up the volume to at least
one of these songs... should they come on the radio...
i'm still to hear christopher young's:
something to think about - to be on air...
and to also be treated as a piece of classical music...
if wojciech kilar's dracula soundtrack can be treated
as classical music... what's wrong with a little
bit of hellraiser?!

perhaps, "again" is this desecration of the sacred not,
simply hanging in the background,
all, the, ******, time?
who is to celebrate wine giving it a god's blood
status in sips? one is expected to somehow become
drunk on the passion!
no one is here for crumbs of sips!
first they came for the loaf of bread...
and said you should fast and eat only a crumb...
then they came for the bottle of wine...
and said you should abstain and drink only a sip...
then they came for *** and by then
vatican was a monaco with better tax protections...

it's an investement: having to **** into a glass
of wine you're about to drink...
worse... you accidently "forgot" about
******* into some left-over pepsi max
and you're making yourself a cocktail
with one of the graeae ambers - 2x -
and you wonder: is this the proper state
of carbonated water, stale?
but i'm hardly going to bash the crucifix...
i'm here for the words...

the... transfiguration of the wine into blood...
and i say of my gods:
and here is their **** - beer and mead...
and here's their blood: the three graeae ms. ambers...
see no: clearer? no... happier?

i will get onto ancient roman poetics
with its conversational overtones in a minute!
first we have to settle the sacraments!
the metaphors and the sacraments!
i have no ivar the boneless claim of god...
season 6? to be honest...
i'd rather watch an english soap opera...
at least the intricacy of the plot remains...
even though it has been recycled
so many times...

i can't **** out the gods' ***** even if it was
stale beer... or ideal mead...
as i can't leisure a Seneca's bath filled
with the blood of the immortals...
problem solved... "problem":
as if it ever was...

why, Horace? a very short rhetorical retort:
if Dante had his Virgil...
why can i have my Horace, as guide?
again... what Roman poet could venture for
ambitions among the myths -
or extend his "consciousness"
to devastate the land and become
the mad Xerxes wanting the waves
of a sea whipped into submission?
why, Horace? if Dante could have his Virgil...

poetry... at least among the roman poets
there's no boxed in a box "without" a "box"...
the conversational overtones are ripe...
the almost complete lack of
character dimensions... beside their dimensions
from anecdotes...

to difuse wine, to desecrate the hic mea cruor...
**** in it!
then drink it...
or have one of my antithesis of a tequilla surprise
with me...
smoke a cigarette... drop some ash on the lick-part
of the space between the thumb
and the index metacarpal... lick it...
follow it with a shot of *****...
then throw some black peppercorns
into the hades of your gob
and we've arrived at the black cracovite...

and also the day when the orthodox jews
recant their story of their time
in Persia... the festivity of Lots...
when they become blind drunk and pretend to
have the sort of alcohol intolerence as
the Japanese... 1 shot! just 1 shot:
and hey! they throw their kippahs in
the air and we can all dance the ukranian 'opak!

looks good to me!
but only looks good...
when there's this plump drunk playing the accordion:
i.e. me,
and there's the sort of adrew rieu directing
an upcoming crescendo of a poliushko polie...
and we can all leave the auditorium
feeling, less than russophobic...
and then i can be told...
you young to be old yet still
profane pan-siberian peasant root!
indo-european leftover!
well... at least then i have been allowed
the scrap i'm supposed to see
before i showcase my *****, frost riddled fangs!
of the lesser wolf that i am:
as a rabid dog!

since the crescendo will come...
what better fathom of it...
esp. just beside a cemetery... twirling to the music...
ear-plugs out seancing my time in a grand
orchestral hall... plucked from the ears...
the crescendo is coming...
but... plucked... the orchestra of buffalo-sized
snowflakes... and... the worst kind of ballet...
a male soloist... doing his crazy
ukranian folk... maestro! the music never ever
dies! even in the silence of the universe!
however micro- or macro- this theatre will take
form... the music remains playing: uninterrupted!

but the snow was there,
the "ballerina" was also there...
the night was there,
the music was there -
albeit no grand orchestral hall -
couldn't ask for a better canvas
than a cemetery -
and all the heart's content!
comparative "literature"
to love like a muslim...
or to love like a sparrow...
or to love with a grudge like a crow...
mind you; site note...
i have been many a pigeons attempt
fornication unabashed...
i've never seen two crows attempt it...
perhaps they do "it" in the night
and never in the open?

crows... pedantic priests of the kingdom...
and where the widower king
and the widow queen among the swans?
where i and you will have probably left them...
admiring a family of ducks...

as asked by the serpent of the swan...
you and me of the same birth in a Fabergé egg...
me with serpentine spine...
while you: with a crooked neck?
silly... it really is...
of a being.... that was once
a t-rex roar... now a pickled brain
in pickle jar... boasting about being...
pure spine and tingles and...
the better part of what... becomes the mammalian
hibernation...
hibernating "hibernating" upon the
impetus of digestion...
a serpent would ask a swan about
a crooked neck?

because what would a **** sapeins look toward,
as he is always prone to to look elsewhere?
if not to borrow the fixed, rigid ontology
of other animals?
i better from the birds, solely...
the swans and the crows...
perhaps the fox...
rarely something that has lent itself
to being curated by man's leash and grip...
collective the known herd...
otherwise the refined bonsai tigers...
perhaps the fish without a knowledge
of a tide or a wave...

i call a dog the noble friend,
the swan the sombre monogamist...
the crow the priest...
the furry spider one's own reflection
dealing with aracnophobia...
the snake the old "say-what?"
or that pickled spine with a brain
the worth of brine juices...
the extinguished remnant
of a dinosaur's toothache... or some
transcendental exploration
of the carpals of the wrist
extending into the length of a spine...

i'm not going to cry over this one...
skål!
i feel disinhibited from writing a memorandum!
slàinte!
gasoline to the peddle and... off... we, go!

i am bound to get this translaton right...
at some point of hinging-on... i.e. beginning with...
and most probably at the opposite end
of having to finish...
hence "open bracket"... prefix-
and -suffix allowance given the archeological
excavation began with:

-seu pila velox molliter austerum studio
fallente laborem, seu te discus agit, pete cedentem
aera disco: *** labor extuderit fastidia, siccus,
inanis sperne cibum vilem; nisi Hymettia mella
Falerno ne biberis diluta. foris est promus,
et atrum defendens piscis hiemat mare: *** sale
panis latrantem stomachum bene leniet. unde putas
aut qui partum? non in caro nidore voluptas summa,
sed in te ipso est. tu pulmentaria quaere
sudando: pinguem vitiis albumque neque ostrea
nec scarus aut poterit peregrina iuvare lagois.
vix tamen eripiam, posito pavone velis quin
hoc potius quam gallina tergere palatum,
corruptus vanis rerum, quia veneat auro
rara avis et picta pandat spectcula cauda:
tamquam ad rem attineat quidquam.
num vesceris ista, quam laudas, pluma?
cocto num adest honor idem?
carne tamen quamvis distat nil, hac magis illam
inparibus formis deceptum te petere esto:
unde datum sentis, lupus hic Tiberinus
an alto captus hiet? pontisne inter iactatus
an amnis ostia sub Tusci?
laudas, insane, trilibrem mullum,
in singula quem minuas pulmenta necesse est.
ducit te species, video: quo pertinet ergo proceros
odisse lupos? quia scilicet illis maiorem natura modum
dedit, his breve pondus: ieiunus raro stomachus volgaria
-temnit.

it's translated, isn't it? no
stefan gołębiewski or no 1980 warsaw...
is to know...

- nec meus hic sermo est, sed quae praecepit Ofellus:
these are not my words, this said the simpleton
Ofellus - neither of which of us is a laurel-leaf
adorned Orpheus...

that via a living "game": stoking up an appetite
with this entertainment the appetite increaes...
as does one health...

sorry... pagans... bloodthirty people...
trouble with the translation...
apparently the mud slinging
***** and bricks are nothing new...

or when you "minus" the disk,
litter the distance, head with the wind into
competition!
after hardships of the body is good and
the meal is simple -
(apparently all of this is still "connected",
scratch of the ol' 'ed and we're fine...
we're ******* sailing!)
Falern will not hurt "us"...
seasoned by honey from Hymettis,
before the entré. Safaz left,
the sea rumbles, the zephyr of fish it protects,
storm, fishing made unsafe;
stomach grumbles, bread with salt:
excuisite; you do not have any better! why?
taste does not reside in the scent of dishes,
but in your self alone.
toil merely increases appetite's presence.
he who over-eats, will not know the taste
of an oyster, nor a turbot, nor chickpeas,
the northern bird.
perceptions take the scalp of the mountain
above the actual taste of the dishes
(one might scalp... but never eat the scalp)...
you will not take a chicken onto a tooth,
when you are given a peacock,
you will trust your delusion:
a rare bird, worth its own weight of gold,
a most rarified tail, how it sparkles
with subtle hues!
as if the tail were to lead -
and there was no head to be found!
do you allow yourself to judge the hue
of the feathers as precursor for the adjecctive:
that's it's "also" tasty? the meat, of course?
the old - judge a book by its cover...
is the oven baked... also as delicious / beautiful?
chicken meat... or peacock meat?
almost without difference.
therefore: light... albeit...
although only vanity lures the peacock
(to be compared to a poultry)...
let's go further... i want to know: after what
do you recognise this, that a pike
with its gaping mouth was left:
from the sea... or from the Tiber fished?
somewhere among bridges... or from some
conrete estuary? idiot-kin of the surname whim...
you admire a three-pound mullet!
do you take size... for the gauge of all measure?
when you... cut the bell?
then why... why... with disgrace
do you demand in appreciation:
elongating pikes!
evidently nature: this greater gave the proper
measure... and with it: the lesser weight -
an empty stomach will rarely -
being fed a simple thing - despise -
what is...

an empty stomach - rarely despises -
simple matters.

how true... i was allowing myself the time
it would take to drink,
and translate into the vulgate...
but... from no better source...
and i am still to add to this one of my...
"freeing of the drafts"...

as promised...
"draft"...

- a most confiscated man -
no italics included...

.the original draft:

binges, worth the count
of a liter of whiskey
per night,
for a year, if not more...
become so...
so unspectular...

          the world either
screams, or yawns,
generally:
it exhaust a desire
to toss a coin,
agitate the vocab.,

a grand canyon
huddling
in the "depths" of
a glass of water...

baron science
comes with his rubric
of bore,
      and:
i find myself,
most idle:
while the world
orientates
itself in keeping
itself busy,
bothersome,
always the prime concern,

the ant-colony coup,
the:
i always find friends
in the orientations
of an empty glass,
but prior to:

i drink
before no altar,
no mirror,
no confidante...

     pure flesh revels itself
in a blank's worth
of prior to dictum's
  allowance of, a page...

bothersome
the knot of the pretentious
anti- in scold of
the passing fancy:
expression...

            poker charm
of a love's affair...

_

i sometimes entertain myself
with ancients proverbs,
one slavic proverb reads:
better a sparrow in your hand
than a dove on your roof...

what, could, possibly be,
the interpretation?
care for the small joys in
your possession,
than, for the peace of your household,
which is, on the roof,
but not in your hands...

if i were paid? would i be more
honest?
probably not...
        what i see, is what needs
to be seen...
  em... simple pleasures talk...
once upon a time,
donning long hair, implied
you were a mosher...
a metal-head...
    now? three days +,
long hair, and you're not a
grunge fanatic?
  trans-, etc.?

   a man of simple pleasures,
i know what long hair,
jealousy, associated with
putting it in a french braid,
does to a camel jockey ego...
ruins and ruins as far as the eyes
can see...
    he replicates...
he grows his hair long...
at the same time boasting about
haivng a premature beard...
then you grow a beard yourself...
you start fiddling with it...
****, ***** on my face...
and then...
the "question" of a girlfriend
flies out of the window...
i'm happy with a beard,
thank you, very much,
i don't, exactly want to wish upon
myself, a female, company...

*** protest all you want...
the *** differences between men
and women, to my sort of understanding,
are, unrepairable...
     they were, never,
bound, to being, repaired...
savvy?
            i take my route,
a woman took her route...
  we're even...
                
      since what can only frighten a freed
woman, beside a monarch,
a free man?
                   a man with...
a gamble...
         i am a man with a gamble...
i don't like being told what
to be, or what to think...
like any man,
and like any man:
i don't like being forced
ownership over a being:
that can share my sense of freedom...
so...
    i find myself,
thrilled with relief,
at now having to answer to
a woman's subjugation...
like a woman, and, i have learned
from women: i like being
my objective's self...
rather than a "self" made subject...

i like that: thank you...
i can start feedings the pigs and the peasant
the diatribe life, and lie,
of: there being an existential cricis,
a need to reproduce...
and i, and i am, being demeaning
in this, way, for a justified reason...

once the peasants attack you:
you attack, the peasants...
you demean them in the same way
they demeaned you...

once upon a time i thought:
greater good came from the number
of innocents being salvaged
than for the few great of grand bearing
being salvaged...
even if bound to an ill will:
an ill command,
of a will, predisposed to pretend
actions of the blind...
but now i see...

   the many: if beside fulfilling
their petty deeds,
having to stand outside of those,
petty deeds,
  have ambitions equivalent
to their emotions...
            akin to something worth,
pity, akin to something
worth: as little as a rat's heartbeat...
petty, primitive bull-*******...
and all the amount of sorrow,
or pity,
or mercy...
              that, these, ******* allow...
are worth the same response
Pontius Pilate gave...
       there isn't enough of water,
in this world,
to wash my hands, clean,
of these people...
   even if innocent blood plagues
them,
    not enough waters have run their
due course,
to... release me from the indentation
of memory upon my mind...
and i am plagued by an elephant's
memory...
        we've reached the conclusion
of: some people...
  just do not see an insult,
             past the insult's eloquence!

i am a most conflicted man,
i binge watched vikings
for a while now,
and right now, i'm ready for
an extraction of what i have learned...

believe me: i am not someone
who has the sort of ego-presence
to fate myself in the role
of the protagonist...
     i'm too pedantic to have to
market my body and deeds,
for the fates tio see,
and history to ascribe fame unto me...

even homer was off too war
with troy,
   and blessed he became...

because? time morphs,
the longer something is kept,
the more, "unreal" is becomes,
a fairy-tale...
esp. now, with the onslaught
of journalism...
two things in this world
are insomniac,
money never sleeps,
and, now, apparently,
journalism doesn't sleep either:
well, given its ******
bed-fellow of political liars...
why should it?

             Rolo... a semi-minor character...
but i feel his angst at the already
fervent dichotomy,
(dichotomy, modern variety variant
of schizoid-affective...
or bilingual in turn)...

            music...
                    all these modły...
gesticulations of prayer,
phantom conjuring,
               lunatics with candles
at high-noon...
                  i am fated by music,
i am perverted by music,
i am swayed by music...
who is the god, patron,
of music?
who is the angel (demi-god),
patron of music?
         i do not seek the highest
influencer...
the minor one...

   when Archangel Sandalphon
met St. Cecilia...
but as such, i am, conflicted...
even though, this is the first time
i have heard of Sandalphon...

Rome, never reached my peoples,
the Vikings did...
   weren't the ugly vikings the founders
of Kiev?
  so they must have passed via
the Polen (field) land, no?

feelings are not important,
facts don't care about your feelings...
granted...
but i'm not hear for facts,
contra, feelings,
i'm here for the rivers...
what i feel, what my heart yearns for,
needs to attain an equilibrium
with my mind...
for that: i need to clarify my feelings,
to hush my heart, silence it,
in order to listen to my mind,
and the mind, needs to feed into
heaving the heart: to do,
what, the heart, desires,
autonomous to what the heart
"thinks", is right...
                    that's how it was forver
going to work...
consolidated...
and yes, i much envy the punctuation
of king Ecgberht,
a man of cunning: much admired...
abstract thinker...
        and a reality...
        pun-ctu-a-tion...
the delivery of one's speech...
   much admired, as much as...
                the crude brawl possession...
the chief protagonist of the story?
as important as is: the required from
Atlas... burden upon burden...
a man burdened with the illusion
of freedom...

so why am i conflicted,
but becoming less and less so?
    it was always the music...

songs...

           chavelier, mult estes guariz...
wardruna - helvegen...
           da pacem domine...
             agni parthene...

you know... there's much more beside
being a jazz enthusiast or
a classical music snob...
         there's folk... there's religious and pagan
chants...
if there's one thing to benefit from,
in terms of the Byzantine context...
the chants...
        let the barbarians do the thinking
from now on: you do the sing-along...
no people ever reinvented themselves
from an ancient glory...
   new blood had to come to the fore...

like today...
       i spoke with my father and my mother...
about the names of apples...
we must have talked for an hour,
we named so many lost "breeds" of apple...
nouns i will not write,
nouns i wish death to write down,
i want Samael to have,
beside the book of my deeds in hand,
i want him to have
my dictionary in hand,
my knowledge of the sacred script,
i want to listen as he recites me the words
i've used,
notably today's conversation
            about the many types of apples...
e.g.: shogun apples...
             kox...
                    szare renety...
          papierówki...
                    marabella prunes...
that's all i ask of Samil.
Santiago Nov 2015
Por ti los ciegos ven, los mudos cantaran en ti la vida esta, por ti puedo cantar la oscuridad se va, por ti puedo gritar Libre Soy!

(CORO)
Libre para correr (libre para correr)
libre para danzar (libre para danzar)
libre para vivir en ti (libre para vivir en ti) Libre Soy (BIS)

Por ti los ciegos ven, los mudos cantaran en ti la vida esta, por ti puedo cantar la oscuridad se va, por ti puedo gritar Libre Soooy!

(CORO)
Libre para correr (libre para correr)
libre para danzar (libre para danzar)
libre para vivir en ti (libre para vivir en ti) Libre Soy

(CORO)
Libre para correr (libre para correr)
libre para danzar (libre para danzar)
libre para vivir en ti (libre para vivir en ti) Libre Soy

Por tu amor (libre soy)
en la cruz
me diste libertad (libre soy)
me diste el perdon
yo libre soy
yo libre soy
libre soy
Santiago May 2015
Cuan Hermoso Eres JESUS
Son Tus Palabras, Es Tu Amor
Cuan Glorioso Eres JESUS
Es Tu Poder, Fue Tu Cruz

La Que Me Salvo Me Rescato
Un Momento Ahí Nos Dio Libertad.

CORO:
//Te Doy Gloria Gloria
Te Doy Gloria Gloria
Te Doy Gloria Gloria
A Ti JESUS//

Cuan Hermoso Eres JESUS
Son Tus Palabras, Es Tu Amor
Cuan Glorioso Eres JESUS
Es Tu Poder, Fue Tu Cruz

La Que Me Salvo Me Rescato
Un Momento Ahí Nos Dio Libertad.

CORO:
//Te Doy Gloria Gloria
Te Doy Gloria Gloria
Te Doy Gloria Gloria
A Ti JESUS// (2)

//Con Una Corona
De Espinos
Te Hiciste
Rey Por Siempre// (6)

CORO:
//Te Doy Gloria Gloria
Te Doy Gloria Gloria
Te Doy Gloria Gloria
A Ti JESUS// (4)
Santiago Nov 2015
Hermano mio, yo se que te sientes cansado y estas confundido,
Se a levantado el enemigo para averte herido.
Yo se que aveces as pensado darte por vencido,
Pues se que facil no hacido

(Coro)
Pues yo comprendo que lo que estas pasando hoy,
Tambien lo he pasado yo, que se me acaban las fuerzas.
Pero te digo, hermano esfuerzate al llegar, se que no es facil caminar,
Pero Dios es tu fortaleza.

Oyeme hermano mio, No te rindas en la batalla
Oye ministro pelea, aunque tu sientas que satan se levanta.
Yo se que no es facil ver como los tuyos te dan la espalda.
Pero no te detengas, No te rindas en la batalla.
(nonono)
(/Coro)

Hermana mia (escucha)
Yo se que muchos an marcado con heridas tu vida.
Te as sentido muy sola, la victoria conquista.
Pues Se que aveces as pensado terminar con tu vida,
Pero Dios es tu alternativa.

(Coro)
No te reindas en la batalla, aunque sientas la tormenta...

Oyeme hermano mio, No te rindas en la batalla
Oye ministro, evangelista pelea, aunque tu sientas que satan & el gigante contra ti se levanta.
Yo se que no es facil ver como los tuyos te dan la espalda.(nono)
Pero no, Pero no te detengas, No te rindas en la batalla.

