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D A Do Fleming Sep 2010
O tempo é escasso e o espaço, amplo.
O prazo é laço e engancha o pampo.
o BERRO é surdo sem algum alcance
pra que o ouvido mudo do Universo dance.

Galanteiam nebulosas em destino infante
e trazem, ao eterno, singular instante.
Cada transição traçada a que avance
é passo dado em falso a fortuito lance.

Aferir feridas de um pleno plano
levará o homem a estado insano:
a narcose de saber um objeto nulo.

Na movimentação estática do engano,
toda teoria traz na cura um dano
entoado na garganta que, portanto, engulo.


* bestia cupidissima rerum novarum  - animal ansiosíssimo por coisas novas.
Pampo - rebento tardio de cana de açucar: pampos de cana caiana (Dicionário UNESP do Português contemporâneo)
Princípio poético da Teoria da nulidade teórica ampla (em desenvolvimento)
El varón que tiene corazón de lis,
alma de querube, lengua celestial,
el mínimo y dulce Francisco de Asís,
está con un rudo y torvo animal,
bestia temerosa, de sangre y de robo,
las fauces de furia, los ojos de mal:
el lobo de Gubbia, el terrible lobo,
rabioso, ha asolado los alrededores;
cruel ha deshecho todos los rebaños;
devoró corderos, devoró pastores,
y son incontables sus muertes y daños.

Fuertes cazadores armados de hierros
fueron destrozados. Los duros colmillos
dieron cuenta de los más bravos perros,
como de cabritos y de corderillos.

Francisco salió:
al lobo buscó
en su madriguera.
Cerca de la cueva encontró a la fiera
enorme, que al verle se lanzó feroz
contra él. Francisco, con su dulce voz,
alzando la mano,
al lobo furioso dijo: -¡Paz, hermano
lobo! El animal
contempló al varón de tosco sayal;
dejó su aire arisco,
cerró las abiertas fauces agresivas,
y dijo: -¡Está bien, hermano Francisco!
¡Cómo! -exclamó el santo-. ¿Es ley que tú vivas
de horror y de muerte?
¿La sangre que vierte
tu hocico diabólico, el duelo y espanto
que esparces, el llanto
de los campesinos, el grito, el dolor
de tanta criatura de Nuestro Señor,
no han de contener tu encono infernal?
¿Vienes del infierno?
¿Te ha infundido acaso su rencor eterno
Luzbel o Belial?
Y el gran lobo, humilde: -¡Es duro el invierno,
y es horrible el hambre! En el bosque helado
no hallé qué comer; y busqué el ganado,
y en veces comí ganado y pastor.
¿La sangre? Yo vi más de un cazador
sobre su caballo, llevando el azor
al puño; o correr tras el jabalí,
el oso o el ciervo; y a más de uno vi
mancharse de sangre, herir, torturar,
de las roncas trompas al sordo clamor,
a los animales de Nuestro Señor.
Y no era por hambre, que iban a cazar.
Francisco responde: -En el hombre existe
mala levadura.
Cuando nace viene con pecado. Es triste.
Mas el alma simple de la bestia es pura.
Tú vas a tener
desde hoy qué comer.
Dejarás en paz
rebaños y gente en este país.
¡Que Dios melifique tu ser montaraz!
-Está bien, hermano Francisco de Asís.
-Ante el Señor, que todo ata y desata,
en fe de promesa tiéndeme la pata.
El lobo tendió la pata al hermano
de Asís, que a su vez le alargó la mano.
Fueron a la aldea. La gente veía
y lo que miraba casi no creía.
Tras el religioso iba el lobo fiero,
y, baja la testa, quieto le seguía
como un can de casa, o como un cordero.

Francisco llamó la gente a la plaza
y allí predicó.
Y dijo: -He aquí una amable caza.
El hermano lobo se viene conmigo;
me juró no ser ya vuestro enemigo,
y no repetir su ataque sangriento.
Vosotros, en cambio, daréis su alimento
a la pobre bestia de Dios. -¡Así sea!,
contestó la gente toda de la aldea.
Y luego, en señal
de contentamiento,
movió testa y cola el buen animal,
y entró con Francisco de Asís al convento.

Algún tiempo estuvo el lobo tranquilo
en el santo asilo.
Sus bastas orejas los salmos oían
y los claros ojos se le humedecían.
Aprendió mil gracias y hacía mil juegos
cuando a la cocina iba con los legos.
Y cuando Francisco su oración hacía,
el lobo las pobres sandalias lamía.
Salía a la calle,
iba por el monte, descendía al valle,
entraba en las casas y le daban algo
de comer. Mirábanle como a un manso galgo.
Un día, Francisco se ausentó. Y el lobo
dulce, el lobo manso y bueno, el lobo probo,
desapareció, tornó a la montaña,
y recomenzaron su aullido y su saña.
Otra vez sintióse el temor, la alarma,
entre los vecinos y entre los pastores;
colmaba el espanto los alrededores,
de nada servían el valor y el arma,
pues la bestia fiera
no dio treguas a su furor jamás,
como si tuviera
fuegos de Moloch y de Satanás.

Cuando volvió al pueblo el divino santo,
todos lo buscaron con quejas y llanto,
y con mil querellas dieron testimonio
de lo que sufrían y perdían tanto
por aquel infame lobo del demonio.

Francisco de Asís se puso severo.
Se fue a la montaña
a buscar al falso lobo carnicero.
Y junto a su cueva halló a la alimaña.
-En nombre del Padre del sacro universo,
conjúrote -dijo-, ¡oh lobo perverso!,
a que me respondas: ¿Por qué has vuelto al mal?
Contesta. Te escucho.
Como en sorda lucha, habló el animal,
la boca espumosa y el ojo fatal:
-Hermano Francisco, no te acerques mucho...
Yo estaba tranquilo allá en el convento;
al pueblo salía,
y si algo me daban estaba contento
y manso comía.
Mas empecé a ver que en todas las casas
estaban la Envidia, la Saña, la Ira,
y en todos los rostros ardían las brasas
de odio, de lujuria, de infamia y mentira.
Hermanos a hermanos hacían la guerra,
perdían los débiles, ganaban los malos,
hembra y macho eran como perro y perra,
y un buen día todos me dieron de palos.
Me vieron humilde, lamía las manos
y los pies. Seguía tus sagradas leyes,
todas las criaturas eran mis hermanos:
los hermanos hombres, los hermanos bueyes,
hermanas estrellas y hermanos gusanos.
Y así, me apalearon y me echaron fuera.
Y su risa fue como un agua hirviente,
y entre mis entrañas revivió la fiera,
y me sentí lobo malo de repente;
mas siempre mejor que esa mala gente.
y recomencé a luchar aquí,
a me defender y a me alimentar.
Como el oso hace, como el jabalí,
que para vivir tienen que matar.
Déjame en el monte, déjame en el risco,
déjame existir en mi libertad,
vete a tu convento, hermano Francisco,
sigue tu camino y tu santidad.

El santo de Asís no le dijo nada.
Le miró con una profunda mirada,
y partió con lágrimas y con desconsuelos,
y habló al Dios eterno con su corazón.
El viento del bosque llevó su oración,
que era: Padre nuestro, que estás en los cielos...
DAVID Nov 2015
bajo la aparente obscuridad,
el rojo nacarado de tus labios,
me otorgo tu luz

entre los mustios y ciegos
besos de fuego, tu absorbiste
mi obscuridad

no hubo magia, fue,
solo eso, dos entes oscuros,
absorbiendo luz,

una bestia con cabeza de
loewe, azolado y atormentado,
por su dolor.

entre la perdida y el
desdén, y con el deseo, pegados
en su piel.

la luz en la oscuridad absoluta,
años buscando esa piel de seda,
aquellos labios dulces como miel

esos labios sedosos y olorosos,
de una sombra hermosa,  una
leona en la oscuridad

y quien sabrá, solo la oscuridad,
sobre esa piel de seda, que otorgo
luz en una noche oscura.

un loewe cualquiera, el descendiente,
perdido, buscando la manera, y aquella piel
de seda, de  miel oro y fuego.

un león, perdido en la sombra, buscando
aquella piel de seda, que como gracia divina,
o como favor de dioses amigos.

me encontró,  atrapo y amo
en la sombra, justo antes del
amanecer, dando vida, al
corazón ennegrecido

y el influjo de vida, de fuerza,
para resistir a mis embates,
controlándose tierna mente

sin asustarse de mis rugidos,
solo el fuego hermoso que me dio
con sus labios nacarados

con sus labios de mujer, una fiera
hermosa con piel de seda, perfumada,
y hermosa, una musa en la sombra

resistiendo tierna mente a los embates,
de la bestia sedienta de su ****, de su sangre
besando su piel milímetro a milímetro.

aquella sombra hermosa, con piel de seda
labios nacarados, resistió, aunque solo
deseaba yacer junto a esta bestia,

sedienta de su cuerpo, sus labios,sus piernas
infinitas, su **** de muer hermosa,
la bella y dulce leoncilla, que fue mía
en la oscuridad.
in spanish is cooler, and  secret, i found her, the one in the dark
so hot, that skin, and the sweet as hell honney lips. nice memorie. so hot.
En la isla en que detiene su esquife el argonauta
del inmortal Ensueño, donde la eterna pauta
de las eternas liras se escucha -isla de oro
en que el tritón elige su caracol sonoro
y la sirena blanca va a ver el sol- un día
se oye el tropel vibrante de fuerza y de harmonía.

Son los Centauros. Cubren la llanura. Les siente
la montaña. De lejos, forman són de torrente
que cae; su galope al aire que reposa
despierta, y estremece la hoja del laurel-rosa.

Son los Centauros. Unos enormes, rudos; otros
alegres y saltantes como jóvenes potros;
unos con largas barbas como los padres-ríos;
otros imberbes, ágiles y de piafantes bríos,
y robustos músculos, brazos y lomos aptos
para portar las ninfas rosadas en los raptos.

Van en galope rítmico, Junto a un fresco boscaje,
frente al gran Océano, se paran. El paisaje
recibe de la urna matinal luz sagrada
que el vasto azul suaviza con límpida mirada.
Y oyen seres terrestres y habitantes marinos
la voz de los crinados cuadrúpedos divinos.
 
Calladas las bocinas a los tritones gratas,
calladas las sirenas de labios escarlatas,
los carrillos de Eolo desinflados, digamos
junto al laurel ilustre de florecidos ramos
la gloria inmarcesible de las Musas hermosas
y el triunfo del terrible misterio de las cosas.
He aquí que renacen los lauros milenarios;
vuelven a dar su lumbre los viejos lampadarios;
y anímase en mi cuerpo de Centauro inmortal
la sangre del celeste caballo paternal.
 
Arquero luminoso, desde el Zodíaco llegas;
aun presas en las crines tienes abejas griegas;
aun del dardo herakleo muestras la roja herida
por do salir no pudo la esencia de tu vida.
¡Padre y Maestro excelso! Eres la fuente sana
de la verdad que busca la triste raza humana:
aun Esculapio sigue la vena de tu ciencia;
siempre el veloz Aquiles sustenta su existencia
con el manjar salvaje que le ofreciste un día,
y Herakles, descuidando su maza, en la harmonía
de los astros, se eleva bajo el cielo nocturno...
 
La ciencia es flor del tiempo: mi padre fue Saturno.
 