Pelea(4x)No te rindas en la batalla.

Pelea(4x)No te rindas en la batalla.

Pelea(4x)No te rindas en la batalla.

Pelea(4x)
Y No te rindas en la batalla.(aaa)
(No te rindas en la batalla.)
Pelea(7x)
(No te rindas en la batalla.)

Aunque se levante satanas contra ti mi hermano.

(No te rindas en la batalla.)
No Te Rindas Pelea. (4x)

Oyelo Evangelista oyelo Pastor oyelo Ministro!
No te rindas en la batalla!

Aunque quiera satanas derrotar tu familia

No te rindas en la batalla.
Pelea No te rindas en la batalla
It's the spiritual war i'm going through right now in my head against Satan
Tengo el pecho lleno de calor,
el aire me lo dijo y me canto una canción.
Tengo el alma y grita a veces,
aveces me oculto entre la gente,
no por que tema a mostrarme,
es que prefiero pasar inadvertido,
para cuando el viento me señale,
haberlo antes sorprendido.

Las voces en mi mente
susurran como las ramas de un arbol,
me lo digo a mi mismo,
y en mi interior resueno;
aveces solo aveces
sueño con ella,
aún que ya no recuerdo su voz.
Aún recuerdo la lluvia,
el camino a mi casa,
un suspiro, un minuto de alavanza
y el dibujo de un sonrisa en mi cara.

Si escribo es para romperme en pedazos,
para que alguien, tan solo alguien
comparta mi canto,
por que no quiero volar solo,
quiero surcar los cielos
con un coro de voces que brillen
voces oscuras,
otros matices,
que sigan mi vuelo
o que me muestren el suyo.
Sola nel mondo eterna, a cui si volve
Ogni creata cosa,
In te, morte, si posa
Nostra ignuda natura;
Lieta no, ma sicura
Dall'antico dolor. Profonda notte
Nella confusa mente
Il pensier grave oscura;
Alla speme, al desio, l'arido spirto
Lena mancar si sente:
Così d'affanno e di temenza è sciolto,
E l'età vote e lente
Senza tedio consuma.
Vivemmo: e qual di paurosa larva,
E di sudato sogno,
A lattante fanciullo erra nell'alma
Confusa ricordanza:
Tal memoria n'avanza
Del viver nostro: ma da tema è lunge
Il rimembrar. Che fummo?
Che fu quel punto acerbo
Che di vita ebbe nome?
Cosa arcana e stupenda
Oggi è la vita al pensier nostro, e tale
Qual dè vivi al pensiero
L'ignota morte appar. Come da morte
Vivendo rifuggia, così rifugge
Dalla fiamma vitale
Nostra ignuda natura;
Lieta no ma sicura,
Però ch'esser beato
Nega ai mortali e nega à morti il fato.
Don Juan Rodríguez Fresle... sabréis quién fue Don Juan,
No aquel de la leyenda, sevillano galán
Que escalaba conventos, sino el burlón vejete,
Buen cristiano, que oía siempre misa de siete,
La ancha capa luciendo, ya un poco deslustrada,
Que le dejó en herencia Jiménez de Quesada;
Que fue amigo de Oidores, vivaz, dicharachero,
Que escribió muchas resmas de papel, y «El Carnero»;
Que de un tiempo lejano, casi desconocido,
Supo enredos y chismes, que narró y se han perdido;
Tiempo dichoso, cuando (lo que es y lo que fue)
tan sólo tres mil almas tenía Santa Fe,
Y ahora, según dicen, casi 300.000,
Con «dancings», automóviles, cines, ferrocarril
Al río, clubs, y todo lo que la mente fragua
En «confort» y progreso, verdad... ¡pero sin agua!
Tiempo de las Jerónimas, Tomasas, Teodolindas,
De nombres archifeos, pero de cara, lindas,
Y que además tenían, de Oidores atractivo,
Lo que en todas las épocas llaman «lo positivo»;
Cuando no acontecía nada de extraordinario,
Y a las seis, en las casas, se rezaba el rosario;
Días siempre tranquilos y de hábitos metódicos,
Sin petróleos, reclamos de ingleses ni periódicos,
Y cuando con pañuelos, damas de alcurnias rancias
Tapaban, en el cuello, ciertas protuberancias,
Que alguien llamó «colgantes, molestos arrequives»,
Causados por las aguas llovidas o de aljibes;
Cuando como en familia se arreglaban las litis
Y nadie sospechaba que hubiera apendicitis;
Cuando en vez de champaña se obsequiaba masato
De Vélez, y era todo barato, muy barato,
Y tanto, que un ternero (y eso era «toma y daca»)
Lo daban por un peso y encimaban la vaca;
Cuando las calles eran iguales en un todo
A éstas, polvo en verano, y en el invierno, lodo,
Por donde hoy es difícil que los «autos» circulen,
Y esto, cual muchos dicen, por culpa de la Ulen,
Mas afirman (en crónicas muchas cosas yo hallo)
Que entonces las visitas se hacían a caballo,
Y hoy ni así, pues es tanta la tierra que bazucan
Que en tan grandes zanjones los perros se desnucan.

Pero basta de «Introito», porque caigo en la cuenta
De que esto ya está largo...
                                                    Fue en 1630
O 31. A veces se me va la memoria
Y siempre quitan tiempo las consultas de Historia,
Y en años -no habrá nadie que a mal mi dicho tome-
Una cuarta de menos o de más no es desplome.
(Y antes de que los críticos se me vengan encima
Digo que «treinta» y «cuenta» no son perfecta rima,
Pero tengo en mi abono que ingenios del Parnaso,
Por descuido, o capricho, o por salir del paso,
Que es lo que yo confieso me ocurre en este instante,
Hicieron «mente» y «frente», de «veinte» consonante).

Diré, pues: «Hace siglos». Mi narración, exacta
Será, cual de elecciones ha sido siempre una acta,
Y escribiendo: «Hace siglos», nadie dirá que invento
O adultero las crónicas.
                                            Y sigo con mi cuento.
Don Juan Rodríguez Fresle (así yo di principio
A esta historia, que alguno dirá que es puro ripio);
Don Juan, en aquel día (la fecha no recuerdo
Pues en fechas y números el hilo siempre pierdo,
Aunque ya es necesario que la atención concentre
Y de lleno, en materia, sin más preámbulos entre).

Don Juan, el de «El Carnero», yendo para la Audiencia,
Donde copiaba Cédulas, le hizo gran reverencia
Al Arzobispo Almansa, que en actitud tranquila
A los trabajadores en el atrio vigila.
(Se decía «altozano», pero «atrio»
escribo, porque
No quiero que un «magíster» por tan poco me ahorque).

Debéis saber que entonces, frente a la Catedral
El agua de las lluvias formaba un barrizal,
Y para que los fieles cuando entraban a misa
Evitaran el barro de las charcas, aprisa
Puentecitos hacían frailes y monaguillos
Con tablas y cajones y piedras y ladrillos.

(Pobres santafereñas: tendrían malos ratos
Cuando allí se embarraban enaguas y zapatos,
Y también los tendrían los pobres «chapetones»
Porque sabréis que entonces no había zapatones.
Que yo divago mucho, me diréis impacientes;
Es verdad, pero tengo buenos antecedentes,
Como Byron, y Batres y Casti, el italiano,
A quienes en tal vicio se les iba la mano;
Mas sé que al que divaga poca atención se presta,
Y os prometo que mi última divagación es ésta).

Y sigo: El Arzobispo con el breviario en mano,
El atrio dirigía -que él llamaba «altozano».
Aquéllo a todas horas parecía colmena:
Unos, la piedra labran, traen otros arena
Del San Francisco, río donde pescando en corro
Se veía a los frailes, y que hoy es simple chorro.
Apresurados, otros, traen cal y guijarros.
Grandes yuntas de bueyes, tirando enormes carros
Llegan.
              El Arzobispo, puesta en Dios la esperanza,
Ve que es buena su obra. Y el altozano avanza.

Don Juan Rodríguez Fresle, la tarde de aquel día,
«Estas misas parece que acaban mal», decía.
Luego se santiguaba, pues no sé de qué modo,
De la vida de entonces era el sabelotodo.

El Marqués de Sofraga, Don Sancho; a quien repugna
Santa Fe; con Oidores y vasallos en pugna
Y con el Arzobispo, sale al balcón, y airado,
Airado como siempre, viendo que el empedrado
A su palacio llega cerrándole la entrada
A su carroza, grita con voz entrecortada
Por la cólera: «¡Basta! Se ha visto tal descaro?
Al que no me obedezca le costará muy caro.
Quiero franca mi puerta!»
                                                  Todos obedecieron,
Y dejando herramientas, aquí y allá corrieron.

Viendo esto los Canónigos que salían del coro,
Tiraron los manteos, y sin juzgar desdoro
El trabajo, que sólo a débiles arredra,
La herramienta empuñaron para labrar la piedra.
Luego vinieron frailes, vinieron monaguillos;
Y sonaban palustres, escoplos y martillos.

Don Juan Rodríguez Fresle, la tarde de aquel día,
De paseo a San Diego, burlón se sonreía,
Pensando en los Canónigos que en trabajos serviles
Estaban ocupados cual simples albañiles.

Ya de noche, a su casa fue y encendió su lámpara.
Cenó, rezó el rosario, después apartó el pan para
Su desayuno. (Advierto como cosa importante
Que «pan» y «para», juntos, son un buen consonante
De «lámpara». Es sabido que nuestra lengua, sobre
Ser difícil, en rimas esdrújulas es pobre,
Mas cargando el acento sobre «pan», y si «para»
Sigue, las dos palabras sirven de rima rara).

(Y el pan guardaba, porque con el vientre vacío
No gustaba ir a misa, y entonces por el frío
O miedo a pulmonías, en esta andina zona
Eran los panaderos gente muy dormilona;
Y Don Juan que fue en todo previsor cual ninguno,
No salía a la calle jamás sin desayuno).
Prometí los paréntesis suprimir, y estoy viendo
Que en esto de promesas ya me voy pareciendo
A todos los políticos tras la curul soñada:
Que prometen... prometen, pero no cumplen nada.

«¿Y qué fin tuvo el atrio?» diréis quizás a dúo.
Es verdad. Lo olvidaba. La historia continúo,
Sin que nada suprima ni cambie, pues me jacto
De ser de viejas crónicas siempre copista exacto,
Y porque a mano tengo de apuntes buen acopio
Que en polvosos archivos con buen cuidado copio.
Y como aquí pululan gentes asaz incrédulas,
Me apoyo siempre en libros, o Crónicas o Cédulas;
Y para que no afirmen que es relumbrón de talco
Cuanto escribo, mis dichos en la verdad yo calco,
Pues perdón no merece quien por la rima rica
A pasajero aplauso la Historia sacrifica,
La Historia, que es la base del patrimonio patrio...

Y os oigo ya impacientes decirme:
                                                              -«¿Pero el atrio?»
El atrio... Lo olvidaba, y hasta a Rodríguez Fresle;
Mas sabed que en Colombia, y en todas partes, esle
Necesario al poeta que busque algún remanso
En las divagaciones, y es divagar, descanso;
Porque es tarea dura, que aterra y que contrista,
Pasar a rima, y verso la prosa ele un cronista,
Que tan sólo a la prosa de diaristas iguala,
La que en todos los tiempos ha sido prosa mala;
Y aunque en rimas y verso yo sé que poco valgo,
Veré si de este apuro con buena suerte salgo...
Y en olla fío, porque... repararéis, supongo,
Que nunca entre hemistiquios, palabra aguda pongo,
Ni hiato, y de dos llenas no formo yo diptongo
Como hizo Núñez ele Arce (Núñez de Arce ¡admiraos!
Que en dos o tres estrofas nos dijo «cáus» por «caos»,
Y hay poetas, y buenos, de fuste y nombradía,
Que hasta en la misma España ¡qué horror! dicen
«puesía»,
Cual si del Arte fuera, para ellos, la Prosodia
De nuestra hermosa lengua, ridícula parodia);
Que duras sinalefas nunca en un verso junto
Y que jamás el ritmo, cual otros, descoyunto,
Porque eso siempre indica pereza o ningún tino,
Y al verso quita encanto, más al alejandrino,
Que es sin duela el más bello, que más gracia acrisola,
Entre todos los versos en Métrica española.
Que lo digan Valencia, Lugones y Chocano,
todos ellos artífices del verso castellano,
Y que al alejandrino, que es rítmico aleteo,
Dan el garbo y la música que adivinó Berceo.

Y sigo con el atrio.
                                Después de madrugada
Volvieron los canónigos a la obra empezada.

Al Marqués de Sofraga la ira lo sofoca.
Alcaldes, Regidores al Palacio convoca;
Y Alcaldes, Regidores, ante él vienen temblando,
Y díceles colérico: «¡A obedecer! Os mando
Que a todos los Canónigos llevéis a la prisión.
Mis órdenes, oídlo, mandatos del Rey son».

Don Juan Rodríguez Fresle rezó cual buen cristiano;
No escribió, y sin reírse se acostó muy temprano,
Porque muy bien sabía que el Marqués no se anda
Por las ramas, con bromas, y cuando manda, manda.
Mas desvelado estuvo pensando y repensando
En la noche espantosa que estarían pasando
Sin dormir, los Canónigos, en cuartucho sombrío
De la cárcel, sin camas, y temblando de frío.

La siguiente mañana no hubo sol.
                                                              Turbio velo
De llovizna y de brumas encapotaba el cielo.

Fray Bernardino Almansa llega a la Catedral.
Está sobrecogida la ciudad colonial.
Salmos penitenciales se elevan desde el coro,
Y en casullas y capas brilla a la luz el oro.
El Prelado aparece como en unción divina
En el altar, y toda la multitud se inclina;
Entre luces ele cirios destella el tabernáculo;
Hay indecible angustia y hay dolor. Alza el báculo,
Y mientras que en la torre se oye el gran esquilón,
Erguido el Arzobispo lanza la excomunión.
Alcaldes, Regidores, todos excomulgados
Porque al Cielo ofendieron.
                                                  Los fieles congregados
En la Iglesia, de hinojos, y en cruz oraban.

                                                                            Fue
Aquel día de llanto y duelo en Santa Fe.
Cerradas se veían las puertas y ventanas,
Y en todas las iglesias doblaban las campanas.

Don Juan Rodríguez Fresle se dijo: «¡Ya está hecho!»
Se dio, cual buen cristiano, tres golpes en el pecho;
Pero volvió de pronto su espíritu zumbón,
Y pensando en la hora suprema del perdón,
Vio a los excomulgados con sus blancos ropones,
Al cuello sendas sogas, y en las manos blandones,
Y murmuró: «Del cielo la voluntad se haga,
Donde las dan, las toman. Quien la debo la paga».

Y escribiendo, escribiendo, la noche de aquel día,
De los excomulgados, socarrón se reía,
Porque le fue imposible su sueño conciliar
Sin que viera en las sombras por su mente pasar
Regidores y Alcaldes, cada uno en su ropón,
Cual niños que reciben primera comunión.

Don Juan Rodríguez Fresle, siempre que los veía,
Del ropón se acordaba y a solas se reía.
Boguemos, boguemos;
la barca empujad,
que rompa las nubes,
que rompa las nieblas,
los aires, las llamas,
las densas tinieblas,
las olas del mar.

Boguemos, crucemos;
del mundo el confín;
que hoy su triste cárcel quiebran
libres los diablos en fin,
y con música y estruendo
los condenados celebran,
juntos cantando y bebiendo
un diabólico festín.
Cantar a ese gigante soberano
Que al soplo de su espíritu fecundo
Hizo triunfar el pensamiento humano,
Arrebatando al mar un nuevo mundo;
Cantar al que fue sabio entre los sabios,
Cantar al débil que humilló a los grandes,
Nunca osarán mi lira ni mis labios.
Forman su eterno pedestal los Andes,
El Popocatepelt su fe retrata,
Las pampas son sus lechos de coronas,
Su majestad refleja el Amazonas,
Y un himno a su poder tributa el Plata.

No es la voz débil que al vibrar expira,
La digna de su nombre; ¿puede tanto
La palabra fugaz?... ¿Quién no lo admira?
La mar, la inmensa mar, ésa es su lira,
Su Homero el sol, la tempestad su canto.

Cuando cual buzo audaz, mi pensamiento
Penetra del pasado en las edades,
Y mira bajo el ancho firmamento
De América las vastas soledades:
El inca dando al sol culto ferviente,
El araucano indómito y bravío,
El azteca tenaz que afirma el trono,
Adunando al saber el poderío:
¡A cuántas reflexiones me abandono!...
Todas esas sabanas calentadas
Por la luz tropical, llenas de flores,
Con sus selvas incultas, y sus bosques
Llenos de majestad; con sus paisajes
Cerrados por azules horizontes,
Sus montes de granito,
Sus volcanes de nieve coronados,
Semejando diamantes engarzados
En el esmalte azul del infinito;

Las llanuras soberbias e imponentes,
Que puebla todavía
En la noche sombría
El eco atronador de los torrentes;
Los hondos ventisqueros,
Las cordilleras siempre amenazantes,
Y al aire sacudiéndose arrogantes,
Abanicos del bosque, los palmeros;
No miro con mi ardiente fantasía
Sólo una tierra virgen que podría
Ser aquel legendario paraíso
Que sólo Adán para vivir tenía;
Miro las nuevas fecundantes venas
De un mundo a las grandezas destinado,
Con su Esparta y su Atenas,
Tan grande y tan feliz como ignorado.
Para poder cantarlo, busca el verso
Una lira con cuerdas de diamante,
Por único escenario el Universo,
Voz de huracán y aliento de gigante.

Que destrence la aurora
Sus guedejas de rayos en la altura:
Que los tumbos del mar con voz sonora
Pueblen con ecos dulces la espesura:
Que las aves del trópico, teñidas
Sus alas en el iris, su contento
Den con esas cadencias tan sentidas
Que van de selva en selva repetidas
Sobre las arpas que columpia el viento.
Venid conmigo a descorrer osados
El velo de los siglos ya pasados.

Tuvo don Juan Segundo
En Isabel de Portugal, la bella,
Un ángel, que más tarde fue la estrella
Que guió a Colón a descubrir un mundo.
El claro albor de su niñez tranquila
Se apagó en la tristeza y en el llanto.
En el triste y oscuro monasterio
Donde, envuelta en el luto y el misterio,
Fue Blanca de Borbón a llorar tanto.
Allí Isabel fortaleció su mente,
Y aquel claustro de Arévalo imponente
Fe le dio para entrar al mundo humano,
Dio vigor a su espíritu intranquilo,
Fue su primer asilo soberano,
Cual la Rábida fue primer asilo
Del Vidente del mundo americano.
Muerto Alfonso, su hermano,
En el convento de Ávila se encierra,
Y hasta allí van los grandes de la tierra,
Llenos de amor, a disputar su mano.
Ella da el triunfo de su amor primero
A su igual en grandeza y en familia,
Al que, rey de Sicilia,
Es de Aragón el príncipe heredero.
A tan gentil pareja
Con ensañado afán persigue y veja
De Enrique Cuarto la orgullosa corte;
Pero palpita el alma castellana
Que de Isabel en la gentil persona,
Más que la majestad de la corona,
Ve la virtud excelsa y soberana.
La España en Guadalete decaída,
Y luego en Covadonga renacida,
No vuelve a unirse, ni por grande impera,
Hasta que ocupa, sin rencor ni encono,
De Berenguela y Jaime el áureo trono,
El genio augusto de Isabel Primera.
Grande en su sencillez, es cual la aurora
Que al asomarse, todo lo ilumina;
Humilde en su piedad, cual peregrina
Va al templo en cada triunfo, y reza, y llora;
Nada a su gran espíritu le agobia:
Desbarata en Segovia
La infiel conjuración: libra a Toledo,
Fija de las costumbres la pureza,
El crimen blasonando en la nobleza
Castiga, vindicando al pueblo ibero:
Por todos con el alma bendecida,
Por todos con el alma idolatrada,
Rinde y toma vencida,
Edén de amores, la imperial Granada.
Dejadme que venere
A esa noble mujer... Llegóse un dia
En que un errante loco le pedía,
Ya por todos los reyes desdeñado,
Buscar un hemisferio, que veía
Allá en sus sueños por el mar velado.
No intento escudriñar el pensamiento
Del visionario que a Isabel se humilla.
¿La América es la Antilla
En que soñó Aristóteles? ¿La
Atlántida
Que Platón imagina en su deseo,
Y menciona en su diálogo el Timeo?
¿Escandinavos son los navegantes
Que cinco siglos antes
De que el insigne genovés naciera,
Fijo en Islandia su anhelar profundo,
Al piélago se arrojan animados,
Y son por ruda tempestad lanzados
A la región boreal del Nuevo Mundo?...
¡Yo no lo sé! Se ofusca la memoria
Entre la noche de la edad pasada;
Sólo hay tras esa noche una alborada:
Isabel y Colón: ¡la Fe y la Gloria!
¡Cuántos hondos martirios, cuántas penas
Sufrió Colón! ¡El dolo y la perfidia
Le siguen por doquier! ¡La negra envidia
Al vencedor del mar puso cadenas!
Maldice a Bobadilla y a Espinosa
La humanidad que amamantarlos plugo...
¡El hondo mar con voz estrepitosa
Aun grita maldición para el verdugo!
El mundo descubierto,
A hierro y viva sangre conquistado,
¿Fue solamente un lóbrego desierto?
¿Vive? ¿palpita? ¿crece? ¿ha progresado?
¡Ah sí! Tended la vista... Cien naciones,
Grandes en su riqueza y poderío,
Responden con sonoras pulsaciones
Al eco tosco del acento mío.
El suelo que Cortés airado y fiero,
Holló con planta osada,
Templando lo terrible de su espada
La dulzura y bondad del misionero,
Cual tuvo en Cuauhtemoc, que al mundo asombra
Tuvo después cien héroes: un Hidalgo,
Cuya palabra sempiterna vibra;
Un Morelos, en genio esplendoroso;
¡Un Juárez, el coloso
Que de la Europa y su invasión lo libra!
Bolívar, en Santa Ana y Carabobo,
Y en Ayacucho Sucre, son dos grandes,
Son dos soles de América en la historia,
Que tienen hoy por pedestal de gloria
Las cumbres gigantescas de los Andes.
¡Junín! el solo nombre
De esta epopeya mágica engrandece
El lauro inmarcesible de aquel hombre,
Que un semidiós al combatir parece.
Sucre, Silva, Salom, Córdoba y Flores,
Colombia, Lima, Chile, Venezuela,
En el Olimpo para todos vuela
La eterna fama, y con amor profundo
La ciñe eterna y fúlgida aureola:
¡Gigantes de la América española,
Hoy tenéis por altar al Nuevo Mundo!
Ningún rencor nuestro cariño entraña:
Del Chimborazo, cuya frente baña
El astro que a Colombia vivifica,
A la montaña estrella,
Que frente al mar omnipotente brilla,
Resuena dulce, sonorosa y bella
El habla de Castilla:
Heredamos su arrojo, su fe pura,
Su nobleza bravía.

¡Oh, España! juzgo mengua
Lanzarte insultos con tu propia lengua;
Que no cabe insultar a la hidalguía.
En nombre de Isabel, justa y piadosa,
En nombre de Colón, ningún agravio
Para manchar tu historia esplendorosa
Verás brotar de nuestro humilde labio.
¡A Colón, a Isabel el lauro eterno!
Abra el Olimpo su dorada puerta,
Y ofrezca un trono a su sin par grandeza:
Resuene en nuestros bosques el arrullo
Del aura errante entre doradas pomas:
Las flores en capullo
Denles por grato incienso sus aromas:
El volcán, pebetero soberano,
Arda incesante en blancas aureolas,
Y un himno cadencioso el mar indiano
Murmure eterno con sus verdes olas...
El universo en coro
Con arpas de cristal, con liras de oro,
Al ver a los latinos congregados,
Ensalce ante los pueblos florecientes
Por la América misma libertados,
Aquellos genios, soles esplendentes
De Colón e Isabel, y con profundo
Respeto santo y con amor bendito,
Libre, sereno, eterno, sin segundo,
Resuene sobre el Cosmos este grito:
¡Gloria al descubridor del Nuevo Mundo!
¡Gloria a Isabel, por quien miró cumplida
Su gigantesca empresa soberana!
¡Gloria, en fin, a la tierra prometida,
La libre y virgen tierra americana!
Santiago Nov 2015
La unica razon de mi adoración eres tu mi Jesús,
mi unico motivo para vivir eres tu mi señor,
mi unica verdad esta en ti eres mi luz y mi salvación,
mi unico amor eres tu Señor y por siempre te alabaré.

(CORO)
Tú eres todopoderoso eres grande y majestuoso,
eres fuerte, invencible y no hay nadie como Tú.
Tú eres todopoderoso eres grande y majestuoso,
eres fuerte, invencible y no hay nadie como Tú.

la unica razon de mi adoración eres tu mi Jesús,
mi unico motivo para vivir eres tu mi señor,
mi unica verdad esta en ti eres mi luz y mi salvación,
mi unico amor eres tu Señor y por siempre te alabaré.
(CORO)
tu eres ...
Invitación al llanto.  Esto es un llanto,
      ojos, sin fin, llorando,
escombrera adelante, por las ruinas
        de innumerables días.
Ruinas que esparce un cero -autor de nadas,
obra del hombre-, un cero, cuando estalla.
Cayó ciega.  La soltó,
la soltaron, a seis mil
metros de altura, a las cuatro.
¿Hay ojos que le distingan
a la Tierra sus primores
desde tan alto?
¿Mundo feliz? ¿Tramas, vidas,
que se tejen, se destejen,
mariposas, hombres, tigres,
amándose y desamándose?
No. Geometría.  Abstractos
colores sin habitantes,
embuste liso de atlas.
Cientos de dedos del viento
una tras otra pasaban
las hojas
-márgenes de nubes blancas-
de las tierras de la Tierra,
vuelta cuaderno de mapas.
Y a un mapa distante, ¿quién
le tiene lástima? Lástima
de una pompa de jabón
irisada, que se quiebra;
o en la arena de la playa
un crujido, un caracol
roto
sin querer, con la pisada. 
Pero esa altura tan alta
que ya no la quieren pájaros,
le ciega al querer su causa
con mil aires transparentes.
Invisibles se le vuelven
al mundo delgadas gracias:
La azucena y sus estambres,
colibríes y sus alas,
las venas que van y vienen,
en tierno azul dibujadas,
por un pecho de doncella.
¿Quién va a quererlas
si no se las ve de cerca?
Él hizo su obligación:
lo que desde veinte esferas
instrumentos ordenaban,
exactamente: soltarla
al momento justo.                                   Nada.
Al principio
no vio casi nada.  Una
mancha, creciendo despacio,
blanca, más blanca, ya cándida.
¿Arrebañados corderos?
¿Vedijas, copos de lana?
Eso sería...
¡Qué peso se le quitaba!
Eso sería: una imagen
que regresa.
Veinte años, atrás, un niño.
Él era un niño -allá atrás-
que en estíos campesinos
con los corderos jugaba
por el pastizal.  Carreras,
topadas, risas, caídas
de bruces sobre la grama,
tan reciente de rocío
que la alegría del mundo
al verse otra vez tan claro,
le refrescaba la cara.
Sí; esas blancuras de ahora,
allá abajo
en vellones dilatadas,
no pueden ser nada malo:
rebaños y más rebaños
serenísimos que pastan
en ancho mapa de tréboles.
Nada malo.  Ecos redondos
de aquella inocencia doble
veinte años atrás: infancia
triscando con el cordero
y retazos celestiales,
del sol niño con las nubes
que empuja, pastora, el alba.
 
Mientras,
detrás de tanta blancura
en la Tierra -no era mapa-
en donde el cero cayó,
el gran desastre empezaba.Muerto inicial y víctima primera:
lo que va a ser y expira en los umbrales
del ser. ¡Ahogado coro de inminencias!
Heráldicas palabras voladoras
-«¡pronto!», «¡en seguida!», «¡ya!»- nuncios de dichas
colman el aire, lo vuelven promesa.
Pero la anunciación jamás se cumple:
la que aguardaba el éxtasis, doncella,
se quedará en su orilla, para siempre
entre su cuerpo y Dios alma suspensa.
¡Qué de esparcidas ruinas de futuro
por todo alrededor, sin que se vean!
Primer beso de amantes incipientes.
¡Asombro! ¿Es obra humana tanto gozo?
¿Podrán los labios repetirlo?  Vuelan
hacia el segundo beso; más que beso,
claridad quieren, buscan la certeza
alegre de su don de hacer milagros
donde las bocas férvidas se encuentran.
¿ Por qué si ya los hálitos se juntan
los labios a posarse nunca llegan?
Tan al borde del beso, no se besan.
Obediente al ardor de un mediodía
la moza muerde ya la fruta nueva.
La boca anhela el más celado jugo;
del anhelo no pasa.  Se le niega
cuando el labio presiente su dulzura
la condensada dentro, primavera,
pulpas de mayo, azúcares de junio,
día a día sumados a la almendra.
Consumación feliz de tanta ruta,
último paso, amante, pie en el aire,
que trae amor adonde amor espera.
Tiembla Julieta de Romeos próximos,
ya abre el alma a Calixto, Melibea.
Pero el paso final no encuentra suelo.
¿Dónde, si se hunde el mundo en la tiniebla,
si ya es nada Verona, y si no hay huerto?
De imposibles se vuelve la pareja.
¿Y esa mano -¿de quién?-, la mano trunca
blanca, en el suelo, sin su brazo, huérfana,
que buscas en el rosal la única abierta,
y cuando ya la alcanza por el tallo
se desprende, dejándose a la rosa,
sin conocer los ojos de su dueña?
¡Cimeras alegrías tremolantes,
gozo inmediato, pasmo que se acerca:
la frase más difícil, la penúltima,
la que lleva, derecho, hasta el acierto,
perfección vislumbrada, nunca nuestra!
¡Imágenes que inclinan su hermosura
sobre espejos que nunca las reflejan!
¡Qué cadáver ingrávido: una mañana
que muere al filo de su aurora cierta!
Vísperas son capullos. Sí, de dichas;
sí, de tiempo, futuros en capullos.
¡Tan hermosas, las vísperas!
                                                          ¡Y muertas!¿Se puede hacer más daño, allí en la Tierra?
Polvo que se levanta de la ruina,
humo del sacrificio, vaho de escombros
dice que sí se puede.  Que hay más pena.
Vasto ayer que se queda sin presente,
vida inmolada en aparentes piedras.
¡Tanto afinar la gracia de los fustes
contra la selva tenebrosa alzados
de donde el miedo viene al alma, pánico!
Junto a un altar de azul, de ola y espuma,
el pensar y la piedra se desposan;
el mármol, que era blanco, es ya blancura.
Alborean columnas por el mundo,
ofreciéndole un orden a la aurora.
No terror, calma pura da este bosque,
de noble savia pórtico.
Vientos y vientos de dos mil otoños
con hojas de esta selva inmarcesible
quisieran aumentar sus hojarascas.
Rectos embisten, curvas les engañan.
Sin botín huyen. ¿Dónde está su fronda?
No pájaros, sus copas, procesiones
de doncellas mantienen en lo alto,
que atraviesan el tiempo, sin moverse.
Este espacio que no era más que espacio
a nadie dedicado, aire en vacío,
la lenta cantería lo redime
piedras poniendo, de oro, sobre piedras,
de aquella indiferencia sin plegaria.
Fiera luz, la del sumo mediodía,
claridad, toda hueca, de tan clara
va aprendiendo, ceñida entre altos muros
mansedumbres, dulzuras; ya es misterio.
Cantan coral callado las ojivas.
Flechas de alba cruzan por los santos
incorpóreos, no hieren, les traen vida
de colores.  La noche se la quita.
La bóveda, al cerrarse abre más cielo.
Y en la hermosura vasta de estos límites
siente el alma que nada la termina.
Tierra sin forma, pobre arcilla; ahora
el torno la conduce hasta su auge:
suave concavidad, nido de dioses.
Poseidón, Venus, Iris, sus siluetas
en su seno se posan.  A esta crátera
ojos, siempre sedientos, a abrevarse
vienen de agua de mito, inagotable.
Guarda la copa en este fondo oscuro
callado resplandor, eco de Olimpo.
Frágil materia es, mas se acomodan
los dioses, los eternos, en su círculo.
Y así, con lentitud que no descansa,
por las obras del hombre se hace el tiempo
profusión fabulosa.  Cuando rueda
el mundo, tesorero, va sumando
-en cada vuelta gana una hermosura-
a belleza de ayer, belleza inédita.
Sobre sus hombros gráciles las horas
dádivas imprevistas acarrean.
¿Vida?  Invención, hallazgo, lo que es
hoy a las cuatro, y a las tres no era.
Gozo de ver que si se marchan unas
trasponiendo la ceja de la tarde,
por el nocturno alcor otras se acercan.
Tiempo, fila de gracias que no cesa.
¡Qué alegría, saber que en cada hora
algo que está viniendo nos espera!
Ninguna ociosa, cada cual su don;
ninguna avara, todo nos lo entregan.
Por las manos que abren somos ricos
y en el regazo, Tierra, de este mundo
dejando van sin pausa
novísimos presentes: diferencias.
¿Flor?  Flores. ¡Qué sinfín de flores, flor!
Todo, en lo igual, distinto: primavera.
Cuando se ve la Tierra amanecerse
se siente más feliz.  La luz que llega
a estrecharle las obras que este día
la acrece su plural. ¡Es más diversa!El cero cae sobre ellas.
Ya no las veo, a las muchas,
las bellísimas, deshechas,
en esa desgarradora
unidad que las confunde,
en la nada, en la escombrera.
Por el escombro busco yo a mis muertos;
más me duele su ser tan invisibles.
Nadie los ve: lo que se ve son formas
truncas; prodigios eran, singulares,
que retornan, vencidos, a su piedra.
Muertos añosos, muertos a lo lejos,
cadáveres perdidos,
en ignorado osario perfecciona
la Tierra, lentamente, su esqueleto.
Su muerte fue hace mucho.  Esperanzada
en no morir, su muerte. Ánima dieron
a masas que yacían en canteras.
Muchas piedras llenaron de temblores.
Mineral que camina hacia la imagen,
misteriosa tibieza, ya corriendo
por las vetas del mármol,
cuando, curva tras curva, se le empuja
hacia su más, a ser pecho de ninfa.
Piedra que late así con un latido
de carne que no es suya, entra en el juego
-ruleta son las horas y los días-:
el jugarse a la nada, o a lo eterno
el caudal de sus formas confiado:
el alma de los hombres, sus autores.
Si es su bulto de carne fugitivo,
ella queda detrás, la salvadora
roca, hija de sus manos, fidelísima,
que acepta con marmóreo silencio
augusto compromiso: eternizarlos.
Menos morir, morir así: transbordo
de una carne terrena a bajel pétreo
que zarpa, sin más aire que le impulse
que un soplo, al expirar, último aliento.
Travesía que empieza, rumbo a siempre;
la brújula no sirve, hay otro norte
que no confía a mapas su secreto;
misteriosos pilotos invisibles,
desde tumbas los guían, mareantes
por aguja de fe, según luceros.
Balsa de dioses, ánfora.
Naves de salvación con un polícromo
velamen de vidrieras, y sus cuentos
mármol, que flota porque vista de Venus.
Naos prodigiosas, sin cesar hendiendo
inmóviles, con proas tajadoras
auroras y crepúsculos, espumas
del tumbo de los años; años, olas
por los siglos alzándose y rompiendo.
Peripecia suprema día y noche,
navegar tesonero
empujado por racha que no atregua:
negación del morir, ansia de vida,
dando sus velas, piedras, a los vientos.
Armadas extrañísimas de afanes,
galeras, no de vivos, no de muertos,
tripulaciones de querencias puras,
incansables remeros,
cada cual con su remo, lo que hizo,
soñando en recalar en la celeste
ensenada segura, la que está
detrás, salva, del tiempo.¡Y todos, ahora, todos,
qué naufragio total, en este escombro!
No tibios, no despedazados miembros
me piden compasión, desde la ruina:
de carne antigua voz antigua, oigo.
Desgarrada blancura, torso abierto,
aquí, a mis pies, informe.
Fue ninfa geométrica, columna.
El corazón que acaban de matarle,
Leucipo, pitagórico,
calculador de sueños, arquitecto,
de su pecho lo fue pasando a mármoles.
Y así, edad tras edad, en estas cándidas
hijas de su diseño
su vivir se salvó.  Todo invisible,
su pálpito y su fuego.
Y ellas abstractos bultos se fingían,
pura piedra, columnas sin misterio.
Más duelo, más allá: serafín trunco,
ángel a trozos, roto mensajero.
Quebrada en seis pedazos
sonrisa, que anunciaba, por el suelo.
Entre el polvo guedejas
de rubia piedra, pelo tan sedeño
que el sol se lo atusaba a cada aurora
con sus dedos primeros.
Alas yacen usadas a lo altísimo,
en barro acaba su plumaje célico.
(A estas plumas del ángel desalado
encomendó su vuelo
sobre los siglos el hermano Pablo,
dulce monje cantero).
Sigo escombro adelante, solo, solo.
Hollando voy los restos
de tantas perfecciones abolidas.
Años, siglos, por siglos acudieron
aquí, a posarse en ellas; rezumaban
arcillas o granitos,
linajes de humedad, frescor edénico.
No piso la materia; en su pedriza
piso al mayor dolor, tiempo deshecho.
Tiempo divino que llegó a ser tiempo
poco a poco, mañana tras su aurora,
mediodía camino de su véspero,
estío que se junta con otoño,
primaveras sumadas al invierno.
Años que nada saben de sus números,
llegándose, marchándose sin prisa,
sol que sale, sol puesto,
artificio diario, lenta rueda
que va subiendo al hombre hasta su cielo.
Piso añicos de tiempo.
Camino sobre anhelos hechos trizas,
sobre los días lentos
que le costó al cincel llegar al ángel;
sobre ardorosas noches,
con el ardor ardidas del desvelo
que en la alta madrugada da, por fin,
con el contorno exacto de su empeño...
Hollando voy las horas jubilares:
triunfo, toque final, remate, término
cuando ya, por constancia o por milagro,
obra se acaba que empezó proyecto.
Lo que era suma en un instante es polvo.
¡Qué derroche de siglos, un momento!
No se derrumban piedras, no, ni imágenes;
lo que se viene abajo es esa hueste
de tercos defensores de sus sueños.
Tropa que dio batalla a las milicias
mudas, sin rostro, de la nada; ejército
que matando a un olvido cada día
conquistó lentamente los milenios.
Se abre por fin la tumba a que escaparon;
les llega aquí la muerte de que huyeron.
Ya encontré mi cadáver, el que lloro.
Cadáver de los muertos que vivían
salvados de sus cuerpos pasajeros.
Un gran silencio en el vacío oscuro,
un gran polvo de obras, triste incienso,
canto inaudito, funeral sin nadie.
Yo sólo le recuerdo, al impalpable,
al NO dicho a la muerte, sostenido
contra tiempo y marea: ése es el muerto.
Soy la sombra que busca en la escombrera.
Con sus siete dolores cada una
mil soledades vienen a mi encuentro.
Hay un crucificado que agoniza
en desolado Gólgota de escombros,
de su cruz separado, cara al cielo.
Como no tiene cruz parece un hombre.
Pero aúlla un perro, un infinito perro
-inmenso aullar nocturno ¿desde dónde?-,
voz clamante entre ruinas por su Dueño.
Santiago Nov 2015
no le des espacio a lo negativo
aunque pronostiquen días de mal tiempo
se escucha un polluelo que calló del nido
expande hoy tus alas y remonta el vuelo
tu naciste para ver las cosas desde arriba
conquista las alturas piensa positivo
renueva hoy tu mente, pues

coro
La sangre de Cristo es vida
hay victoria segura en él
estudiando y guardando su palabra
lo esperaras y todo te saldrá bien.

II
Procura no mirar ese panorama
que hacen que tus sueños sean como desvelos
no escuches voces incierta y extrañas
que solo ponen peso sobre tus espaldas
Tú naciste para ver las cosas desde arriba
conquista las alturas piensa positivo
renueva hoy tu mente pues.

coro
La sangre de Cristo es vida
hay victoria segura en él
estudiando y guardando su palabra
lo esperaras y todo te saldrá bien.