Himnos a la sagrada Naturaleza; al vientre
de la tierra y al germen que entre las rocas y entre
las carnes de los árboles, y dentro humana forma,
es un mismo secreto y es una misma norma,
potente y sutilísimo, universal resumen
de la suprema fuerza, de la virtud del Numen.
 
¡Himnos! Las cosas tienen un ser vital; las cosas
tienen raros aspectos, miradas misteriosas;
toda forma es un gesto, una cifra, un enigma;
en cada átomo existe un incógnito estigma;
cada hoja de cada árbol canta un propio cantar
y hay un alma en cada una de las gotas del mar;
el vate, el sacerdote, suele oír el acento
desconocido; a veces enuncia el vago viento
un misterio; y revela una inicial la espuma
o la flor; y se escuchan palabras de la bruma;
y el hombre favorito del Numen, en la linfa
o la ráfaga encuentra mentor -demonio o ninfa.
 
El biforme ixionida comprende de la altura,
por la materna gracia, la lumbre que fulgura,
la nube que se anima de luz y que decora
el pavimento en donde rige su carro Aurora,
y la banda de Iris que tiene siete rayos
cual la lira en sus brazos siete cuerdas, los mayos
en la fragante tierra llenos de ramos bellos,
y el Polo coronado de cándidos cabellos.
El ixionida pasa veloz por la montaña
rompiendo con el pecho de la maleza huraña
los erizados brazos, las cárceles hostiles;
escuchan sus orejas los ecos más sutiles:
sus ojos atraviesan las intrincadas hojas
mientras sus manos toman para sus bocas rojas
las frescas bayas altas que el sátiro codicia;
junto a la oculta fuente su mirada acaricia
las curvas de las ninfas del séquito de Diana;
pues en su cuerpo corre también la esencia humana
unida a la corriente de la savia divina
y a la salvaje sangre que hay en la bestia equina.
Tal el hijo robusto de Ixión y de la Nube.
 
Sus cuatro patas bajan; su testa erguida sube.
 
Yo comprendo el secreto de la bestia. Malignos
seres hay y benignos. Entre ellos se hacen signos
de bien y mal, de odio o de amor, o de pena
o gozo: el cuervo es malo y la torcaz es buena.
 
Ni es la torcaz benigna, ni es el cuervo protervo:
son formas del Enigma la paloma y el cuervo.
 
El Enigma es el soplo que hace cantar la lira.
 
¡El Enigma es el rostro fatal de Deyanira!
MI espalda aun guarda el dulce perfume de la bella;
aun mis pupilas llaman su claridad de estrella.
¡Oh aroma de su ****! ¡O rosas y alabastros!
¡Oh envidia de las flores y celos de los astros!
 
Cuando del sacro abuelo la sangre luminosa
con la marina espuma formara nieve y rosa,
hecha de rosa y nieve nació la Anadiomena.
Al cielo alzó los brazos la lírica sirena,
los curvos hipocampos sobre las verdes ondas
levaron los hocicos; y caderas redondas,
tritónicas melenas y dorsos de delfines
junto a la Reina nueva se vieron. Los confines
del mar llenó el grandioso clamor; el universo
sintió que un nombre harmónico sonoro como un verso
llenaba el hondo hueco de la altura; ese nombre
hizo gemir la tierra de amor: fue para el hombre
más alto que el de Jove; y los númenes mismos
lo oyeron asombrados; los lóbregos abismos
tuvieron una gracia de luz. ¡VENUS impera!
Ella es entre las reinas celestes la primera,
pues es quien tiene el fuerte poder de la Hermosura.
¡Vaso de miel y mirra brotó de la amargura!
Ella es la más gallarda de las emperatrices;
princesa de los gérmenes, reina de las matrices,
señora de las savias y de las atracciones,
señora de los besos y de los corazones.
 
¡No olvidaré los ojos radiantes de Hipodamia!
 
Yo sé de la hembra humana la original infamia.
Venus anima artera sus máquinas fatales;
tras sus radiantes ojos ríen traidores males;
de su floral perfume se exhala sutil daño;
su cráneo obscuro alberga bestialidad y engaño.
Tiene las formas puras del ánfora, y la risa
del agua que la brisa riza y el sol irisa;
mas la ponzoña ingénita su máscara pregona:
mejores son el águila, la yegua y la leona.
De su húmeda impureza brota el calor que enerva
los mismos sacros dones de la imperial Minerva;
y entre sus duros pechos, lirios del Aqueronte,
hay un olor que llena la barca de Caronte.
 
Como una miel celeste hay en su lengua fina;
su piel de flor aun húmeda está de agua marina.
Yo he visto de Hipodamia la faz encantadora,
la cabellera espesa, la pierna vencedora;
ella de la hembra humana fuera ejemplar augusto;
ante su rostro olímpico no habría rostro adusto;
las Gracias junto a ella quedarían confusas,
y las ligeras Horas y las sublimes Musas
por ella detuvieran sus giros y su canto.
 
Ella la causa fuera de inenarrable espanto:
por ella el ixionida dobló su cuello fuerte.
La hembra humana es hermana del Dolor y la Muerte.
 
Por suma ley un día llegará el himeneo
que el soñador aguarda: Cenis será Ceneo;
claro será el origen del femenino arcano:
la Esfinge tal secreto dirá a su soberano.
 
Naturaleza tiende sus brazos y sus pechos
a los humanos seres; la clave de los hechos
conócela el vidente; Homero con su báculo,
en su gruta Deifobe, la lengua del Oráculo.
 