La sangre de Cristo es vida
hay victoria segura en él
estudiando y guardando su palabra
lo esperaras y todo te saldrá bien.

La sangre de Cristo es vida.
Santiago Nov 2015
Mejor es un día en la Casa de Dios,
que mil años lejos de El.
Prefiero un rincón en la Casa de Dios,
que todo el palacio de un Rey (x2)

Coro:
Ven conmigo a la Casa de Dios,
celebraremos juntos su amor;
haremos fiesta en honor,
de Aquél que nos amó.
Estando aquí en la Casa de Dios,
alegraremos su corazón;
le brindaremos ofrendas,
de obediencia y amor.

En la Casa de Dios

Arde mi alma, arde de amor;
por Aquél que me dio la vida.
Por eso le anhela, mi corazón;
anhela de su compañía (x2)

Coro: (x2)
Ven conmigo a la Casa de Dios,
celebraremos juntos su amor;
haremos fiesta en honor,
de Aquél que nos amó.
Estando aquí en la Casa de Dios,
alegraremos su corazón;
le brindaremos ofrendas,
de obediencia y amor.
En la grana de un prado sanguíneo
o en un bosque de cabezas cercenadas,
la viuda reclama la carne
de un párvulo *******.

Allí donde entonan sus voces
un coro de lamentos disonantes.
Reniega de su apetito
la matriarca del barrio francés

Pues los gritos de Joliet
no inquietan su consciencia,
cosechan en cambio,
un jardín de culposos deleites

Placeres como solo admite,
la maquiavelia de una gioconda
que envuelta en lujosos atavíos
extiende sus garras al inocente
.
Ni hablar del perjurio voraz,
que oculta a la fantasía
la marea virgen del infortunio
y el propio siniestro.

La desesperación de una madre
que devora a sus hijos con el don de Saturno.

Para la que no hay erotismo
sino aquel que evoca
el rigor cadavérico.

Vapores que ascienden
desde el lecho en descomposición,
y alimentan su magia.

Celebran el cruento dolor del infante,
con la mirada de espanto
apenas visible en el carmesí
de sus finas pestañas

Porque es claro como la luna
y tan cierto como la muerte
que en la viuda no hay gozo,
sin el grito que desgarra la noche.

Sin la brea que desciende
sobre el horizonte,
y la angustia que acompaña
la pasión de la masacre.
... o mejor dicho, la viuda de Jacques Paris, Marie Laveau, la maga del Misisipi y su muñeca  Joliet, a quienes olvidara la historia por imitar a los titanes y consumir a sus hijos con el vigor de las masas famélicas
Santiago May 2015
"quiero cantar,
encontre que al cantar
me sentia mas cerca
de el, era algo indescriptible"

Yo te busco,
yo te busco,
con fuego en mi corazon.

Yo te busco,
yo te busco,
recibe mi adoracion.

CORO

Te anelo,
te necesito,
te AMO
mas q a mi ser.

.......................

"Yo te busco"

Yo te busco,
yo te busco,
con fuego en mi corazon

Yo te busco,
yo te busco,
revibe mi adoracion

Coro

Te anelo,
te necesito,
te AMO
mas q ami ser

Te anelo,
te necesito,
te AMO
mas q ami ser.
mas q ami ser.
mas q ami ser.
Santiago Nov 2015
TOMAME SEÑOR YO TE ENTREGO EL CORAZON NUEVO QUIERO SER CAMBIAME
CON TU AMOR TU ERES REAL MILAGROSO REDENTOR MANIFIESTATE AQUI
AL RENDIRTE ADORACION

CORO
SIENTO SU GLORIA ES SU PRESENCIA SON SUS MANOS SANANDO MÍ SER

CORO
SIENTO SU GLORIA ES SU PRESENCIA SON SUS MANOS SANANDO MÍ SER
¿Sevilla?... ¿Granada?... La noche de luna.
Angosta la calle, revuelta y moruna,
de blancas paredes y obscuras ventanas.
Cerrados postigos, corridas persianas...
El cielo vestía su gasa de abril.Un vino risueño me dijo el camino.
Yo escucho los áureos consejos del vino,
que el vino es a veces escala de ensueño.
Abril y la noche y el vino risueño
cantaron en coro su salmo de amor.La calle copiaba, con sombra en el muro,
el paso fantasma y el sueño maduro
de apuesto embozado, galán caballero:
espada tendida, calado sombrero...
La luna vertía su blanco soñar.Como un laberinto mi sueño torcía
de calle en calleja. Mi sombra seguía
de aquel laberinto la sierpe encantada,
en pos de una oculta plazuela cerrada.
La luna lloraba su dulce blancor.La casa y la clara ventana florida,
de blancos jazmines y nardos prendida,
más blancos que el blanco soñar de la luna...
-Señora, la hora, tal vez importuna...
¿Que espere? (La dueña se lleva el candil).Ya sé que sería quimera, señora, mi sombra
galante buscando a la aurora
en noches de estrellas y luna, si fuera
mentira la blanca nocturna quimera
que usurpa a la luna su trono de luz.¡Oh dulce señora, más cándida y bella
que la solitaria matutina estrella
tan clara en el cielo! ¿Por qué silenciosa
oís mi nocturna querella amorosa?
¿Quién hizo, señora, cristal vuestra voz?...La blanca quimera parece que sueña.
Acecha en la obscura estancia la dueña.
-Señora, si acaso otra sombra, emboscada
teméis, en la sombra, fiad en mi espada...
Mi espada se ha visto a la luna brillar.¿Acaso os parece mi gesto anacrónico?
El vuestro es, señora, sobrado lacónico.
¿Acaso os asombra mi sombra embozada,
de espada tendida y toca plumada?...
¿Seréis la cautiva del moro Gazul?Dijéraislo, y pronto mi amor os diría
el son de mi guzla y la algarabía
más dulce que oyera ventana moruna.
Mi guzla os dijera la noche de luna,
la noche de cándida luna de abril.Dijera la clara cantiga de plata
del patio moruno, y la serenata
que lleva el aroma de floridas preces
a los miradores y a los ajimeces,
los salmos de un blanco fantasma lunar.Dijera las danzas de trenzas lascivas,
las muelles cadencias de ensueños, las vivas
centellas de lánguidos rostros velados,
los tibios perfumes, los huertos cerrados;
dijera el aroma letal del harén.Yo guardo, señora, en viejo salterio
también una copla de blanco misterio,
la copla más suave, más dulce y más sabia
que evoca las claras estrellas de Arabia
y aromas de un moro jardín andaluz.Silencio... En la noche la paz de la luna
alumbra la blanca ventana moruna.
Silencio... Es el musgo que brota, y la hiedra
que lenta desgarra la tapia de piedra...
El llanto que vierte la luna de abril.-Si sois una sombra de la primavera
blanca entre jazmines, o antigua quimera
soñada en las trovas de dulces cantores,
yo soy una sombra de viejos cantares,
y el signo de un álgebra vieja de amores.Los gayos, lascivos decires mejores,
los árabes albos nocturnos soñares,
las coplas mundanas, los salmos talares,
poned en mis labios;
yo soy una sombra también del amor.Ya muerta la luna, mi sueño volvía
por la retorcida, moruna calleja.
El sol en Oriente reía
su risa más vieja.
Mateuš Conrad Oct 2020
.and i wrote this... back in January of... perhaps this year... a disclaimer: bones and prose... to have reached a traction of nearing 1.4K readers elsewhere: i don't expect the same numbers here... of that i am imploring... but i want to remember something: i probably misjudged celebrating the worth of Dickens' Pickwick Papers... the moment i heard it was... an imitation of Don Quixote - it was fun to read... before i was reading the papers via the gresham publishing company edition from... oh the 19th century... that's before the book started falling apart from actually being re(a)d: no matter the decency of binding... flimsy papyrus in the end... good enough to look at when stacked on a shelf and an artifact for the eyes... so i decided to finish reading the papers... 2nd hand penguin modern... as ever... why do they write these synopsis spoilers... even a mere allusion to: 'the pickwick papers are the english don quixote'... you know... when reading this book without a synopsis-of-allusion... i very much enjoyed it... but since i have re(a)d Don Quixote... and... frankly... the ballet by the royal opera house was par excellence... now i don't feel so inclined as to be motivated enough to celebrate Dickens anymore... notably to boot there was that essay by Milan Kundera.... as any continental european: not much of english literary adventures is given much thought: it appeal to the everyman but... that's my problem too... Shakespeare is great... when recited... not when read... you require good acting to appreciate shakespeare... a stand-alone dynamic of me: reader of Shakespeare? it's not a selling point... it doesn't feel right! shakespeare? isn't that a household noun akin to chair... hammer... why would it need a capital S(igma): to focus on... what... exactly? shakespeare, hammer, nail, towel... fridge-freezer... fork... muhammad ibn abdullah ibn abd al-muttalib... hey-zeus ben josephus... flour... cheese... i was going to enjoy the pickwick papers to the end but then the disclaimer that it's an imitation don quixote tale... and suddenly the fire - of eagerness... became a stalemate of cinders and stealthy coals... no, clearly the milan kundera essay didn't help either: who would want to reread don quixote: i know some people do reread books... i don't understand my grandmother in that respect... or... i remember when it school we were governed by repetitions of rubric... i hope: prose is where allowances for voyeurism / exhibitionism come to the fore... third party details summoned... that sort of "thing"... but of course i wanted something original to come to the fore... a proverb... it might be persian but it might be absolutely original from circa the baltic region: in between all that's west and russia... a corridor of peoples and nations that... given the greenwich mean time would have to incorporate Greece... and most probably Egypt... and Israel... it reads: all in capital to escape this myopia claustrophobia fudge of paragraph: BETTER A SPARROW IN YOUR HAND, THAN A DOVE UPON YOUR ROOF... years later a proverb would have to be disguised in cosmopolitan spreschen by some "****" of a bachelor... with his 'categorical imperative'... ah... a proverb isn't... that? i like the nuances of proverbs... blindly walking to metaphors... or not expecting a rigidity of life dictated by the already creasing formality language tools: dear sir, yours faithfully vs. yours sincerely... ms. vrs. mrs. informally email: hello! ****-wit! rather than... penned to paper and carrier pigeon bound... stamp! stamp! lick! dear... besides... as you get older and drinking is still a quenching of "thirst" you allude to nicknames for certain spirits: ***** becomes a headache of pravda (truth) while whiskey becomes ms. amber... beer is notoriously gods' ****... along with cider and mead... etc. what is a black cracovite... oh... you know... just an alternative to a tequila shot i invented hearing the story about... once upon a time in cracow... it was snowing... it was snowing a soot-esque sort of snow... the lonely chimney of aushwitz... wa puffing up in all its glory... in english it can translate to: well... what haven't i to thank for... or the jews... to thank for... that these lands are the remains of... at least children might be inclined to play games at the foundation of pyramids... we sure as hell did... near Ypres... in world war I trenches... i can't imagine what games children might invent in these... teutonic strongholds of totenkopfschwatzen... i would gladly send each brick by brick to the rightful owners of these camps: 1000 years from now it might be disguided that... under the auspicious rule of king Casimir's ghost these were "our" original intent... it ruins the land but preserves the memory of a people more invested in a newly established state of the Levant... yes... i need to figure out the paragraph: i need to revisit it more often: this slender-manning of a verse esque casccade doesn't aid me: i need to replica congestion and myopia and all that's cosmopolitan "nice"... what is a black cracovite... for years i wanted to land in the old capital when visit my grandparents... warsaw was always too far removed... like london already is... back toward glorifying Cracow and some elder supreme of the Piast dynasty... that this is written in english and not in native... well... it shouldn't have been written by an englishman with all his darwinistic / anglican / atheistic / rational / ayn rand borrowed sensibilities... a black cracovite as far as i can tell is... a spin on a tequila short... one requires smoking a cigarette... the ash is deposited on a licked space between the thumb and index finger... the ash is licked... a shot of ***** is made ready... what replaces the bite of a lemon is a grit of black pepper... yes... i have to invest in a paragraph more: for all its congestive phalanx remedies: i posit this the most redeeming: remedying... closure... it's far removed from airing out grievances when words cascade... now i should have concerns for contending... imitations... cheap-sell-offs of these words... outlandishly left to the open cringe of... simply-leash: i'll probably trail off on a ***-note, a falsetto... absolutely necessary... one cannot feed too many expectations without feeding those necessarily in pursuit of sustenance... be gone! countess bathory-veneer!

this is truly a welcome break from:

freeing all the drafts -
which i imagined to be equivalent, or rather:
the 2nd parallel of the original adjecent -

i imagined it would feel like:
releasing doves with laurel branches firmly
lodged in their beaks -
just as the waters of the flood would recede...

but it truly felt like:
the inversion of the diarrhoea-constipation
"paradox"... because it felt like both,
but never giving me a clue as to
what was more prominent -

the sharp edge of a knife -
or the horizon when the sky becomes
the sea far away....

i'm not ashamed to throw this onto the fore...
it happened to me once...
but on purpose...
i wanted to compensate marquis de sade's
antic in a brothel when he implored
the ******* to turn the crucifix into
a ***** into his decapitated precursor
of a mary antoinette... puppet...

profanity in images and all the other seances
of the senses...
i wouldn't go as far as to make the crucifix
profane... or do anything profane
with it...

only the words...
hic (est) mea corpus - hic (est) mea cruor...
this is my body - this is my blood...
and i am aware the mead is the gods' ****
when they're in a good mood - all... jolly...
and that beer is the gods' **** when
laughter hits a dry run...
and that ms. amber or whiskey is but:
the blood of the gods...

i had to corrupt it...
to prove to myself: that i am not a god...
it was quiet simple...
once upon a time i was drinking
a glass of wine...
and as you do... on a whim...
i decided to **** into it...
perhaps all that drinking prior would
give me something to elevate the palette
of exploration that was to come...

hmm... at least that sorts out
hic: mea cruor... *** urinae...
but back then i did that on purpose...
and if only this was a desert scenario...
and i would have to drink my own *****
to survive...
well... i just thought: here's to starving
from a lack of better imagery...

i will come unto some Horace in a minute...
i don't know how i managed to find
this citation - it's only very losely related...
and yes i will showcase another draft from
May of last year...

but today i was unsure...
did i leave yesterday's pepsi max bottle
with only the stale pepsi left...
or did i forget to do the lazy sly wee whizz
jumping out of bed in the middle of
the night...
but i already poured this "cocktail"
over two shots of whiskey...
and i'm hardly desperate but...
my original intention of alligning myself
to the profanity of the crucifix...
i had to somehow make profanity
of the wine...

since i am... thinking how to compensate
being satisfied with wine...
how the ancient world was always
satisfied with wine...
the story of the 3 ambers of the north...
the beer, the mead and the whiskey...
all in a varying degree...
but i will not bow before the blood of a god
that's so... diluted...
whiskey yes... that can be blood indeed...
otherwise it's down in the trench
with gods' **** - mead if they are in a good
mood... beer if they are in a talkative mood...

thank god i wasn't thinking:
better salvage those two shots of whiskey
and drink this cocktail of the "ultimate" surprise...
and apparently eating a woman's
placenta is good for you...
as was... apparently once... breastmilk...
funny... give me the milk of a cow or a goat
and i'll show you: one dislocated thumb...
one dislocated distal + intermediate phalange
from the index finger of the right hand's
proximal phalange... no broken bones...

knock-knock... who's there? touchwood superstition.

it's not as bad as it sounds...
stale, yes...
but i am also known for sometimes
performing the antithesis of drinking tequilla...
*****... i'll sprinkle some cigarette ash
onto my hand... lick it... take a shot of *****
then throw one or two black peppercorns into
my mouth for the crunch...
each drinker and his own myths... right?
i call that the black cracovite...
cracow being so close to aushwitz...
and once it snowed and they thought it was
snowing... sure... ash from the furnaces
of aushwitz... here's my ode to... the dead...
in a drink...

hell better a cracovite than a cracowite, white?
i mean: right? seriously: low hanging fruit,
the elephant's testicles...

i will never understand this whole veneration
of wine: in vino veritas...
these days wine is better drank by women
and castrated monarchs of the clergy...
i had to check... so i ****** in my holy grail...
and guess what didn't come out
the other end? gods' **** (beer and wine)
or gods' blood (whiskey and wine)...
just this stale, almost bland...
water with a pinch of grape that has been
left to sit in a puddle on some
industrial estate in dagenham enjoying
the ripe downpouring of chemicals
that leave it with a rainbow of diluted
petroleum...

akin to: try shoving that sort of doughnut
into this kind of pile of ****...
not that i would...
but i have also been prone to test
99.9% spirits... or 96% absinthe...
with a locust mummified in the bottle's neck...
from Amsterdam...

i had to rethink: why become engaged...
when chances are...
to the displeasure of someone who read:
but never bought my work...
the self-editorial process...
the self-publishing process could be...
guillotined on a whimsical constipation
of a "dear reader"...
as it might happen...

again... Horace and the perfect example
of poetry with conversational overtones...
poetry as prosaic...
my god... paper was expensive back in old
Horace's days... surely you would need
something spectacular to write:
like a psilocybin trip account word for word:
wrong!
a certain don juan said to a certain
carlos castaneda: don't bring back words from
such experiences...
but of course: they did...
upon once upon a time loving the beatniks...
i started to abhor them...
getting drunk and smoking "something"
is one thing... exposing the altars of solipsism
of such experiences: words intact...
is a profanity...
each dream is individually curated
to the dreamer... the introduction of words
to relate back... for some next be disciple...
the "drugs" / portals of escapism are already
contaminated...

why wouldn't i: even if these are only
objective recounts of an experience?
perhaps because... they are subjectivelly null...
there are only the comparable heights of Gideon...
such experiences are best: kept to each individual's
right to enjoy... a freedom of thought...
and of silence...
each keeps a secret...
but what secret is left?
when the objective parameters have already
been stated?
i see no point... better down and finding
it at the end of a bottle...
or... ******* into a glass of wine
and drinking it...

they have been contaminated by words that
have been retrieved from such experiences
that (a) no one should talk about...
(b) surprise! the objective reality already
being stated as altered...
am i going to a ******* cinema with my body...
or am i going to a surprise
gallery with my thought?
doesn't matter... word contamination...
bigmouth struck his final last time!
at least the remains is what gives me
the labyrinth... the blood the **** you name
it the three sisters amber... for all i care...
it's readily available: make do...
with what's already been given.

me? i drink for that very special date...
monday 9 march 2020...
when all the orthodox jews get drunk...
that's one of those celebrations i wouldn't mind
being a part of... purim, festival of Lots,
funny... that period of history...
the Persian aspect of the hebrews...
never made it to the big screen...
seeing modern day Iran as day-old Persia
in muslim garbs...
we're still only seeing the: African adventure...
perhaps once the dust has settled...
we will get the Persian installement...
and then... oh... **** it...
we're all in it for the long run...
then when christianity is no longer useful...
the Roman bit of history...
and how the hebrews conspired with the greeks...
2000 years later we'll probably see
some prince of egypt cartoon movie
of the pristine romance and a mention of germany...
not yet... ****'s still to ripe to entertain
the universal child and children...
no screen adaptation from "their" time in Persia...
songs... we have songs!
Verdi's Nabucco - the chorus...
perhaps only in song from Persia and always
with movies and hieroglyphs when from Egypt...

but the festivity... of course! i'll celebrate...
cf. though... Puccini's coro a bocca chiusa -
the humming chorus...
before the band enigma... i am pretty sure my mother
would crank up the volume to at least
one of these songs... should they come on the radio...
i'm still to hear christopher young's:
something to think about - to be on air...
and to also be treated as a piece of classical music...
if wojciech kilar's dracula soundtrack can be treated
as classical music... what's wrong with a little
bit of hellraiser?!

perhaps, "again" is this desecration of the sacred not,
simply hanging in the background,
all, the, ******, time?
who is to celebrate wine giving it a god's blood
status in sips? one is expected to somehow become
drunk on the passion!
no one is here for crumbs of sips!
first they came for the loaf of bread...
and said you should fast and eat only a crumb...
then they came for the bottle of wine...
and said you should abstain and drink only a sip...
then they came for *** and by then
vatican was a monaco with better tax protections...

it's an investement: having to **** into a glass
of wine you're about to drink...
worse... you accidently "forgot" about
******* into some left-over pepsi max
and you're making yourself a cocktail
with one of the graeae ambers - 2x -
and you wonder: is this the proper state
of carbonated water, stale?
but i'm hardly going to bash the crucifix...
i'm here for the words...