El monstruo expresa un ansia del corazón del Orbe,
en el Centauro el bruto la vida humana absorbe,
el sátiro es la selva sagrada y la lujuria,
une sexuales ímpetus a la harmoniosa furia.
Pan junta la soberbia de la montaña agreste
al ritmo de la inmensa mecánica celeste;
la boca melodiosa que atrae en Sirenusa
es de la fiera alada y es de la suave musa;
con la bicorne bestia Pasifae se ayunta,
Naturaleza sabia formas diversas junta,
y cuando tiende al hombre la gran Naturaleza,
el monstruo, siendo el símbolo, se viste de belleza.
 
Yo amo lo inanimado que amó el divino Hesiodo.
 
Grineo, sobre el mundo tiene un ánima todo.
 
He visto, entonces, raros ojos fijos en mí:
los vivos ojos rojos del alma del rubí;
los ojos luminosos del alma del topacio
y los de la esmeralda que del azul espacio
la maravilla imitan; los ojos de las gemas
de brillos peregrinos y mágicos emblemas.
Amo el granito duro que el arquitecto labra
y el mármol en que duermen la línea y la palabra...
 
A Deucalión y a Pirra, varones y mujeres
las piedras aun intactas dijeron: "¿Qué nos quieres?"
 
Yo he visto los lemures florar, en los nocturnos
instantes, cuando escuchan los bosques taciturnos
el loco grito de Atis que su dolor revela
o la maravillosa canción de Filomela.
El galope apresuro, si en el boscaje miro
manes que pasan, y oigo su fúnebre suspiro.
Pues de la Muerte el hondo, desconocido Imperio,
guarda el pavor sagrado de su fatal misterio.
 
La Muerte es de la Vida la inseparable hermana.
 
La Muerte es la victoria de la progenie humana.
 
¡La Muerte! Yo la he visto. No es demacrada y mustia
ni ase corva guadaña, ni tiene faz de angustia.
Es semejante a Diana, casta y virgen como ella;
en su rostro hay la gracia de la núbil doncella
y lleva una guirnalda de rosas siderales.
En su siniestra tiene verdes palmas triunfales,
y en su diestra una copa con agua del olvido.
A sus pies, como un perro, yace un amor dormido.
 
Los mismos dioses buscan la dulce paz que vierte.
 
La pena de los dioses es no alcanzar la Muerte.
 
Si el hombre -Prometeo- pudo robar la vida,
la clave de la muerte serále concedida.
 
La virgen de las vírgenes es inviolable y pura.
Nadie su casto cuerpo tendrá en la alcoba obscura,
ni beberá en sus labios el grito de la victoria,
ni arrancará a su frente las rosas de su gloria...
 
Mas he aquí que Apolo se acerca al meridiano.
Sus truenos prolongados repite el Oceano.
Bajo el dorado carro del reluciente Apolo
vuelve a inflar sus carrillos y sus odres Eolo.
A lo lejos, un templo de mármol se divisa
entre laureles-rosa que hace cantar la brisa.
Con sus vibrantes notas de Céfiro desgarra
la veste transparente la helénica cigarra,
y por el llano extenso van en tropel sonoro
los Centauros, y al paso, tiembla la Isla de Oro.
DAVID Jul 2016
acallado el fuego,
imperecedero, y la
sed de tu piel, saciada
con creces.

vacilante nunca, pues
tus ojos brillan,de placer,
deseo, satisfaccion total
y absoluta.

la humedad en mi pelviz,
el brillo sedoso, y agridulce
en mi regazo de leon amado.

y por un momento, justo en
ese momento, estoy completo,
sereno, amado, deseado, una
bestia plena, serena, agradecida.

la pena, el dolor, la ira y su desidia,
y el latrocinio brutal, son solo escollos
borrados con la humedad de tu ****.

vacilante es aquella, que no ha amado,
su mentira es una cruz pesada, oscura,
fatua, inerte, su alma jamas podra amar,
bajo  el falo divino.

en cambio, tus ojos, verdad, amor y ventura,
amando un imposible, y aun asi amando,
los estertores de tu ****** amada, besada,

penetrada, tierna y ferozmente, son el eco
del fuego chocando con el mar, provocando la vida,
el vapor, que riega la tierra, que genera el ciclo troffico
de la vida, fuego y agua, vapor de vida, pasion,
entre dos bestias, bellas y amadas.

tu miel y tu deseo, SALVAJE, intenso,
perenne, son vitales en la soledad,
de una bestia de montecristo, que solo, acarrea

el daño y el dolor, de las traiciones,
cada corte y puñalada, me hicieron el
hombre fuerte, que ahora soy.

indestructible, y viviendo, amando
imposibles, destruyendo la mentira,
acabando con las debilidades, de los que solo
mienten, llenos de odio, envidia y rencor,
por haber perdido el tornillo que sujeta
nuestra vida.

luego de eso, y por sus debilidades, montecristo
es vencedor, una bestia con corazon, que aprendio
a amar, lo imposible y lo posible, a desaparecerse
en el otro, envuelto en su luz, y su belleza, y la
debilidad y maldad de aquellas chicas mondego,

solo apuraron la debacle, me bato solo
frente a sus errores, riendo y contestando
a las mentiras, sus mentiras y anatemas,
se volvieron en su contra, la verdad limpio el agua,
y el fuego hizo el vapor, completando el ciclo de vida.

asi, mediante el deseo, y  la mutua pasion, ocurrioze
lo imposible, en pos de la vida, y el amor.
la quimera del deseo, nunca borro, aquella vez
que nos tocamos, a pesar de las diferencias, plenos,
salvajes.

generando el vapor, cogiendo, gruñendo, bramando,
en mi mente y en la tuya, el mismo deseo,
la inconmesurable verdad, nuestra verdad,
y la incomprensible mentira, fatua, el eco de lo falso,
y sus mentiras infecciosas, corrompiendo, y enlutando
lo que siempre fue luz y vida.

la falsa nocion de amor, en el yerro, y sus
secuazes, con su engaño de la no aceptacion,
la necedad, u la locura, fatuos oscuros incompletos.
clauditis inspirativa
DAVID Oct 2015
el feroz coito interrumpido,
por esa mirada, de mujer gato,
de leona de fuego.

tu cuerpo gritaba por el
placer, escondido de tu propio
deseo.

clamas por un toque lascivo,
buscas  que te azote
tenderly.

y luego te ame en silencio.

la feroz torsión de tu
cuerpo, rozando
el mio.

la mustia y quieta llama,
se volvió fogata, en tus entrañas,
de mujer felina.

ruges por  mi mordida,
luego te dejas estar,
mirando silente.

que aquella bestia deseada,
te folle en la oscuridad,
como niña buena, que
desea peligro.

y el roce equinoccial se
vuelve placentero,

como si el dolor y la perdida,
fuernan la exquisita concecuencia,
de ser lo que eres, una leona,

una diosa que muerde el polvo,
entre la perdida y lo exquisito
en tu caída, y en tu
humanización

estando perdida hallaste el centro,
tu leona, rugiendo,
amada bestia.

perdida entre los estertores,
de tus entrañas, en fuego, y entre ese
fuego la hallaste

  tu leona,tu leoparda
    hermosa salvaje,
  serena.

davide montesquieu
Yo, Beremundo el Lelo, surqué todas las rutas
y probé todos los mesteres.
Singlando a la deriva, no en orden cronológico ni lógico -en sin orden-
narraré mis periplos, diré de los empleos con que
nutrí mis ocios,
distraje mi hacer nada y enriquecí mi hastío...;
-hay de ellos otros que me callo-:
Catedrático fui de teosofía y eutrapelia, gimnopedia y teogonía y pansofística en Plafagonia;
barequero en el Porce y el Tigüí, huaquero en el Quindío,
amansador mansueto -no en desuetud aún- de muletos cerriles y de onagros, no sé dónde;
palaciego proto-Maestre de Ceremonias de Wilfredo el Velloso,
de Cunegunda ídem de ídem e ibídem -en femenino- e ídem de ídem de Epila Calunga
y de Efestión -alejandrino- el Glabro;
desfacedor de entuertos, tuertos y malfetrías, y de ellos y ellas facedor;
domeñador de endriagos, unicornios, minotauros, quimeras y licornas y dragones... y de la Gran Bestia.

Fui, de Sind-bad, marinero; pastor de cabras en Sicilia
si de cabriolas en Silesia, de cerdas en Cerdeña y -claro- de corzas en Córcega;
halconero mayor, primer alcotanero de Enguerrando Segundo -el de la Tour-Miracle-;
castrador de colmenas, y no de Casanovas, en el Véneto, ni de Abelardos por el Sequana;
pajecillo de altivas Damas y ariscas Damas y fogosas, en sus castillos
y de pecheras -¡y cuánto!- en sus posadas y mesones
-yo me era Gerineldos de todellas y trovador trovadorante y adorante; como fui tañedor
de chirimía por fiestas candelarias, carbonero con Gustavo Wasa en Dalecarlia, bucinator del Barca Aníbal
y de Scipión el Africano y Masinisa, piloto de Erik el Rojo hasta Vinlandia, y corneta
de un escuadrón de coraceros de Westmannlandia que cargó al lado del Rey de Hielo
-con él pasé a difunto- y en la primera de Lutzen.

Fui preceptor de Diógenes, llamado malamente el Cínico:
huésped de su tonel, además, y portador de su linterna;
condiscípulo y émulo de Baco Dionisos Enófilo, llamado buenamente el Báquico
-y el Dionisíaco, de juro-.

Fui discípulo de Gautama, no tan aprovechado: resulté mal budista, si asaz contemplativo.
Hice de peluquero esquilador siempre al servicio de la gentil Dalilah,
(veces para Sansón, que iba ya para calvo, y -otras- depilador de sus de ella óptimas partes)
y de maestro de danzar y de besar de Salomé: no era el plato de argento,
mas sí de litargirio sus caderas y muslos y de azogue también su vientre auri-rizado;
de Judith de Betulia fui confidente y ni infidente, y -con derecho a sucesión- teniente y no lugarteniente
de Holofernes no Enófobo (ni enófobos Judith ni yo, si con mesura, cautos).
Fui entrenador (no estrenador) de Aspasia y Mesalina y de Popea y de María de Mágdalo
e Inés Sorel, y marmitón y pinche de cocina de Gargantúa
-Pantagruel era huésped no nada nominal: ya suficientemente pantagruélico-.
Fui fabricante de batutas, quebrador de hemistiquios, requebrador de Eustaquias, y tratante en viragos
y en sáficas -algunas de ellas adónicas- y en pínnicas -una de ellas super-fémina-:
la dejé para mí, si luego ancló en casorio.
A la rayuela jugué con Fulvia; antes, con Palamedes, axedrez, y, en época vecina, con Philidor, a los escaques;
y, a las damas, con Damas de alto y bajo coturno
-manera de decir: que para el juego en litis las Damas suelen ir descalzas
y se eliden las calzas y sustentadores -no funcionales- en las Damas y las calzas en los varones.

Tañí el rabel o la viola de amor -casa de Bach, búrguesa- en la primicia
de La Cantata del Café (pre-estreno, en familia protestante, privado).
Le piqué caña jorobeta al caballo de Atila
-que era un morcillo de prócer alzada: me refiero al corcel-;
cambié ideas, a la par, con Incitato, Cónsul de Calígula, y con Babieca,
-que andaba en Babia-, dándole prima
fui zapatero de viejo de Berta la del gran pie (buen pie, mejor coyuntura),
de la Reina Patoja ortopedista; y hortelano y miniaturista de Pepino el Breve,
y copero mayor faraónico de Pepe Botellas, interino,
y porta-capas del Pepe Bellotas de la esposa de Putifar.