the... transfiguration of the wine into blood...
and i say of my gods:
and here is their **** - beer and mead...
and here's their blood: the three graeae ms. ambers...
see no: clearer? no... happier?

i will get onto ancient roman poetics
with its conversational overtones in a minute!
first we have to settle the sacraments!
the metaphors and the sacraments!
i have no ivar the boneless claim of god...
season 6? to be honest...
i'd rather watch an english soap opera...
at least the intricacy of the plot remains...
even though it has been recycled
so many times...

i can't **** out the gods' ***** even if it was
stale beer... or ideal mead...
as i can't leisure a Seneca's bath filled
with the blood of the immortals...
problem solved... "problem":
as if it ever was...

why, Horace? a very short rhetorical retort:
if Dante had his Virgil...
why can i have my Horace, as guide?
again... what Roman poet could venture for
ambitions among the myths -
or extend his "consciousness"
to devastate the land and become
the mad Xerxes wanting the waves
of a sea whipped into submission?
why, Horace? if Dante could have his Virgil...

poetry... at least among the roman poets
there's no boxed in a box "without" a "box"...
the conversational overtones are ripe...
the almost complete lack of
character dimensions... beside their dimensions
from anecdotes...

to difuse wine, to desecrate the hic mea cruor...
**** in it!
then drink it...
or have one of my antithesis of a tequilla surprise
with me...
smoke a cigarette... drop some ash on the lick-part
of the space between the thumb
and the index metacarpal... lick it...
follow it with a shot of *****...
then throw some black peppercorns
into the hades of your gob
and we've arrived at the black cracovite...

and also the day when the orthodox jews
recant their story of their time
in Persia... the festivity of Lots...
when they become blind drunk and pretend to
have the sort of alcohol intolerence as
the Japanese... 1 shot! just 1 shot:
and hey! they throw their kippahs in
the air and we can all dance the ukranian 'opak!

looks good to me!
but only looks good...
when there's this plump drunk playing the accordion:
i.e. me,
and there's the sort of adrew rieu directing
an upcoming crescendo of a poliushko polie...
and we can all leave the auditorium
feeling, less than russophobic...
and then i can be told...
you young to be old yet still
profane pan-siberian peasant root!
indo-european leftover!
well... at least then i have been allowed
the scrap i'm supposed to see
before i showcase my *****, frost riddled fangs!
of the lesser wolf that i am:
as a rabid dog!

since the crescendo will come...
what better fathom of it...
esp. just beside a cemetery... twirling to the music...
ear-plugs out seancing my time in a grand
orchestral hall... plucked from the ears...
the crescendo is coming...
but... plucked... the orchestra of buffalo-sized
snowflakes... and... the worst kind of ballet...
a male soloist... doing his crazy
ukranian folk... maestro! the music never ever
dies! even in the silence of the universe!
however micro- or macro- this theatre will take
form... the music remains playing: uninterrupted!

but the snow was there,
the "ballerina" was also there...
the night was there,
the music was there -
albeit no grand orchestral hall -
couldn't ask for a better canvas
than a cemetery -
and all the heart's content!
comparative "literature"
to love like a muslim...
or to love like a sparrow...
or to love with a grudge like a crow...
mind you; site note...
i have been many a pigeons attempt
fornication unabashed...
i've never seen two crows attempt it...
perhaps they do "it" in the night
and never in the open?

crows... pedantic priests of the kingdom...
and where the widower king
and the widow queen among the swans?
where i and you will have probably left them...
admiring a family of ducks...

as asked by the serpent of the swan...
you and me of the same birth in a Fabergé egg...
me with serpentine spine...
while you: with a crooked neck?
silly... it really is...
of a being.... that was once
a t-rex roar... now a pickled brain
in pickle jar... boasting about being...
pure spine and tingles and...
the better part of what... becomes the mammalian
hibernation...
hibernating "hibernating" upon the
impetus of digestion...
a serpent would ask a swan about
a crooked neck?

because what would a **** sapeins look toward,
as he is always prone to to look elsewhere?
if not to borrow the fixed, rigid ontology
of other animals?
i better from the birds, solely...
the swans and the crows...
perhaps the fox...
rarely something that has lent itself
to being curated by man's leash and grip...
collective the known herd...
otherwise the refined bonsai tigers...
perhaps the fish without a knowledge
of a tide or a wave...

i call a dog the noble friend,
the swan the sombre monogamist...
the crow the priest...
the furry spider one's own reflection
dealing with aracnophobia...
the snake the old "say-what?"
or that pickled spine with a brain
the worth of brine juices...
the extinguished remnant
of a dinosaur's toothache... or some
transcendental exploration
of the carpals of the wrist
extending into the length of a spine...

i'm not going to cry over this one...
skål!
i feel disinhibited from writing a memorandum!
slàinte!
gasoline to the peddle and... off... we, go!

i am bound to get this translaton right...
at some point of hinging-on... i.e. beginning with...
and most probably at the opposite end
of having to finish...
hence "open bracket"... prefix-
and -suffix allowance given the archeological
excavation began with:

-seu pila velox molliter austerum studio
fallente laborem, seu te discus agit, pete cedentem
aera disco: *** labor extuderit fastidia, siccus,
inanis sperne cibum vilem; nisi Hymettia mella
Falerno ne biberis diluta. foris est promus,
et atrum defendens piscis hiemat mare: *** sale
panis latrantem stomachum bene leniet. unde putas
aut qui partum? non in caro nidore voluptas summa,
sed in te ipso est. tu pulmentaria quaere
sudando: pinguem vitiis albumque neque ostrea
nec scarus aut poterit peregrina iuvare lagois.
vix tamen eripiam, posito pavone velis quin
hoc potius quam gallina tergere palatum,
corruptus vanis rerum, quia veneat auro
rara avis et picta pandat spectcula cauda:
tamquam ad rem attineat quidquam.
num vesceris ista, quam laudas, pluma?
cocto num adest honor idem?
carne tamen quamvis distat nil, hac magis illam
inparibus formis deceptum te petere esto:
unde datum sentis, lupus hic Tiberinus
an alto captus hiet? pontisne inter iactatus
an amnis ostia sub Tusci?
laudas, insane, trilibrem mullum,
in singula quem minuas pulmenta necesse est.
ducit te species, video: quo pertinet ergo proceros
odisse lupos? quia scilicet illis maiorem natura modum
dedit, his breve pondus: ieiunus raro stomachus volgaria
-temnit.

it's translated, isn't it? no
stefan gołębiewski or no 1980 warsaw...
is to know...

- nec meus hic sermo est, sed quae praecepit Ofellus:
these are not my words, this said the simpleton
Ofellus - neither of which of us is a laurel-leaf
adorned Orpheus...

that via a living "game": stoking up an appetite
with this entertainment the appetite increaes...
as does one health...

sorry... pagans... bloodthirty people...
trouble with the translation...
apparently the mud slinging
***** and bricks are nothing new...

or when you "minus" the disk,
litter the distance, head with the wind into
competition!
after hardships of the body is good and
the meal is simple -
(apparently all of this is still "connected",
scratch of the ol' 'ed and we're fine...
we're ******* sailing!)
Falern will not hurt "us"...
seasoned by honey from Hymettis,
before the entré. Safaz left,
the sea rumbles, the zephyr of fish it protects,
storm, fishing made unsafe;
stomach grumbles, bread with salt:
excuisite; you do not have any better! why?
taste does not reside in the scent of dishes,
but in your self alone.
toil merely increases appetite's presence.
he who over-eats, will not know the taste
of an oyster, nor a turbot, nor chickpeas,
the northern bird.
perceptions take the scalp of the mountain
above the actual taste of the dishes
(one might scalp... but never eat the scalp)...
you will not take a chicken onto a tooth,
when you are given a peacock,
you will trust your delusion:
a rare bird, worth its own weight of gold,
a most rarified tail, how it sparkles
with subtle hues!
as if the tail were to lead -
and there was no head to be found!
do you allow yourself to judge the hue
of the feathers as precursor for the adjecctive:
that's it's "also" tasty? the meat, of course?
the old - judge a book by its cover...
is the oven baked... also as delicious / beautiful?
chicken meat... or peacock meat?
almost without difference.
therefore: light... albeit...
although only vanity lures the peacock
(to be compared to a poultry)...
let's go further... i want to know: after what
do you recognise this, that a pike
with its gaping mouth was left:
from the sea... or from the Tiber fished?
somewhere among bridges... or from some
conrete estuary? idiot-kin of the surname whim...
you admire a three-pound mullet!
do you take size... for the gauge of all measure?
when you... cut the bell?
then why... why... with disgrace
do you demand in appreciation:
elongating pikes!
evidently nature: this greater gave the proper
measure... and with it: the lesser weight -
an empty stomach will rarely -
being fed a simple thing - despise -
what is...

an empty stomach - rarely despises -
simple matters.

how true... i was allowing myself the time
it would take to drink,
and translate into the vulgate...
but... from no better source...
and i am still to add to this one of my...
"freeing of the drafts"...

as promised...
"draft"...

- a most confiscated man -
no italics included...

.the original draft:

binges, worth the count
of a liter of whiskey
per night,
for a year, if not more...
become so...
so unspectular...

          the world either
screams, or yawns,
generally:
it exhaust a desire
to toss a coin,
agitate the vocab.,

a grand canyon
huddling
in the "depths" of
a glass of water...

baron science
comes with his rubric
of bore,
      and:
i find myself,
most idle:
while the world
orientates
itself in keeping
itself busy,
bothersome,
always the prime concern,

the ant-colony coup,
the:
i always find friends
in the orientations
of an empty glass,
but prior to:

i drink
before no altar,
no mirror,
no confidante...

    pure flesh revels itself
in a blank's worth
of prior to dictum's
  allowance of, a page...

bothersome
the knot of the pretentious
anti- in scold of
the passing fancy:
expression...

            poker charm
of a love's affair...

_

i sometimes entertain myself
with ancients proverbs,
one slavic proverb reads:
better a sparrow in your hand
than a dove on your roof...

what, could, possibly be,
the interpretation?
care for the small joys in
your possession,
than, for the peace of your household,
which is, on the roof,
but not in your hands...

if i were paid? would i be more
honest?
probably not...
        what i see, is what needs
to be seen...
  em... simple pleasures talk...
once upon a time,
donning long hair, implied
you were a mosher...
a metal-head...
    now? three days +,
long hair, and you're not a
grunge fanatic?
  trans-, etc.?

  a man of simple pleasures,
i know what long hair,
jealousy, associated with
putting it in a french braid,
does to a camel jockey ego...
ruins and ruins as far as the eyes
can see...
    he replicates...
he grows his hair long...
at the same time boasting about
haivng a premature beard...
then you grow a beard yourself...
you start fiddling with it...
****, ***** on my face...
and then...
the "question" of a girlfriend
flies out of the window...
i'm happy with a beard,
thank you, very much,
i don't, exactly want to wish upon
myself, a female, company...

*** protest all you want...
the *** differences between men
and women, to my sort of understanding,
are, unrepairable...
    they were, never,
bound, to being, repaired...
savvy?
            i take my route,
a woman took her route...
  we're even...
              
      since what can only frighten a freed
woman, beside a monarch,
a free man?
                  a man with...
a gamble...
        i am a man with a gamble...
i don't like being told what
to be, or what to think...
like any man,
and like any man:
i don't like being forced
ownership over a being:
that can share my sense of freedom...
so...
    i find myself,
thrilled with relief,
at now having to answer to
a woman's subjugation...
like a woman, and, i have learned
from women: i like being
my objective's self...
rather than a "self" made subject...

i like that: thank you...
i can start feedings the pigs and the peasant
the diatribe life, and lie,
of: there being an existential cricis,
a need to reproduce...
and i, and i am, being demeaning
in this, way, for a justified reason...

once the peasants attack you:
you attack, the peasants...
you demean them in the same way
they demeaned you...

once upon a time i thought:
greater good came from the number
of innocents being salvaged
than for the few great of grand bearing
being salvaged...
even if bound to an ill will:
an ill command,
of a will, predisposed to pretend
actions of the blind...
but now i see...

  the many: if beside fulfilling
their petty deeds,
having to stand outside of those,
petty deeds,
  have ambitions equivalent
to their emotions...
            akin to something worth,
pity, akin to something
worth: as little as a rat's heartbeat...
petty, primitive bull-*******...
and all the amount of sorrow,
or pity,
or mercy...
              that, these, ******* allow...
are worth the same response
Pontius Pilate gave...
      there isn't enough of water,
in this world,
to wash my hands, clean,
of these people...
  even if innocent blood plagues
them,
    not enough waters have run their
due course,
to... release me from the indentation
of memory upon my mind...
and i am plagued by an elephant's
memory...
        we've reached the conclusion
of: some people...
  just do not see an insult,
            past the insult's eloquence!

i am a most conflicted man,
i binge watched vikings
for a while now,
and right now, i'm ready for
an extraction of what i have learned...

believe me: i am not someone
who has the sort of ego-presence
to fate myself in the role
of the protagonist...
    i'm too pedantic to have to
market my body and deeds,
for the fates tio see,
and history to ascribe fame unto me...

even homer was off too war
with troy,
  and blessed he became...

because? time morphs,
the longer something is kept,
the more, "unreal" is becomes,
a fairy-tale...
esp. now, with the onslaught
of journalism...
two things in this world
are insomniac,
money never sleeps,
and, now, apparently,
journalism doesn't sleep either:
well, given its ******
bed-fellow of political liars...
why should it?

            Rolo... a semi-minor character...
but i feel his angst at the already
fervent dichotomy,
(dichotomy, modern variety variant
of schizoid-affective...
or bilingual in turn)...

            music...
                    all these modły...
gesticulations of prayer,
phantom conjuring,
              lunatics with candles
at high-noon...
                  i am fated by music,
i am perverted by music,
i am swayed by music...
who is the god, patron,
of music?
who is the angel (demi-god),
patron of music?
        i do not seek the highest
influencer...
the minor one...

  when Archangel Sandalphon
met St. Cecilia...
but as such, i am, conflicted...
even though, this is the first time
i have heard of Sandalphon...

Rome, never reached my peoples,
the Vikings did...
  weren't the ugly vikings the founders
of Kiev?
  so they must have passed via
the Polen (field) land, no?

feelings are not important,
facts don't care about your feelings...
granted...
but i'm not hear for facts,
contra, feelings,
i'm here for the rivers...
what i feel, what my heart yearns for,
needs to attain an equilibrium
with my mind...
for that: i need to clarify my feelings,
to hush my heart, silence it,
in order to listen to my mind,
and the mind, needs to feed into
heaving the heart: to do,
what, the heart, desires,
autonomous to what the heart
"thinks", is right...
                    that's how it was forver
going to work...
consolidated...
and yes, i much envy the punctuation
of king Ecgberht,
a man of cunning: much admired...
abstract thinker...
        and a reality...
        pun-ctu-a-tion...
the delivery of one's speech...
  much admired, as much as...
                the crude brawl possession...
the chief protagonist of the story?
as important as is: the required from
Atlas... burden upon burden...
a man burdened with the illusion
of freedom...

so why am i conflicted,
but becoming less and less so?
    it was always the music...

songs...

          chavelier, mult estes guariz...
wardruna - helvegen...
          da pacem domine...
            agni parthene...

you know... there's much more beside
being a jazz enthusiast or
a classical music snob...
        there's folk... there's religious and pagan
chants...
if there's one thing to benefit from,
in terms of the Byzantine context...
the chants...
        let the barbarians do the thinking
from now on: you do the sing-along...
no people ever reinvented themselves
from an ancient glory...
  new blood had to come to the fore...

like today...
      i spoke with my father and my mother...
about the names of apples...
we must have talked for an hour,
we named so many lost "breeds" of apple...
nouns i will not write,
nouns i wish death to write down,
i want Samael to have,
beside the book of my deeds in hand,
i want him to have
my dictionary in hand,
my knowledge of the sacred script,
i want to listen as he recites me the words
i've used,
notably today's conversation
            about the many types of apples...
e.g.: shogun apples...
            kox...
                    szare renety...
          papierówki...
                    marabella prunes...
that's all i ask of Samil.

p.s. after completing a walk in the woods:
a walk most adventurous in it being solitary...
i thank the forest for my solitude...
i started knocking on a dry piece of wood
still attached to the earth and roots...
in a forest: knocking on a tree...
i perceived the door
upon re-entering
traffic and hardened grit of road stuff...
let's replicate this...
me... you... alone...
let's both abide by needing
superstitious elevations of:
not truth alone... hardened and dim-witted
by objectivity...
truth tailored with metaphors...
all the nuance we can hope to find...
i need to... aloofness... solitude...
i need you, forest...
more than i care for noon
and proof of body that's this extension:
leash! shadow! noon!

                    smyč! cień! południe!
¡Vamos hacia el infierno!

El grito suena bien  en el vientre de la cueva,
el salmo bajo el mediodía de los templos
y la canción en el crepúsculo...
El grito es el primero.

Hay un turno de voces:
yo grito,
tú rezas,
él canta...
El grito es el primero.

Y hay un turno de bridas:
él las lleva,
tú las llevas,
yo las llevo.
Y a la hora de las sombras subterráneas
la blasfemia reclama sus derechos.

Los caballos piafan ya enganchados y la carroza aguarda...
¿Quién la lleva? Yo: el blasfemo.
Yo la llevo, yo llevo hoy la carroza,
yo la llevo.

Este es el poeta,
tú eres el salmista,
ése es el que llora,  
tú eres el que grita...
yo soy el blasfemo.
Yo la llevo. Yo llevo hoy la carroza,
yo la llevo.

¡Arriba! ¡Subid todos!
¡Vamos hacia el infierno!
La aijada tiene su ritmo,
y la tralla,
y el frito,
y el aullido...
y la blasfemia del cochero.
¡Arre! ¡Arre!

¡Músicos,
poetas y salmistas;
obispos y guerreros!...
Voy a cantar.

Vida mía, vida mía,
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
Vida mía, vida mía,
tengo un ojo pitañoso
y el otro con ictericia.
Vida mía, vida mía,
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!

Esta es mi copla, la copla de mi carne,
la copla de mi cuerpo.
Mas si mis ojos están sucios
los vuestros están ciegos.

¡Músicos,
poetas y salmistas;
obispos y guerreros!...
Voy a cantar otra vez.
El viejo rey de Castilla
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
El viejo rey de Castilla
tiene una pierna leprosa
y la otra sifilítica.
El viejo rey de Castilla
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!

Esta es la copla de mi tierra,
la copla de mi reino.
Mas si mi reino está podrido
su espíritu es eterno.

¡Músicos,
poetas y salmistas;
obispos y guerreros!...
Llevadme de nuevo el compás.

En los cuernos de la mitra
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
En los cuernos de la mitra
hay una plegaria verde
y otra plegaria amarilla.
En los cuernos de la mitra
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!

Esta es la copla de mi alma,
de mi alma sin templo
porque la bestia negra apocalíptica,
lo ha llenado de estiércol.

Tres veces cantó el gallo,
tres veces negó Pedro,
tres veces canto yo:
por mi carne,
por mi patria
y por mi templo...
Por todo lo que tuve
y ya no tengo...

Vamos bien,
no hemos errado el sendero.
Conjugad otra vez:
este es el poeta,
tú eres el salmista,
ese es el que llora,
tú eres el que grita.
Yo soy el blasfemo...
¿Y el sabio? ¿Donde está el sabio? ¡Eh, tú!

Tú que sabes lo que pesan las piedras y lo que corre el viento...
¿Cuál es la velocidad de las tinieblas y la dureza del silencio?
¿No contestas?... Pues las bridas son mías.
Yo la llevo, yo llevo hoy la carroza,
yo la llevo.

Músicos, sabios,
poetas y salmistas,
obispos y guerreros...
Dejadme todavía preguntar:
¿Quién ha roto la luna del espejo?
¿Quién ha sido?
¿La piedra de la huelga,
la pistola del gangster,
o el tapón del champaña que disparó el banquero?
¿Quién ha sido?
¿El canto rodado del poeta,
el reculón del sabio,
o el empujón del necio?
¿Quién ha sido,
la vara del juez,
el báculo
o el cetro?
¿Quién ha sido?
¿Nadie sabe quién ha sido?
Pues las bridas son mías. ¡Adelante!
¡Arre! ¡Arre!... ¡Vamos hacia el infierno!

Y para hacer más corta la jornada
ahora cantaremos en coro, y cantaremos las coplas del Gran Conserje Pedro.
Yo llevaré la voz cantante y vosotros el estribillo
con lúgubre ritmo de allegreto.Vino la guerra.
Y para hacer obuses y torpedos
los soldados iban recogiendo
todos los hierros viejos de la ciudad.
Y Pedro, el Gran Conserje Pedro,
le dijo a un soldado: Tomad esto...
Y le dio las llaves del templo.Pedro, Pedro...
El Gran Conserje Pedro
que ha vendido las llaves del templo.Pedro...
Te dijo el Señor de los Olivos
cuando heriste con tu espada al siervo:
Mete esa espada en la vaina,
que yo sé a lo que vengo.
Y la metiste... con las cajas de caudales en el templo.Pedro, Pedro,
el Gran Conserje Pedro,
amigo de soldados y banqueros.Y ahora tenemos que ir al cielo
dando un gran rodeo
por el camino del infierno,
cavando un largo túnel en el suelo
y preguntando a las raíces y a los topos,
por qué ya no hay campanas ni espadañas, Pedro,
y los pájaros... todos tus pájaros se han muerto.¡Pedro, Pedro,
todos tus pájaros se han muerto!

Sin embargo, señores, yo no soy un escéptico
y hay unas cuantas cosas en que creo.
Por ejemplo, creo en el Sol, en el Diluvio y en el estiércol;
en la blasfemia, en las lágrimas y en el infierno;
en la guadaña y en el Viento;
en el lagar, en la piedra redonda del amolador
y en la piedra redonda del viejo molinero;
y en el hacha que derriba los árboles
y descuartiza los salmos y los versos;
en la locura y en el sueño...
y en el gas de la fiebre también creo,
en ese gas ingrávido, expansivo y etéreo,
antifilosófico, antidogmático y antidialéctico
que revienta los globos... los grandes globos, los globitos
y el cerebro.

Y creo
que hay luz en el rito,
luz en el culto
y luz en el misterio.

Creo
que el agua se hace vino,
y sangre el vino,
sangre de Dios y sangre de mi cuerpo.

Creo
que el trigo se hace harina
y carne la harina...
carne de Dios y carne de mi cuerpo.

Creo
que un hombre honrado
cuando nos da su pan
tiene el cuerpo de Cristo entre los dedos.

Y creo
que en el cáliz y en la hostia
hoy no hay más que babas del Gran Conserje Pedro.
Este es mi credo,
y pronto será el vuestro.
Ya lo iréis aprendiendo.

Con él entraremos
por la puerta norte y saldremos
por el postigo del infierno.
El infierno no es un fin, es un medio...
(Nos salvaremos por el fuego).
Y no es un fuego eterno.
Pero es, como las lágrimas, un elevado precio
que hay que pagarle a Dios, sin bulas ni descuentos,
para entrar en el reino de la luz,
en el reino de los hombres, en el reino de los héroes,
en el reino
que vosotros habéis llamado siempre el reino beatífico del cielo.
¡Vamos allá!

¿Estamos todos? Hagamos el último recuento:
Este es el salmista, el que deshizo el salmo
cuando dijo con ira y sin consejo:
"Tú eres el Dios que venga mis agravios
y sujeta debajo de mí, pueblos".
Y este es el poeta luciferino,
el que inventó el poema
esterilizado y antiséptico
y guardó en autoclaves la canción,
puritano, orgulloso y fariseo.
¡Oh, puristas y estetas!
Aún no está limpio vuestro verso
y su última escoria ha de dejarla
en los crisoles del infierno.
Aquí van los artistas sodomitas,
los pintores bizcos y los poetas inversos.
(No lloréis. Pero no digáis tampoco
que la Luz y el Amor se ven mejor torciendo
la mirada
y el ****.
Ni llanto ni ufanía. Vamos al gran taller,
a la gran fragua donde se enderezan los entuertos).
Aquél es el que grita, el hombre de la furia,
y aquél otro el que llora, el hombre del lamento.
Allá va el rey leproso y sifilítico,
este es el bobo intrépido
y este es el sabio tímido,
cargado de tarjetas y de miedo:
ni para decir e pur si mouve
le ha quedado resuello.

Aquí van el juez y el gangster
los dos juntos en el mismo verso.
Este es el Presidente demócrata y guerrero
que desnudó la espada en el verano
y debió desnudarla en el invierno.
(¡Ay del que se armó tan sólo
para defender su granero,
y no se armó para defender
el pan de todos primero!
¡Ay, del que dice todavía:
nos proponemos conservar lo nuestro!)
Allí va el demagogo,
aquél es el banquero,
estos son los cristianos
(Que ahora se llaman los "cristeros")
Y este es el hombre de la mitra,
la bestia de dos cuernos,
el que vendió las llaves...
el Gran Conserje Pedro.¡Aquí van todos!
Y aquí voy yo con ellos.
Aquí voy yo también, yo, el hombre de la tralla,
el de los ojos sucios... el blasfemo.


ahora ya sin hogar y sin reino,
sin canción y sin salmo,
sin llaves y sin templo...
yo la llevo, yo llevo hoy la carroza,
yo la llevo.

Se va del salmo al llanto,
del llanto al grito,
del grito al veneno...
¡Arre! ¡Arre!
¡Y se gana la luz desde el infierno!
¿Te llama la atención mi reloj? ¿Verdad que es
lindo? A mí siempre me gustaron los relojes con números
romanos. ¿Crees que está atrasado porque marca las once y
cuarto? No, no está atrasado. Simplemente, hace diez años
que está detenido en esa hora. ¿Por qué? No es tan
simple de contar. Nunca hablo de eso, nada más que por miedo a
que no me crean. ¿Serías capaz de creerme? Entonces te lo
cuento. Más que un recuerdo, es un homenaje. Diez años.
Recuerdo la fecha, porque todo ocurrió al día siguiente
de mi cumpleaños. Tenía quince y estaba bastante
orgulloso de mi nueva edad. Pasaba ese verano en casa de mis
tíos, en un pueblecito mallorquín, en medio de un
increíble paisaje montañoso. Después de las
muchedumbres y el tránsito enloquecido de Barcelona, aquello era
un paraíso. Por las mañanas me gustaba ir a la cala que
quedaba allá abajo; en hora tan temprana estaba siempre
desierta. En esa época nadaba muy mal, así que nunca me
alejaba mucho de la orilla porque en ciertos momentos del día
las olas, altísimas y todopoderosas, eran siempre un peligro. Me
bañaba desnudo y eso constituía todo un disfrute en aquel
agosto particularmente caluroso. Esa mañana descendí casi
corriendo por el sendero irregular y pedregoso que llevaba a la cala, y
una vez allí, sin mirar siquiera a mi alrededor, me quité
el short. Iba a meterme en el agua, cuando sentí que alguien me
gritaba, algo como buenos días. Miré entonces y vi a una
mujer joven, morena, hermosa. Llevaba una mínima tanga, pero su
busto estaba al descubierto. Sentí un poco de vergüenza y
me tapé con las manos, pero ella empezó a caminar y
enseguida estuvo junto a mí. No tengas vergüenza, dijo (en
un correcto español pero con acento extranjero, como si fuese
inglesa o alemana). Mira, yo también me quito esta menudencia,
agregó, y así estamos iguales. Preguntó
cómo me llamaba y le dije que Tomás. Tom, repitió
ella. Eres lindo, Tom. Creo que me puse rojo. Ven, dijo, y
tendió su mano hacia mí. Yo le di la mía. Ven,
repitió y me miró calmosamente. Sonreía, pero era
una sonrisa triste. ¿Nunca has estado con una mujer? Dije que
no, pero sólo con la cabeza. ¿Y qué edad tienes?
Ayer cumplí quince, contesté con mi orgullo algo
recuperado. Entonces empezó a acariciarme, primero los hombros,
luego el pecho (yo reí porque me hizo cosquillas), la cintura,
siempre sonriendo con infinita tristeza. Cuando llegó a mi ****,
éste ya la estaba esperando. Entonces sonrió más
francamente y con un poco menos de tristeza, pero no se detuvo
allí, continuó acariciándome y así
llegó a mis tobillos y a mis pies llenos de arena. En ese
momento comprendí que me estaba enseñando algo y
resolví ser un buen alumno. También yo empecé a
acariciarla, pero en sentido inverso, de abajo hacia arriba, pero
cuando llegué a aquellos pechos tan celestiales, me sentí
desfallecer. De amor, de angustia, de esperanza, de nueva vida,
qué sé yo. Nunca más he sentido una
sensación así. Entonces, sin decirnos nada, nos tendimos
un poco más allá, donde el agua apenas lamía la
arena, y ella prosiguió minuciosamente su clase de
anatomía. La verdad es que a esa altura yo ya no precisaba
más lecciones y la cubrí sin ninguna timidez, casi te
diría que con descaro. Y mientras disfrutaba como un loco,
recuerdo que pensaba, o más bien deliraba: esta mujer es
mía, esta mujer es mía. Cuando todo acabó,
continuó besándome durante un rato. Luego se quitó
el reloj (precisamente este reloj) de su muñeca y me lo dio.
Mira, se ha detenido, eso quiere decir algo, guárdalo contigo. Y
yo, que siempre había querido tener un reloj con números
romanos, lo puse en mi muñeca, a ella le dije gracias y la
besé otra vez. Entonces dijo: Eres lo mejor que me podía
haber pasado, justamente hoy. Ahora me voy contenta, porque nos
descubrimos y fue algo maravilloso, ¿no te parece? Sí,
maravilloso, pero a dónde vas. Al mar, Tom, me voy al mar.
Tú te quedas aquí, con el reloj que se ha detenido, y no
digas nada a nadie. A nadie. Me besó por última vez y su
lengua estaba salada, como si fuera un anticipo del mar que la
esperaba. Empezó a caminar lentamente, se metió en el
agua y de inmediato fue rodeada por el coro de las olas, que cada vez
se fueron encrespando más. Ella siguió avanzando, sin
nadar, dejándose llevar, empujar, acosar violentamente por aquel
mar que (lo pensé entonces) era un viejo celoso, desbordante de
ira y de lujuria. Un viejo que no la iba a perdonar y a mí me
salpicaba como escupiéndome. Y así hasta que la
perdí de vista, porque las olas, una vez que golpeaban en las
rocas, regresaban con ímpetu y la llevaban cada vez más
lejos, más lejos, hasta que por fin tomé conciencia de mi
abandono y empecé a llorar, no como un muchacho de quince
años sino como un niño de catorce, sobre los despojos de
mi brevísima, casi instantánea felicidad. Jamás
apareció su cuerpo en las costas de Mallorca, nunca supe
quién era. Durante unos meses quise convencerme de que tal vez
fuese una sirena, pero luego descartaba esa posibilidad, ya que las
sirenas no usan relojes con números romanos. Bueno, creo que no
usan relojes en general. Aun hoy, cuando voy de vacaciones a Mallorca,
bajo siempre hasta la cala y me quedo allí, desnudo y a la
espera, dispuesto a darle cuerda nuevamente al reloj no bien ella surja
desde el mar, huyéndole a las olas iracundas de aquel viejo
rijoso. Pero ya ves, en mi reloj de números romanos las agujas
siguen marcando las once y cuarto, igual que hace diez años.
Santiago Nov 2015
Desde el principio cuando te necesite.
Desde el momento cuando la mirada alce.
Desde ese dia cuando sola me encontraba.
Cuando tu mirada en mi se fue a poner.

CORO
Supe que me amabas, lo entendi.
Supe que buscabas mas de mi.
Que mucho tiempo me esperaste.
Y no llegue.

Supe que me amabas, aunque hui.
Lejos de tu casa yo me fui.
Y con un beso y con amor.
Me regalaste tu perdon.
Y estoy aqui.

Y cuando lejos me encontraba te senti.
Sabia que entonces me cuidabas y te oi.
Como un susurro fue tu voz en el silencio.
Cada dia me atraias hacia ti.
Era un aire suave, de pausados giros;
el hada Harmonía rimaba sus vuelos,
e iban frases vagas y tenues suspiros
entre los sollozos de los violoncelos.Sobre la terraza, junto a los ramajes,
diríase un  trémolo de liras eolias
cuando acariciaban los sedosos trajes,
sobre el tallo erguidas, las blancas magnolias.La marquesa Eulalia risas y desvíos
daba a un tiempo mismo para dos rivales:
el vizconde rubio de los desafíos
y el abate joven de los madrigales.Cerca, coronado con hojas de viña,
reía en su máscara Término barbudo,
y, como un efebo que fuese una niña,
mostraba una Diana su mármol desnudo.Y bajo un boscaje del amor palestra,
sobre el rico zócalo al modo de Jonia,
con un candelabro prendido en la diestra
volaba el mercurio de Juan de Bolonia.La orquesta parlaba sus mágicas notas;
un coro de sones alados se oía;
galantes pavanas, fugaces gavotas
cantaban los dulces violines de Hungría.Al oír las quejas de sus caballeros,
ríe, ríe, ríe la divina Eulalia,
pues son un tesoro las flechas de Eros,
el cinto de Cipria, la rueca de Onfalia. ¡Ay de quien sus mieles y frases recoja!
¡Ay de quien del canto de su amor se fíe!
Con sus ojos lindos y su boca roja,
la divina Eulalia ríe, ríe, ríe.Tiene azules ojos, es maligna y bella;
cuando mira, vierte viva luz extraña;
se asoma a las húmedas pupilas de estrella
el alma del rubio cristal de Champaña.Es noche de fiesta, y el baile de trajes
ostenta su gloria de triunfos mundanos.
La divina Eulalia, vestida de encajes,
una flor destroza con sus tersas manos.El teclado armónimo de su risa fina
a la alegre música de un pájaro iguala.
Con los staccati  de una bailarina
y las locas fugas de una colegiala.¡Amoroso pájaro que trinos exhala
bajo el ala a veces ocultando el pico;
que desdenes rudos lanza bajo el ala,
bajo el ala aleve del leve abanico!Cuando a media noche sus notas arranque
y en arpegios áureos gima Filomela,
y el ebúrneo cisne, sobre el quieto estanque,
como blanca góndola imprima su estela,la marquesa alegre llegará al boscaje,
boscaje que cubre la amable glorieta
donde han de estrecharla los brazos de un paje,
que siendo su paje será su poeta.Al compás de un canto de artista de Italia
que en la brisa errante la orquesta deslíe,
junto a los rivales, la divina Eulalia
la divina Eulalia ríe, ríe, ríe.¿Fue acaso en el tiempo del rey Luis de Francia,
sol con corte de astros, en campos de azur,
cuando los alcázares llenó de fragancia
la regia y pomposa rosa Pompadour?¿Fue cuando la bella su falda cogía
con dedos de ninfas, bailando el minué,
y de los compases el ritmo seguía
sobre el tacón rojo, lindo y leve pie?¿O cuando pastoras de floridos valles
ornaban con cintas sus albos corderos,
y oían, divinas Tirsis de Versalles,
las declaraciones de sus caballeros?¿Fue en ese buen tiempo de duques pastores,
de amantes princesas y tiernos galanes,
cuando entre sonrisas y perlas y flores
iban las casacas de los chambelanes?¿Fue acaso en el Norte o en el Mediodía?
Yo el tiempo y el día y el país ignoro;
pero sé que Eulalia ríe todavía,
¡y es cruel y eterna su risa de oro!
En los paisajes de Mansiche labra
imperiales nostalgias el crepúsculo;
y lábrase la raza en mi palabra,
como estrella de sangre a flor de músculo.
El campanario dobla... No hay quien abra
la capilla... Diríase un opúsculo
bíblico que muriera en la palabra
de asiática emoción de este crepúsculo.
Un poyo con tres patas, es retablo
en que acaban de alzar labios en coro
la eucaristía de una chicha de oro.
Más allá de los ranchos surge al viento
el humo oliendo a sueño y a establo,
como si se exhumara un firmamento.
La anciana pensativa, cual relieve
de un bloque pre-incaico, hila que hila;
en sus dedos de Mama el huso leve
la lana gris de su vejez trasquila.
Sus ojos de esclerótica de nieve
un ciego sol sin luz guarda y mutila...!
Su boca está en desdén, y en calma aleve
su cansancio imperial tal vez vigila.
Hay ficus que meditan, melenudos
trovadores incaicos en derrota,
la rancia pena de esta cruz idiota,
en la hora en rubor que ya se escapa,
y que es lago que suelda espejos rudos
donde náufrago llora Manco-Cápac.
Como viejos curacas van los bueyes
camino de Trujillo, meditando...
Y al hierro de la tarde, fingen reyes
que por muertos dominios van llorando.
En el muro de pie, pienso en las leyes
que la dicha y la angustia van trocando:
ya en las viudas pupilas de los bueyes
se pudren sueños qué no tienen cuándo.
La aldea, ante su paso, se reviste
de un rudo gris, en que un mugir de vaca
se aceita en sueño y emoción de huaca.
Y en el festín del cielo azul yodado
gime en el cáliz de la esquila triste
un viejo corequenque desterrado.
La Grama mustia, recogida, escueta
ahoga no sé qué protesta ignota:
parece el alma exhausta de un poeta,
arredrada en un gesto de derrota.
La Ramada ha tallado su silueta,
cadavérica jaula, sola y rota,
donde mi enfermo corazón se aquieta
en un tedio estatual de terracota.
Llega el canto sin sal del mar labrado
en su máscara bufa de canalla
que babea y da tumbos, ahorcado!
La niebla hila una venda al cerro lila
que en ensueños miliarios se enmuralla,
como un huaco gigante que vigila.
Wörziech Jul 2013
Com o teu coro que aqui está,
passo a ser preenchido por sombras circunstanciais.

Elas me trazem a memória do renascer
e bem claramente posso sentir o ardor do consolo com que me levam
às lembranças do meu verdadeiro ser.

Transmitindo uma serenidade que se funde aos sons que as acompanham,
em um baile de caos e ódio,
buscam me recordar do que está próximo:
Do deleite profundo em sonho,
minha experiência egocêntrica,
à minha expansão como universo;

um universo em que eu sou a desordem e o âmago.

Constituído completamente de memórias e sentimentos;
sentimentos de uma beleza imprópria;
de morte e de cor,
de vida e dor.
Santiago Nov 2015
Un dia orando le dije a mi Señor
tu el alfarero y yo el barro soy
moldea mi vida a tu parecer haz como tu
quieras asme un nuevo ser.