Viajé con Julio Verne y Odiseo, Magallanes y Pigafetta, Salgan, Leo e Ibn-Batuta,
con Melville y Stevenson, Fernando González y Conrad y Sir John de Mandeville y Marco Polo,
y sólo, sin De Maistre, alredor de mi biblioteca, de mi oploteca, mi mecanoteca y mi pinacoteca.
Viajé también en tomo de mí mismo: asno a la vez que noria.

Fui degollado en la de San Bartolomé (post facto): secundaba a La Môle:
Margarita de Valois no era total, íntegramente pelirroja
-y no porque de noche todos los gatos son pardos...: la leoparda,
las tres veces internas, íntimas, peli-endrina,
Margarita, Margotón, Margot, la casqui-fulva...-

No estuve en la nea nao -arcaica- de Noé, por manera
-por ventura, otrosí- que no fui la paloma ni la medusa de esa almadía: mas sí tuve a mi encargo
la selección de los racimos de sus viñedos, al pie del Ararat, al post-Diluvio,
yo, Beremundo el Lelo.

Fui topógrafo ad-hoc entre El Cangrejo y Purcoy Niverengo,
(y ad-ínterim, administré la zona bolombólica:
mucho de anís, mucho de Rosas del Cauca, versos de vez en cuando),
y fui remero -el segundo a babor- de la canoa, de la piragua
La Margarita (criolla), que navegó fluvial entre Comiá, La Herradura, El Morito,
con cargamentos de contrabando: blancas y endrinas de Guaca, Titiribí y Amagá, y destilados
de Concordia y Betulia y de Urrao...
¡Urrao! ¡Urrao! (hasta hace poco lo diríamos con harta mayor razón y con aquese y este júbilos).
Tras de remero de bajel -y piloto- pasé a condueño, co-editor, co-autor
(no Coadjutor... ¡ni de Retz!) en asocio de Matías Aldecoa, vascuence, (y de un tal Gaspar von der Nacht)
de un Libraco o Librículo de pseudo-poemas de otro quídam;
exploré la región de Zuyaxiwevo con Sergio Stepánovich Stepansky,
lobo de donde se infiere, y, en más, ario.

Fui consejero áulico de Bogislao, en la corte margravina de Xa-Netupiromba
y en la de Aglaya crisostómica, óptima circezuela, traidorcilla;
tañedor de laúd, otra vez, y de viola de gamba y de recorder,
de sacabuche, otrosí (de dulzaina - otronó) y en casaciones y serenatas y albadas muy especializado.
No es cierto que yo fuera -es impostura-
revendedor de bulas (y de mulas) y tragador defuego y engullidor de sables y bufón en las ferias
pero sí platiqué (también) con el asno de Buridán y Buridán,
y con la mula de Balaám y Balaám, con Rocinante y Clavileño y con el Rucio
-y el Manco y Sancho y don Quijote-
y trafiqué en ultramarinos: ¡qué calamares -en su tinta-!,
¡qué Anisados de Guarne!, ¡qué Rones de Jamaica!, ¡qué Vodkas de Kazán!, ¡qué Tequilas de México!,
¡qué Néctares de Heliconia! ¡Morcillas de Itagüí! ¡Torreznos de Envigado! ¡Chorizos de los Ballkanes! ¡Qué Butifarras cataláunicas!
Estuve en Narva y en Pultawa y en las Queseras del Medio, en Chorros Blancos
y en El Santuario de Córdova, y casi en la de San Quintín
(como pugnaban en el mismo bando no combatí junto a Egmont por no estar cerca al de Alba;
a Cayetana sí le anduve cerca tiempo después: preguntádselo a Goya);
no llegué a tiempo a Waterloo: me distraje en la ruta
con Ida de Saint-Elme, Elselina Vanayl de Yongh, viuda del Grande Ejército (desde antaño... más tarde)
y por entonces y desde años antes bravo Edecán de Ney-:
Ayudante de Campo... de plumas, gongorino.
No estuve en Capua, pero ya me supongo sus mentadas delicias.

Fabriqué clavicémbalos y espinetas, restauré virginales, reparé Stradivarius
falsos y Guarnerius apócrifos y Amatis quasi Amatis.
Cincelé empuñaduras de dagas y verduguillos, en el obrador de Benvenuto,
y escriños y joyeles y guardapelos ad-usum de Cardenales y de las Cardenalesas.
Vendí Biblias en el Sinú, con De la Rosa, Borelly y el ex-pastor Antolín.
Fui catador de tequila (debuté en Tapachula y ad-látere de Ciro el Ofiuco)
y en México y Amecameca, y de mezcal en Teotihuacán y Cuernavaca,
de Pisco-sauer en Lima de los Reyes,
y de otros piscolabis y filtros muy antes y después y por Aná del Aburrá, y doquiérase
con El Tarasco y una legión de Bacos Dionisos, pares entre Pares.
Vagué y vagué si divagué por las mesillas del café nocharniego, Mil Noches y otra Noche
con el Mago de lápiz buido y de la voz asordinada.
Antes, muy antes, bebí con él, con Emmanuel y don Efe y Carrasca, con Tisaza y Xovica y Mexía y los otros Panidas.
Después..., ahora..., mejor no meneallo y sí escanciallo y persistir en ello...