Coro
Me dijo no me gustas te voy a quebrantar
y en un vaso nuevo te voy a transformar
pero en el proceso te voy hacer llorar
porque pr el fuego te voy hacer pasar

Quiero una sonrisa cuando todo va mal
quiero una alabanza en lugar de
tu quejar, quiero tu confianza en la tempestad
y quiero que aprendas tambien a perdonar
Noche. Este viento vagabundo lleva
las alas entumidas
y heladas. El gran Andes
yergue al inmenso azul su blanca cima.
La nieve cae en copos,
sus rosas transparentes cristaliza;
en la ciudad, los delicados hombros
y gargantas se abrigan;
ruedan y van los coches,
suenan alegres pianos, el gas brilla;
y si no hay un fogón que le caliente,
el que es pobre tirita.
Yo estoy con mis radiantes ilusiones
y mis nostalgias íntimas,
junto a la chimenea
bien harta de tizones que crepitan.
Y me pongo a pensar: ¡Oh! ¡Si estuviese
ella, la de mis ansias infinitas,
la de mis sueños locos
y mis azules noches pensativas!
¿Cómo? Mirad:
                                  De la apacible estancia
en la extensión tranquila
vertería la lámpara reflejos
de luces opalinas.
Dentro, el amor que abrasa;
fuera, la noche fría;
el golpe de la lluvia en los cristales,
y el vendedor que grita
su monótona y triste melopea
a las glaciales brisas.
Dentro, la ronda de mis mil delirios,
las canciones de notas cristalinas,
unas manos que toquen mis cabellos,
un aliento que roce mis mejillas,
un perfume de amor, mil conmociones,
mil ardientes caricias;
ella y yo: los dos juntos, los dos solos;
la amada y el amado, ¡oh Poesía!
los besos de sus labios,
la música triunfante de mis rimas,
y en la negra y cercana chimenea
el tuero brillador que estalla en chispas.
¡Oh! ¡Bien haya el brasero
lleno de pedrería!
Topacios y carbunclos ,
rubíes y amatistas
en la ancha copa etrusca
repleta de ceniza.
Los lechos abrigados,
las almohadas mullidas,
las pieles de Astrakán, los besos cálidos
que dan las bocas húmedas y tibias.
¡Oh, viejo Invierno, salve!
puesto que traes con las nieves frígidas
el amor embriagante
y el vino del placer en tu mochila.
Sí, estaría a mi lado,
dándome sus sonrisas,
ella, la que hace falta a mis estrofas,
esa que mi cerebro se imagina;
la que, si estoy en sueños,
se acerca y me visita;
ella que, hermosa, tiene
una carne ideal, grandes pupilas,
algo del mármol, blanca luz de estrella;
nerviosa, sensitiva,
muestra el cuello gentil y delicado
de las Hebes antiguas;
bellos gestos de diosa,
tersos brazos de ninfa,
lustrosa cabellera
en la nuca encrespada y recogida
y ojeras que denuncian
ansias profundas y pasiones vivas.
¡Ah, por verla encarnada,
por gozar sus caricias,
por sentir en mis labios
los besos de su amor, diera la vida!
Entre tanto hace frío.
Yo contemplo las llamas que se agitan,
cantando alegres con sus lenguas de oro,
móviles, caprichosas e intranquilas,
en la negra y cercana chimenea
do el tuero brillador estalla en chispas.
Luego pienso en el coro
de las alegres liras.
En la copa labrada, el vino *****,
la copa hirviente en cuyos bordes brillan
con iris temblorosos y cambiantes
como un collar de prismas;
el vino ***** que la sangre enciende,
y pone el corazón con alegría,
y hace escribir a los poetas locos
sonetos áureos y flamantes silvas.
El Invierno es beodo.
Cuando soplan sus brisas,
brotan las viejas cubas
la sangre de las viñas.
Sí, yo pintara su cabeza cana
con corona de pámpanos guarnida.
El Invierno es galeoto,
porque en las noches frías
Paolo besa a Francesca
en la boca encendida,
mientras su sangre como fuego corre
y el corazón ardiendo le palpita.
-¡Oh crudo Invierno, salve!
puesto que traes con las nieves frígidas
el amor embriagante
y el vino del placer en tu mochila.
Ardor adolescente,
miradas y caricias;
cómo estaría trémula en mis brazos
la dulce amada mía,
dándome con sus ojos luz sagrada,
con su aroma de flor, savia divina.
En la alcoba la lámpara
derramando sus luces opalinas;
oyéndose tan sólo
suspiros, ecos, risas;
el ruido de los besos;
la música  triunfante de mis rimas,
y en la negra y cercana chimenea
el tuero brillador que estalla en chispas.
Dentro, el amor que abrasa;
fuera, la noche fría.
Aquellos días extraviaron mi sentido profético, a mi casa
entraban los coleccionistas de sellos, y emboscados, a altas horas de la estación, asaltaban mis cartas, arrancaban de ellas besos
frescos, besos sometidos a una larga residencia marina, y conjuros que protegían mi suerte con ciencia femenina y defensiva
caligrafía.
Vivía al lado de otras casas, otras personas y árboles tendiendo a lo grandioso, pabellones de follaje pasional, raíces emergidas, palas vegetales, cocoteros directos, y en medio de estas espumas verdes, pasaba con mi sombrero puntiagudo y un corazón por completo novelesco, con tranco pesado de esplendor, porque a medida que mis poderes se roían, y destruidos en polvo buscaban simetría como los muertos en los cementerios, los lugares conocidos, las extensiones hasta esa hora despreciadas, y los rostros que como plantas lentas brotaban, en mi abandono, variaban a mi alrededor con terror y sigilo,, como cantidades de hojas que un otoño súbito trastorna.
Loros, estrellas, y además el sol oficial, y una brusca humedad, hicieron nacer en mí un gusto ensimismado por la tierra y cuanta cosa la cubría, y una satisfacción de casa vieja por sus murciélagos, una delicadeza de mujer desnuda por sus uñas, dispusieron en mí como de armas débiles y tenaces de mis facultades vergonzosas, y la melancolía puso su estría en mi tejido, y la carta de amor, pálida de papel y temor, sustrajo su araña trémula que apenas teje y sin cesar desteje y teje. Naturalmente, de la luz lunar, de su circunstancial prolongación, y más aún, de su eje frío, que los pájaros (golondrinas, ocas) no pueden pisar ni en los delirios de la emigración, de su piel azul, lisa, delgada y sin alhajas, caí hacia el duelo, como quien cae herido de arma blanca. Yo soy sujeto de sangre especial, y esa substancia a la vez nocturna y marítima me hacía alterar y padecer, y esas aguas subcelestes degradaban mi energía y lo comercial de mi disposición.
De ese modo histórico mis huesos adquirieron gran preponderancia en mis intenciones: el reposo, las mansiones a la orilla del mar me atraían sin seguridad, pero con destino, y una vez llegado al recinto, rodeado del coro mudo y más inmóvil, sometido a la hora postrera y sus perfumes, injusto con las geografías inexactas y partidario mortal del sillón de cemento, aguardo el tiempo militarmente, y con el florete de la aventura manchado de sangre
olvidada.
Es fácil vaticinar que los propagandistas de la infancia no van a interrumpir su campaña
quieren vendernos la inocencia cual si fuera un desodorante o un horóscopo
después de todo saben que caeremos como gorriones en la trampa
piando nostalgias inventando recuerdos perfeccionando la ansiedad

los geniales demagogos de la infancia
así se llamen Amicis o Proust o Lamorisse
sólo recapitulan turbadores sacrificios móviles campanarios globos que vuelven a su nube de origen
su paraíso recobrable no es exactamente nuestro siempre perdido paraíso
su paraíso tan seguro como dos y dos son cuatro no cabe en nuestro mezquino walhalla
ese logaritmo que nunca está en las tablas

los impecables paleontólogos de la infancia
duchos en exumar rondas triciclos mimos y otros fósiles
tienen olfato e intuición suficientes como para desenterrar y desplegar mitos cautivantes pavores sabrosos felicidad a cuerda

esos decisivos restauradores
con destreza profesional tapan grietas y traumas
y remiendan con zurcido invisible el desgarrón que arruinaba nuestro compacto recuerdo de cielo

sin embargo un día habrá que entrar a saco la podrida infancia
no el desván
allí apenas habitan los juguetes rotos los álbumes de sellos el ferrocarril rengo o sea la piel reseca de la infancia
no  las fotografías y su letargo sepia
habrá que entrar a saco la miseria

porque la infancia
además del estanque de azogada piedad
que a cualquier precio adquieren los ávidos turistas del regreso
además de la espiga y la arañita
y el piano de Mompou
además del alegre asombro que dicen hubo
además de la amistad con el perro del vecino
del juego con las trenzas que hacen juego
además de todo eso
tan radiante tan modestamente fabuloso
y sin embargo tan cruelmente olvidado
la infancia es otra cosa

por ejemplo la oprobiosa galería de  rostros
encendidos de entusiasmo puericultor y algunas veces de crueldad dulzona
y es (también la infancia tiene su otoño) la caída de las primeras máscaras
la vertiginosa temporada que va de la inauguración del pánico a la vergüenza de la masturbación inicial rudimentaria
la gallina asesinada por los garfios de la misma buena parienta que nos arropa al comienzo de la noche
la palabra cáncer y la noción de que no hay exorcismo que valga
la rebelión de la epidermis las estupefacciones convertidas en  lamparones de diversos diseños y medidas
la noche como la gran cortina que nadie es capaz de descorrer y que sin embargo oculta la prestigiosa momia del porvenir

por ejemplo la recurrente pesadilla
de diez cien veinte mil encapuchados
cuyo silencio a coro repetirá un longplay treinta años más tarde con el alevoso fascinante murmullo de los lamas del Tibet en sus cantos de muerte
pero que por entonces es sólo una interminable fila de encapuchados balanceándose saliéndose del sueño golpeando en el empañado vidrio de la cocina
proponiendo el terror y sus múltiples sobornos anexos

la otra infancia es qué duda cabe el insomnio con los ardides de su infierno acústico
uno dejándose llevar despojado de sábanas mosquitero camisón y pellejo
uno sin bronquios y sin tímpanos
dejándose llevar imaginándose llevado hacia un lejanísismo casi inalcanzable círculo o celda o sima donde no hay hormigas ni abuela ni quebrados ni ventana ni sopa y donde el ruido del mundo llega sólo como un zumbido ni siquiera insistente
es el golpe en la cara para ser más exacto en la  nariz
el caliente sabor de la primera sangre tragada
y el arranque de la inquina la navidad del odio que irza el pelo calienta las orejas aprieta los dientes gira los puños en un molinete enloquecido mientras los demás asisten como un cerco de horripiladas esperanzas timideces palabrotas y ojos con nauseas

es la chiquilina obligatoria distancia
la teresa rubia
de ojos alemanes y sonrisa para otros
humilladora de mis lápices de veneración de mis insignias de ofrenda de mis estampillas de homenaje
futura pobre gorda sofocada de deudas y de hijos pero entonces tan lejos y escarpada
y es también el amigo el único el mejor
aplastado en la calle


un día de éstos habrá que entrar a saco la podrida infancia
habrá que entrar a saco la miseria

sólo después
con el magro botín en las manos crispadamente adultas
sólo después
ya de regreso
podrá uno permitirse el lujo la merced el pretexto
el disfrute
de hacer escala en el desván
y revisar las fotos en su letargo sepia.
Plaza de Armas, plaza de musicales nidos,
frente a frente del rudo y enano soportal;
plaza en que se confunden un obstinado aroma
lírico y una cierta prosa municipal;
plaza frente a la cárcel lóbrega y frente al lúcido
hogar en que nacieron y murieron los míos;
he aquí que te interroga un discípulo, fiel
a tus fuentes cantantes y tus prados umbríos.
¿Qué se hizo, Plaza de Armas, el coro de chiquillas
que conmigo llegaban en la tarde de asueto
del sábado, a tu kiosko, y que eran actrices
de muñeca excesiva y de exiguo alfabeto?
¿Qué fue de aquellas dulces colegas que rieron
para mí, desde un marco de verdor y de rosas?
¿Qué de las camaradas de los juegos impúberes?
¿Son vírgenes intactas o madres dolorosas?
Es verdad, sé el destino casto de aquella pobre
pálida, cuyo rostro, como una indulgencia
plenaria, miré ayer tras un vidrio lloroso;
me ha inundado en recuerdos pueriles la presencia
de Ana, que al tutearme decía el «tú» de antaño
como una obra maestra, y que hoy me habló con
ceremonia forzada; he visto a Catalina,
exangüe, al exhibir su maternal fortuna
cuando en un cochecillo de blondas y de raso
lleva el fruto cruel y suave de su idilio
por los enarenados senderos...
                                                          Más no sé
de todas las demás que viven en exilio.
Y por todas quiero. He de saber de todas
las pequeñas torcaces que me dieron el gusto
de la voz de mujer. ¡Torcaces que cantaban
para mí, en la mañana de un día claro y justo!
Dime, plaza de nidos musicales, de las
actrices que impacientes por salir a la escena
del mundo, chuscamente fingían gozosos líos
de noviazgos y negros episodios de pena.
Dime, Plaza de Armas, de las párvulas lindas
y bobas, que vertieron con su mano inconsciente
un perfume amistoso en el umbral del alma
y una gota del filtro del amor en mi frente.
Mas la plaza está muda, y su silencio trágico
se va agravando en mí con el mismo dolor
del bisoño escolar que sale a vacaciones
pensando en la benévola acogida de Abel,
y halla muerto, en la sala, al hermano menor.
Santiago Nov 2015
El ha cambiado mi lamento
en alabanza,
ha ceñido mi vida
con su Santo Espíritu
Ha trasnformado el agua en vino
ha derramado su fresca unción
y su Espíritu ministra
Vino Celestial

(Coro)
Hay vino Celestial (x8)
¡Se derrama en este lugar!
Dagli atrii muscosi, dai fori cadenti,
Dai boschi, dall'**** fucine stridenti,
Dai solchi bagnati di servo sudor,
Un volgo disperso repente si desta;
Intende l'orecchio, solleva la testa
Percosso da novo crescente romor.
Dai guardi dubbiosi, dai pavidi volti,
Qual raggio di sole da nuvoli folti,
Traluce de' padri la fiera virtù:
Ne' guardi, ne' volti, confuso ed incerto
Si mesce e discorda lo spregio sofferto
Col misero orgoglio d'un tempo che fu.
S'aduna voglioso, si sperde tremante,
Per torti sentieri, con passo vagante,
Fra tema e desire, s'avanza e ristà;
E adocchia e rimira scorata e confusa
De' crudi signori la turba diffusa,
Che fugge dai brandi, che sosta non ha.
Ansanti li vede, quai trepide fere,
Irsuti per tema le fulve criniere,
Le note latebre del covo cercar;
E quivi, deposta l'usata minaccia,
Le donne superbe, con pallida faccia,
I figli pensosi pensose guatar.
E sopra i fuggenti, con avido brando,
Quai cani disciolti, correndo, frugando,
Da ritta, da manca, guerrieri venir:
Li vede, e rapito d'ignoto contento,
Con l'agile speme precorre l'evento,
E sogna la fine del duro servir.
Udite! Quei forti che tengono il campo,
Che ai vostri tiranni precludon lo scampo,
Son giunti da lunge, per aspri sentier:
Sospeser le gioie dei prandi festosi,
Assursero in fretta dai blandi riposi,
Chiamati repente da squillo guerrier.
Lasciar nelle sale del tetto natio
Le donne accorate, tornanti all'addio,
A preghi e consigli che il pianto troncò:
Han carca la fronte de' pesti cimieri,
Han poste le selle sui bruni corsieri,
Volaron sul ponte che cupo sonò.
A torme, di terra passarono in terra,
Cantando giulive canzoni di guerra,
Ma i dolci castelli pensando nel cor:
Per valli petrose, per balzi dirotti,
Vegliaron nell'arme le gelide notti,
Membrando i fidati colloqui d'amor.
Gli oscuri perigli di stanze incresciose,
Per greppi senz'orma le corse affannose,
Il rigido impero, le fami durâr;
Si vider le lance calate sui petti,
A canto agli scudi, rasente agli elmetti,
Udiron le frecce fischiando volar.
E il premio sperato, promesso a quei forti,
Sarebbe, o delusi, rivolger le sorti,
D'un volgo straniero por fine al dolor?
Tornate alle vostre superbe ruine,
All'opere imbelli dell'**** officine,
Ai solchi bagnati di servo sudor.
Il forte si mesce col vinto nemico,
Col novo signore rimane l'antico;
L'un popolo e l'altro sul collo vi sta.
Dividono i servi, dividon gli armenti;
Si posano insieme sui campi cruenti
D'un volgo disperso che nome non ha.
Inútiles palabras para la rima. Nunca
De contacto supisteis para dar armonía.
Cual vírgenes en duelo, vuestra belleza trunca
Va triste y solitaria, sin el fulgor del día.

Alma tenéis, mas siempre sois como inútil lazo,
Ritmos que no se acuerdan con otros, y por eso
No habéis sabido nunca lo que es calor de abrazo,
Ni habéis sentido espasmos con la fruición del beso.

Inútiles palabras para rimar. De oro
Podréis ser, mas las otras de alianza son emblema;
Y cantáis, pero siempre seréis voz en un coro;
Y podréis ser engaste, pero jamás diadema.

Y os veo con tristeza cuando avanza el galope
Del lírico desfile por el radiante estadio.
Sois asta de la lanza, no de la lanza el tope,
Y sois empuñadura, pero jamás el gladio.

Las otras son las gemas donde la luz tremola
Y armonizan cuadrigas o multiformes galas.
Vosotras vibráis siempre, mas sois una ala sola,
Y el poeta requiere para volar dos alas.
El palacio virreinal
Se encuentra sumido en sombra.
Sobre el techo y en el patio
La lluvia cae monótona;
Se ve una luz solamente
En una cerrada alcoba,
Y en ella están departiendo
En voz lenta, dos personas:
Con el Virrey don José
Solís y Folch y Cardona,
Habla el Alcalde ordinario
Moreno Escandón, que gloria
Como Fiscal de la Audiencia
Fue después; que la Colonia
Enalteció con ingenio
Y virtudes, y que en toda
Inquietud para el Virrey
Le dió ayuda cariñosa
Y fue noble confidente
De sus últimas congojas.
De pronto dice Moreno
En tono de quien reprocha:
-«Nada en Santa Fe dijisteis;
Tan sólo cuando a la Costa
Llegó el Bailío, supimos
Que de la Corte española
Un nuevo Virrey vendría».

-«Esta carga abrumadora,
Respondió Solís, depuse
Hace más de un año. En notas
Ante el Monarca he insistido.
Me oyó. Soy feliz ahora».

-«¿Y a uniros vais a Sevilla
A vuestro hermano, que es honra
De España como Arzobispo,
O a servirle a la Corona
Como Mariscal de Campo
Con vuestra espada gloriosa?»

Del Virrey la voz oyose
Que se extendía en la sombra...
No era la voz de otros días
Clara, vibrante, imperiosa,
Sino voz entrecortada,
Como de alguien que se agota,
Voz de quien hablar pretende
Pero en vez de hablar, solloza.

-«Aquí quedarme he pensado,
Y no es intención de ahora».

-«Qué es lo que decís?», Moreno
Con sorpresa lo interroga.
«¿Habéis resuelto quedaros,
Como holgazana persona
En Santa Fe, que os ha visto
Siempre el primero entre pompa,
Entre honores, y acatado,
Y en tanto, luciendo en otra
Mano la real insignia?
¿No dirán que una deshonra
Del aprecio del Monarca
Vuestro ilustre nombre borra?
¡En Santa Fe!... No comprendo...
¿Qué dirán todos?»
-«No importa.
Si al Cielo irroguele ofensas
Con mi vida licenciosa,
Aquí donde yo he debido
Ser de fiel creyente norma,
Es fuerza que se me vea
Como sombra de una sombra...»

Seguía tenaz la lluvia
Cayendo en la noche lóbrega.

Moreno Escanden decía:
-«Seréis de la gente ociosa
Comidilla. Bravas lenguas
En Santa Fe siempre sobran
Para hacer de todo burla
Y para regar ponzoña.
¿Vos Duque de Montellano,
Como cesante y de ronda
De noche por las callejas
Siendo aquí de todos mofa,
Cuando antes en torno vuestro
Se oían sólo lisonjas?»
-«¿A España? ¿A la Corte? ¿A
fiestas?
Hondo cansancio me postra...

»Busco el sueño, pero el sueño
Sólo es para mí zozobra:
Oigo ruido de cadenas,
Negras visiones se agolpan
A mi rededor; me hundo
Como entre revueltas olas;
Lucho con ellas, y sirtes
Veo ante mí tenebrosas,
Y en sobresalto despierto;
Sudor helado me moja
Las sienes; estrecho nudo
Al querer hablar, me ahoga...
Me incorporo; todo inútil,
Y en tanto... lejos la aurora
Que mis visiones disipe,
Visiones trágicas y horridas.
Busco amores olvidados,
Pido músicas ruidosas,
Bullicio de gente alegre,
Pero el tedio me devora.
Sangre soy empobrecida
De una raza que se agota,
Néctar quizá de otros tiempos
En una embriagante copa,
Y que hoy, al pasar los años,
Es de la vida una sobra».
-«¿Y no rezáis?»
-«Rezo... En vano».

-«Pero la misericordia
Del cielo, que es infinita,
Al pecador no abandona,
Al que los brazos le tiende
Y consuelo y paz implora».

-«Es verdad. Mas cuando triste,
En la quietud de mi alcoba,
Me postro a rezar, visiones
Me perturban tentadoras.
Aquí conmigo el pecado
Ha vivido; y se alzan formas
Que se acercan, que se alejan,
Que vuelven, después se borran,
Y vuelven después... y juntan
A mí la encendida boca».

Moreno Escandón callaba;
Era alta noche. En las hojas
Del patio se percibía
El lento caer de gotas.