Dicté un curso de Cabalística y otro de Pan-Hermética
y un tercero de Heráldica,
fuera de los cursillos de verano de las literaturas bereberes -comparadas-.
Fui catalogador protonotario en jefe de la Magna Biblioteca de Ebenezer el Sefardita,
y -en segundo- de la Mínima Discoteca del quídam en referencia de suso:
no tenía aún las Diabelli si era ya dueño de las Goldberg;
no poseía completa la Inconclusa ni inconclusa la Décima (aquestas Sinfonías, Variaciones aquesas:
y casi que todello -en altísimo rango- tan Variaciones Alredor de Nada).

Corregí pruebas (y dislates) de tres docenas de sota-poetas
-o similares- (de los que hinchen gacetilleros a toma y daca).
Fui probador de calzas -¿prietas?: ceñidas, sí, en todo caso- de Diana de Meridor
y de justillos, que así veníanle, de estar atán bien provista
y atán rebién dotada -como sabíalo también y así de bien Bussy d'Amboise-.
Temperé virginales -ya restaurados-, y clavecines, si no como Isabel, y aunque no tan baqueano
como ése de Eisenach, arroyo-Océano.
Soplé el ***** bufón, con tal cual incongruencia, sin ni tal cual donaire.
No aporreé el bombo, empero, ni entrechoqué los címbalos.

Les saqué puntas y les puse ribetes y garambainas a los vocablos,
cuando diérame por la Semasiología, cierta vez, en la Sorbona de Abdera,
sita por Babia, al pie de los de Úbeda, que serán cerros si no valen por Monserrates,
sin cencerros. Perseveré harto poco en la Semántica -por esa vez-,
si, luego retorné a la andadas, pero a la diabla, en broma:
semanto-semasiólogo tarambana pillín pirueteante.
Quien pugnó en Dénnevitz con Ney, el peli-fulvo
no fui yo: lo fue mi bisabuelo el Capitán...;
y fue mi tatarabuelo quien apresó a Gustavo Cuarto:
pero sí estuve yo en la Retirada de los Diez Mil
-era yo el Siete Mil Setecientos y Setenta y Siete,
precisamente-: releed, si dudaislo, el Anábasis.
Fui celador intocable de la Casa de Tócame-Roque, -si ignoré cuyo el Roque sería-,
y de la Casa del Gato-que-pelotea; le busqué tres pies al gato
con botas, que ya tenía siete vidas y logré dar con siete autores en busca de un personaje
-como quien dice Los Siete contra Tebas: ¡pobre Tebas!-, y ya es jugar bastante con el siete.
No pude dar con la cuadratura del círculo, que -por lo demás- para nada hace falta,
mas topé y en el Cuarto de San Alejo, con la palanca de Arquimedes y con la espada de Damocles,
ambas a dos, y a cual más, tomadas del orín y con más moho
que las ideas de yo si sé quién mas no lo digo:
púsome en aprietos tal doble hallazgo; por más que dije: ¡Eureka! ...: la palanca ya no servía ni para levantar un falso testimonio,
y tuve que encargarme de tener siempre en suspenso y sobre mí la espada susodicha.

Se me extravió el anillo de Saturno, mas no el de Giges ni menos el de Hans Carvel;
no sé qué se me ficieron los Infantes de Aragón y las Nieves de Antaño y el León de Androcles y la Balanza
del buen Shylock: deben estar por ahí con la Linterna de Diógenes:
-¿mas cómo hallarlos sin la linterna?

No saqué el pecho fuera, ni he sido nunca el Tajo, ni me di cuenta del lío de Florinda,
ni de por qué el Tajo el pecho fuera le sacaba a la Cava,
pero sí vi al otro don Rodrigo en la Horca.
Pinté muestras de posadas y mesones y ventas y paradores y pulquerías
en Veracruz y Tamalameque y Cancán y Talara, y de riendas de abarrotes en Cartagena de Indias, con Tisaza-,
si no desnarigué al de Heredia ni a López **** tuerto -que era bizco-.
Pastoreé (otra vez) el Rebaño de las Pléyades
y resultaron ser -todellas, una a una- ¡qué capretinas locas!
Fui aceitero de la alcuza favorita del Padre de los Búhos Estáticos:
-era un Búho Sofista, socarrón soslayado, bululador mixtificante-.
Regí el vestier de gala de los Pingüinos Peripatéticos,
(precursores de Brummel y del barón d'Orsay,
por fuera de filósofos, filosofículos, filosofantes dromomaníacos)
y apacenté el Bestiario de Orfeo (delegatario de Apollinaire),
yo, Beremundo el Lelo.

Nada tuve que ver con el asesinato de la hija del corso adónico Sebastiani
ni con ella (digo como pesquisidor, pesquisante o pesquisa)
si bien asesoré a Edgar Allan Poe como entomólogo, cuando El Escarabajo de Oro,
y en su investigación del Doble Asesinato de la Rue Morgue,
ya como experto en huellas dactilares o quier digitalinas.
Alguna vez me dio por beberme los vientos o por pugnar con ellos -como Carolus
Baldelarius- y por tomar a las o las de Villadiego o a las sus calzas:
aquesas me resultaron harto potables -ya sin calzas-; ellos, de mucho volumen
y de asaz poco cuerpo (si asimilados a líquidos, si como justadores).
Gocé de pingües canonjías en el reinado del bonachón de Dagoberto,
de opíparas prebendas, encomiendas, capellanías y granjerías en el del Rey de los Dipsodas,
y de dulce privanza en el de doña Urraca
(que no es la Gazza Ladra de Rossini, si fuéralo
de corazones o de amantes o favoritos o privados o martelos).

Fui muy alto cantor, como bajo cantante, en la Capilla de los Serapiones
(donde no se sopranizaba...); conservador,
conservador -pero poco- de Incunables, en la Alejandrina de Panida,
(con sucursal en El Globo y filiales en el Cuarto del Búho).

Hice de Gaspar Hauser por diez y seis hebdémeros
y por otras tantas semanas y tres días fui la sombra,
la sombra misma que se le extravió a Peter Schlémil.