Y Solís seguía:
-«A veces
Tristes claustros mi memoria
Cruzan en hondo silencio;
Arcos y arcos, grises losas,
Retablos en blancos muros
Donde se extiende la sombra
Que débil lámpara alumbra;
En la capilla el aroma
Del incienso; a media noche
Del órgano lentas notas
Que van borrando... borrando
Del mundo alegrías locas,
Y nos llevan lentamente
A una luz de eterna gloria,
En redor humildad viendo
Y el alma ante Dios absorta;
Y Cristo manando sangre,
Y entre sangre su corona
De espinas; albas risueñas
Sobre el huerto... olor de rosas
Que cuidan para la Virgen
Manos antes pecadoras...
La comunidad que pasa;
En el coro la salmodia...
¡Luz celestial que se enciende,
Y la tierra que se borra!»

Moreno Escandón callaba.
En Santa Fe silenciosa
Sonó una campana. Trinos,
Más trinos entre las frondas
Que se agitan en el patio.

Salió Moreno.
La alcoba
Quedó en silencio profundo...
Luego una voz que solloza...
Y otra vez silencio...
Un Cristo,
Divina misericordia,
Abre los brazos. El Duque
Las rodillas ante él dobla;
A sus pies se abraza. Llanto
Su rostro pálido moja,
Y abrazado al Mártir sigue
Hasta que llega la aurora.

Di a los pobres su fortuna;
En humilde ceremonia
Entregó el mando a Messía,
Y esa tarde en su carroza,
Con su uniforme de gala,
Por las calles silenciosas
Fue al convento franciscano
Donde sonaban las notas
Del órgano y ascendía
De incienso fragante aroma.
Llamó al Prior. Y esa noche
Vestido de tela hosca,
De rodillas, en su celda,
Vio nuevamente la aurora.
Santiago Nov 2015
Sentado en su trono rodeado de luz
A la diestra del padre gobierna Jesús
Con ojos de fuego con rostro de sol
Cuando abre su boca es trueno su voz

CORO
Poderoso en majestad y reino poderoso
Poderoso en potestad de imperio poderoso

Un gran arco iris corona su ser,
él es el cordero que pudo vencer
Él es el primero él es el postre,
y arrojan corona delante de él
Vengo a expresar mi desazón suprema
y a perpetuarla en la virtud del canto.
Yo soy Maín, el héroe del poema,
que vio, desde los círculos del día,
regir el mundo una embriaguez y un llanto.

¡Armonía! ¡Oh profunda, oh abscóndita Armonía!

Y velaré mi arduo pensamiento
sotto il velame degli versi strani,
fastuoso, de pompas seculares;
perfecta en sí la estrofa del lamento
y a impulso de los ritmos estelares.

Columpia el mar su cauda nacarina,
e imbuida en la clámide del río
pasa en la bruma fúlgida la carne de la ondina.
Grana el campo nutricio, fluyen mieles,
una deidad inflama las horas con su llama
y loa el día azul un coro de donceles.

Romero: ¿no rebosa el corazón
por la noche de sombras evocadas,
por la tierra de arrugas trabajadas,
del Tiempo y el Espacio la múltiple emoción?

Brilla en las lejanías invioladas
vaga ciudad, e! viento da en los juncos,
los juncos gimen bajo el viento rudo...
Romero, ¡que se vierta el corazón!
y la ternura y la tristeza mía
canten en el crepúsculo: ¡Armonía!
Yo, Rey del reino estéril de las lágrimas,
yo, Rey del reino vacuo de las rimas,
con mis canciones ebrias
que un son nocturno hechiza
y con mis voces pávidas,
anuncio las cavernas del Enigma.
En mis siete dolores primarios se resume,
como en alejandrino paradigma,
la escala del dolor que el mal asume.

Tenebrosa, recóndita Armonía...

Mi numen, fuerte, no es aquel tan puro
como el cerrado corazón de un monte;
pero sobre sus ruinas de inocencias
haré brillar, ebrio del dolor puro,
una gota de luz del corazón del monte.
Escrita en viejo dialecto eolio
hallé esta página dentro un infolío
y entre los libros de un monasterio
del venerable San Agustín.
Un fraile acaso puso el escolio
que allí se encuentra; dómine serio
de flacas manos y buen latín.
Hay sus lagunas.... Cuando los toros
de las campañas bajo los oros
que vierte el hijo de Hiperión,
pasan mugiendo, y en las eternas
rocas salvajes de las cavernas
esperezándose ruge el león;
cuando en las vírgenes y verdes parras
sus secas notas dan las cigarras,
y en los panales de Himeto deja
su rubia carga la leve abeja
que en bocas rojas chupa la miel,
junto a los mirtos, bajo los lauros,
en grupo lírico van los centauros
con la armonía de su tropel.Uno las patas rítmicas mueve,
otro alza el cuello con gallardía
como en hermoso bajorrelieve
que a golpes mágicos Scopas haría;
otro alza al aire las manos blancas
mientras le dora las finas ancas
con baño cálido la luz del sol;
y otro, saltando piedras y troncos,
va dando alegres sus gritos roncos
como el ruido de un caracol.Silencio. Señas hace ligero
el que en la tropa va delantero;
porque a un recodo de la campaña
llegan en donde Diana se baña.
Se oye el ruido de claras linfas
y la algazara que hacen las ninfas.
Risa de plata que el aire riega
hasta sus ávidos oídos llega;
golpes en la onda, palabras locas,
gritos joviales de frescas bocas,
y los ladridos de la traílla
que Diana tiene junto a la orilla
del fresco río, donde está ella
blanca y desnuda como una estrella.Tanta blancura, que al cisne injuria,
abre los ojos de la lujuria:
sobre las márgenes y rocas áridas
vuela el enjambre de las cantáridas
con su bruñido verde metálico,
siempre propicias al culto fálico.
Amplias caderas, pie fino y breve;
las dos colinas de rosa y nieve...
¡Cuadro soberbio de tentación!
¡Ay del cuitado que a ver se atreve
lo que fue espanto para Acteón!
Cabellos rubios, mejillas tiernas,
marmóreos cuellos, rosadas piernas,
gracias ocultas del lindo coro,
en el herido cristal sonoro;
seno en que hiciérase sagrada copa;
tal ve en silencio la ardiente tropa.
¿Quién adelanta su firme busto?
¿Quirón experto? ¿Folo robusto?
Es el más joven y es el más bello;
su piel es blanca, crespo el cabello,
los cascos finos, y en la mirada
brilla del sátiro la llamarada.
En un instante, veloz y listo,
a una tan bella como Kalisto,
ninfa que al alta diosa acompaña,
saca de la onda donde se baña:
la grupa vuelve, raudo galopa;
tal iba el toro raptor de Europa
con el orgullo de su conquista.¿A do va Diana? Viva la vista,
la planta alada, la cabellera
mojada y suelta; terrible, fiera,
corre del monte por la extensión;
ladran sus perros enfurecidos;
entre sus dedos humedecidos;
lleva una flecha para el ladrón.Ya a los centauros a ver alcanza
la cazadora; ya el dardo lanza,
y un grito se oye de hondo dolor:
la casta diva de la venganza
mató al raptor...La tropa rápida se esparce huyendo,
forman los cascos sonoro estruendo.
Llegan las ninfas. Lloran. ¿Qué ven?
En la carrera la cazadora
con su saeta castigadora
a la robada mató también.
Almendra Isabel Jun 2014
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Creyeron que era pálida, luego
la encontraron más viva que el
susurro colorido de un árbol de almendra,
estaba ahí llena de figuras de luz
paseándose como cisnes por su frente, entre
la gente, la espesa llama clara de sus pasos
fue inspirando a cada músico, a cada pintor
a cada hombre de traje de lino que caminaba
por el bulevar de los ángeles rotos, creyeron
que su voz era débil, mas cuando la escucharon
una trompeta de caballería anuncio su coro,
tenía tanto esplendor que hubiera dado le vida
a los hombres de piedra, y susurrar sus nombres
era el sabor de un almendro en los labios llenos
de ocasión para el disturbio de la inspiración,
en sus manos se formaban espigas de trigo
lleno de miel, de su espalda podían nacer
tanto gladiolos como destellantes oxidianas suaves,
creyeron que estaba dormida, pero ella ya andaba volando.
Llegará un día en que la raza humana
Se habrá secado como planta vana,
Y el viejo sol en el espacio sea
Carbón inútil de apagada tea.
Llegará un día en que el enfriado mundo
Será un silencio lúgubre y profundo:
Una gran sombra rodeará la esfera
Donde no volverá la primavera;
La tierra muerta, como un ojo ciego,
Seguirá andando siempre sin sosiego,
Pero en la sombra, a tientas, solitaria,
Sin un canto, ni un ¡ay!, ni una plegaria.
Sola, con sus criaturas preferidas
En el seno cansadas y dormidas.
(Madre que marcha aún con el veneno
de los hijos ya muertos en el seno.)
Ni una ciudad de pie... Ruinas y escombros
Soportará sobre los muertos hombros.
Desde allí arriba, negra la montaña
La mirará con expresión huraña.
Acaso el mar no será más que un duro
Bloque de hielo, como todo oscuro.
Y así, angustiado en su dureza, a solas
Soñará con sus buques y sus olas,
Y pasará los años en acecho
De un solo barco que le surque el pecho.
Y allá, donde la tierra se le aduna,
Ensoñará la playa con la luna,
Y ya nada tendrá más que el deseo,
Pues la luna será otro mausoleo.
En vano querrá el bloque mover bocas
Para tragar los hombres, y las rocas
Oír sobre ellas el horrendo grito
Del náufrago clamando al infinito:
Ya nada quedará; de polo a polo
Lo habrá barrido todo un viento solo:
Voluptuosas moradas de latinos
Y míseros refugios de beduinos;
Oscuras cuevas de los esquimales
Y finas y lujosas catedrales;
Y negros, y amarillos y cobrizos,
Y blancos y malayos y mestizos

Se mirarán entonces bajo tierra
Pidiéndose perdón por tanta guerra.
De las manos tomados, la redonda
Tierra, circundarán en una ronda.
Y gemirán en coro de lamentos:
¡Oh cuántos vanos, torpes sufrimientos!
-La tierra era un jardín lleno de rosas
Y lleno de ciudades primorosas;
-Se recostaban sobre ríos unas,
Otras sobre los bosques y lagunas.
-Entre ellas se tendían finos rieles,
Que eran a modo de esperanzas fieles,
-Y florecía el campo, y todo era
Risueño y fresco como una pradera;
-Y en vez de comprender, puñal en mano
Estábamos, hermano contra hermano;
-Calumniábanse entre ellas las mujeres
Y poblaban el mundo mercaderes;
-Íbamos todos contra el que era bueno
A cargarlo de lodo y de veneno...
-Y ahora, blancos huesos, la redonda
Tierra rodeamos en hermana ronda.
-Y de la humana, nuestra llamarada,
¡Sobre la tierra en pie no queda nada!

Pero quién sabe si una estatua muda
De pie no quede aún sola y desnuda.
Y así, surcando por las sombras, sea
El último refugio de la idea.
El último refugio de la forma
Que quiso definir de Dios la norma
Y que, aplastada por su sutileza,
Sin entenderla, dio con la belleza.
Y alguna dulce, cariñosa estrella,
Preguntará tal vez: ¿Quién es aquélla?
¿Quién es esa mujer que así se atreve,
Sola, en el mundo muerto que se mueve?
Y la amará por celestial instinto
Hasta que caiga al fin desde su plinto.
Y acaso un día, por piedad sin nombre
Hacia esta pobre tierra y hacia el hombre,
La luz de un sol que viaje pasajero
Vuelva a incendiarla en su fulgor primero,
Y le insinúe: Oh fatigada esfera:
¡Sueña un momento con la primavera!
-Absórbeme un instante: soy el alma
Universal que muda y no se calma...

¡Cómo se moverán bajo la tierra
Aquellos muertos que su seno encierra!

¡Cómo pujando hacia la luz divina
Querrán volar al que los ilumina!
Mas será en vano que los muertos ojos
Pretendan alcanzar los rayos rojos.
¡En vano! ¡En vano!... ¡Demasiado espesas
Serán las capas, ay, sobre sus huesas!...
Amontonados todos y vencidos,
Ya no podrán dejar los viejos nidos,
Y al llamado del astro pasajero,
Ningún hombre podrá gritar: ¡Yo quiero!...
El son del viento en la arcada
tiene la clave de mí mismo:
soy una fuerza exacerbada
y soy un clamor de abismo.
Entre los coros estelares
oigo algo mío disonar.
Mis acciones y mis cantares
tenían ritmo particular.
Vine al torrente de la vida
en Santa Rosa de Osos,
una medianoche encendida
en astros de signos borrosos.
Tomé posesión de la tierra,
mía en el sueño y el lino y el pan;
y, moviendo a las normas guerra,
fui Eva... y fui Adán.
Yo ceñía el campo maduro
como si fuera una mujer,
y me enturbiaba un vino oscuro
de placer.
Yo gustaba la voz del viento
como una piñuela en sazón,
y me la comía... con lamento
de avidez en el corazón.
Y, alígero esquife al día,
y a la noche y al tumbo del mar,
bogaba mi fantasía
en un rayo de luz solar.
Iba tras la forma suprema,
tras la nube y el ruiseñor
y el cristal y el doncel y la gema
del dolor.
Iba al Oriente, al Oriente,
hacia las islas de la luz,
a donde alzara un pueblo ardiente
sublimes himnos a lo azul.
Ya, cruzando la Palestina,
veía el rostro de Benjamín,
su ojo límpido, su boca fina
y su arrebato de carmín.
O de Grecia en el día de oro,
do el cañuto le daba Pan,
amaba a Sófocles en el Coro
sonoro que canta el Peán.
O con celo y ardor de paloma
en celo, en la Arabia de Alá
seguía el curso de Mahoma
por la hermosura de Abdalá:
Abdalá era cosa más bella
que lauro y lira y flauta y miel;
cuando le llevó una doncella
¡cien doncellas murieron por él!
... Mis manos se alzaron al ámbito
para medir la inmensidad;
pero mi corazón buscaba ex-ámbito
la luz, el amor, la verdad.
Mis pies se hincaban en el suelo
cual pezuña de Lucifer,
y algo en mí tendía el vuelo
por la niebla, hacia el rosicler...
Pero la Dama misteriosa
de los cabellos de fulgor
viene y en mí su mano posa
y me infunde un fatal amor.
Y lo demás de mi vida
no es sino aquel amor fatal,
con una que otra lámpara encendida
ante el ara del ideal.
Y errar, errar, errar a solas,
la luz de Saturno en mi sien,
roto mástil sobre las olas
en vaivén.
Y una prez en mi alma colérica
que al torvo sino desafía:
el orgullo de ser, ¡oh América!
el Ashaverus de tu poesía...
Y en la flor fugaz del momento
querer el aroma perdido,
y en un deleite sin pensamiento
hallar la clave del olvido;
después un viento... un viento... un viento...
¡y en ese viento, mi alarido!
¿Fue en las islas de las rosas,
en el país de los sueños,
en donde hay niños risueños
y enjambre de mariposas?
Quizá.
              En sus grutas doradas,
con sus diademas de oro,
allí estaban, como un coro
de reinas, todas las hadas.
  Las que tienen prisioneros
a los silfos de la luz,
las que andan con un capuz
salpicado de luceros.
  Las que mantos de escarlata
lucen con regio donaire,
y las que hienden el aire
con su varita de plata.
  ¿Era día o noche?
                                        El astro
de la niebla sobre el tul,
florecía en campo azul
como un lirio de alabastro.
  Su peplo de oro la incierta
alba ya había tendido.
Era la hora en que en su nido
toda alondra se despierta.
  Temblaba el limpio cristal
del rocío de la noche,
y estaba entreabierto el broche
de la flor primaveral.
  Y en aquella región que era
de la luz y la fortuna,
cantaban un himno, a una,
ave, aurora y primavera.
  Las hadas -aquella tropa
brillante-, Delia, que he dicho,
por un extraño capricho
fabricaron una copa.
  Rara, bella, sin igual,
y tan pura como bella,
pues aún no ha bebido en ella
ninguna boca mortal.
  De una azucena gentil
hicieron el cáliz leve,
que era de polvo de nieve
y palidez de marfil.
  Y la base fue formada
con un trémulo suspiro,
de reflejos de zafiro
y de luz cristalizada.
  La copa hecha se pensó
en qué se pondría en ella
(que es el todo, niña bella,
de lo que te cuento yo).
  Una dijo: -La ilusión;
otra dijo: -La belleza;
otra dijo: -La riqueza;
y otra más: -El corazón.
  La Reina Mab, que es discreta,
dijo a la espléndida tropa:
-Que se ponga en esa copa
la felicidad completa.
  Y cuando habló Reina tal,
produjo aplausos y asombros.
Llevaba sobre sus hombros
su soberbio manto real.
  Dejó caer la divina
Reina de acento sonoro,
algo como gotas de oro
de una flauta cristalina.
  Ya la Reina Mab habló;
cesó su olímpico gesto,
y las hadas tanto han puesto
que la copa se llenó.
  Amor, delicia, verdad,
dicha, esplendor y riqueza,
fe, poderío, belleza...
¡Toda la felicidad!...
  Y esta copa se guardó
pura, sola, inmaculada.
¿Dónde?
                    En una isla ignorada.
¿De dónde?
                            ¡Se me olvidó!...
  ¿Fue en las islas de las rosas,
en el país de los sueños,
en donde hay niños risueños
y enjambres de mariposas?   Esto nada importa aquí,
pues por decirte escribía
que esta copa, niña mía,
la deseo para ti.
No sabía
si era un limón amarillo
lo que tu mano tenía,
o el hilo de un claro día
Guiomar, en dorado ovillo.
Tu boca me sonreía.
  Yo pregunté: ¿Qué me ofreces?
¿Tiempo en fruto, que tu mano
eligió entre madureces
de tu huerta?
  ¿Tiempo vano
de una bella tarde yerta?
¿Dorada ausencia encantada?
¿Copia en el agua dormida?
¿De monte en monte encendida,
la alborada
verdadera?
¿Rompe en sus turbios espejos
amor la devanadera
de sus crepúsculos viejos?
  En un jardín te he soñado,
alto, Guiomar, sobre el río,
jardín de un tiempo cerrado
con verjas de hierro frío.
  Un ave insólita canta
en el almez, dulcemente,
junto al agua viva y santa,
toda sed y toda fuente.
  En ese jardín, Guiomar,
el mutuo jardín que inventan
dos corazones al par,
se funden y complementan
nuestras horas. Los racimos
de un sueño -juntos estamos-
en limpia copa exprimimos,
y el doble cuento olvidamos.
  (Uno: Mujer y varón,
aunque gacela y león,
llegan juntos a beber.
El otro: No puede ser
amor de tanta fortuna:
dos soledades en una,
ni aun de varón y mujer).
  Por ti la mar ensaya olas y espumas,
y el iris, sobre el monte, otros colores,
y el faisán de la aurora canto y plumas,
y el búho de Minerva ojos mayores.
Por ti, ¡oh Guiomar!...
                      Tu poeta
piensa en ti. La lejanía
es de limón y violeta,
verde el campo todavía.
Conmigo vienes, Guiomar;
nos sorbe la serranía.
De encinar en encinar
se va fatigando el día.
El tren devora y devora
día y riel. La retama
pasa en sombra; se desdora
el oro de Guadarrama.
Porque una diosa y su amante
huyen juntos, jadeante,
los sigue la luna llena.
El tren se esconde y resuena
dentro de un monte gigante.
Campos yermos, cielo alto.
Tras los montes de granito
y otros montes de basalto,
ya es la mar y el infinito.
Juntos vamos; libres somos.
Aunque el Dios, como en el cuento
fiero rey, cabalgue a lomos
del mejor corcel del viento,
aunque nos jure, violento,
su venganza,
aunque ensille el pensamiento,
libre amor, nadie lo alcanza.
  Hoy te escribo en mi celda de viajero,
a la hora de una cita imaginaria.
Rompe el iris al aire el aguacero,
y al monte su tristeza planetario.
Sol y campanas en la vieja torre.
¡Oh tarde viva y quieta
que opuso al panta rhei su nada corre,
tarde niña que amaba tu poeta!
¡Y día adolescente
-ojos claros y músculos morenos-,
cuando pensaste a Amor, junto a la fuente,
besar tus labios y apresar tus senos!
Todo a esta luz de abril se transparenta;
todo en el hoy de ayer, el Todavía
que en sus maduras horas
el tiempo canta y cuenta,
se funde en una sola melodía,
que es un coro de tardes y de auroras.
A ti, Guiomar, esta nostalgia mía.

— The End —