Fui el mozo -mozo de estribo- de la Reina Cristina de Suecia
y en ciertas ocasiones también el de Ebba Sparre.
Fui el mozo -mozo de estoques- de la Duquesa de Chaumont
(que era de armas tomar y de cálida sélvula): con ella pus mi pica en Flandes
-sobre holandas-.

Fui escriba de Samuel Pepys -¡qué escabroso su Diario!-
y sustituto suyo como edecán adjunto de su celosa cónyuge.
Y fuí copista de Milton (un poco largo su Paraíso Perdido,
magüer perdido en buena parte: le suprimí no pocos Cantos)
y a la su vera reencontré mi Paraíso (si el poeta era
ciego; -¡qué ojazos los de su Déborah!).

Fui traductor de cablegramas del magnífico Jerjes;
telefonista de Artajerjes el Tartajoso; locutor de la Esfinge
y confidente de su secreto; ventrílocuo de Darío Tercero Codomano el Multilocuo,
que hablaba hasta por los codos;
altoparlante retransmisor de Eubolio el Mudo, yerno de Tácito y su discípulo
y su émulo; caracola del mar océano eólico ecolálico y el intérprete
de Luis Segundo el Tartamudo -padre de Carlos el Simple y Rey de Gaula.
Hice de andante caballero a la diestra del Invencible Policisne de Beocia
y a la siniestra del Campeón olímpico Tirante el Blanco, tirante al blanco:
donde ponía el ojo clavaba su virote;
y a la zaga de la fogosa Bradamante, guardándole la espalda
-manera de decir-
y a la vanguardia, mas dándole la cara, de la tierna Marfisa...

Fui amanuense al servicio de Ambrosio Calepino
y del Tostado y deMatías Aldecoa y del que urdió el Mahabarata;
fui -y soylo aún, no zoilo- graduado experto en Lugares Comunes
discípulo de Leon Bloy y de quien escribió sobre los Diurnales.
Crucigramista interimario, logogrifario ad-valorem y ad-placerem
de Cleopatra: cultivador de sus brunos pitones y pastor de sus áspides,
y criptogramatista kinesiólogo suyo y de la venus Calipigia, ¡viento en popa a toda vela!
Fui tenedor malogrado y aburrido de libros de banca,
tenedor del tridente de Neptuno,
tenedor de librejos -en los bolsillos del gabán (sin gabán) collinesco-,
y de cuadernículos -quier azules- bajo el ala.
Sostenedor de tesis y de antítesis y de síntesis sin sustentáculo.
Mantenedor -a base de abstinencias- de los Juegos Florales
y sostén de los Frutales -leche y miel y cerezas- sin ayuno.
Porta-alfanje de Harún-al-Rashid, porta-mandoble de Mandricardo el Mandria,
porta-martillo de Carlos Martel,
porta-fendiente de Roldán, porta-tajante de Oliveros, porta-gumía
de Fierabrás, porta-laaza de Lanzarote (¡ búen Lancelot tan dado a su Ginevra!)
y a la del Rey Artús, de la Ca... de la Mesa Redonda...;
porta-lámpara de Al-Eddin, el Loca Suerte, y guardián y cerbero de su anillo
y del de los Nibelungos: pero nunca guardián de serrallo ni cancerbero ni evirato de harem...
Y fui el Quinto de los Tres Mosqueteros (no hay quinto peor) -veinte años después-.

Y Faraute de Juan Sin Tierra y fiduciario de
¡Vamos hacia el infierno!

El grito suena bien  en el vientre de la cueva,
el salmo bajo el mediodía de los templos
y la canción en el crepúsculo...
El grito es el primero.

Hay un turno de voces:
yo grito,
tú rezas,
él canta...
El grito es el primero.

Y hay un turno de bridas:
él las lleva,
tú las llevas,
yo las llevo.
Y a la hora de las sombras subterráneas
la blasfemia reclama sus derechos.

Los caballos piafan ya enganchados y la carroza aguarda...
¿Quién la lleva? Yo: el blasfemo.
Yo la llevo, yo llevo hoy la carroza,
yo la llevo.

Este es el poeta,
tú eres el salmista,
ése es el que llora,  
tú eres el que grita...
yo soy el blasfemo.
Yo la llevo. Yo llevo hoy la carroza,
yo la llevo.

¡Arriba! ¡Subid todos!
¡Vamos hacia el infierno!
La aijada tiene su ritmo,
y la tralla,
y el frito,
y el aullido...
y la blasfemia del cochero.
¡Arre! ¡Arre!

¡Músicos,
poetas y salmistas;
obispos y guerreros!...
Voy a cantar.

Vida mía, vida mía,
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
Vida mía, vida mía,
tengo un ojo pitañoso
y el otro con ictericia.
Vida mía, vida mía,
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!

Esta es mi copla, la copla de mi carne,
la copla de mi cuerpo.
Mas si mis ojos están sucios
los vuestros están ciegos.

¡Músicos,
poetas y salmistas;
obispos y guerreros!...
Voy a cantar otra vez.
El viejo rey de Castilla
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
El viejo rey de Castilla
tiene una pierna leprosa
y la otra sifilítica.
El viejo rey de Castilla
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!

Esta es la copla de mi tierra,
la copla de mi reino.
Mas si mi reino está podrido
su espíritu es eterno.

¡Músicos,
poetas y salmistas;
obispos y guerreros!...
Llevadme de nuevo el compás.

En los cuernos de la mitra
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
En los cuernos de la mitra
hay una plegaria verde
y otra plegaria amarilla.
En los cuernos de la mitra
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!

Esta es la copla de mi alma,
de mi alma sin templo
porque la bestia negra apocalíptica,
lo ha llenado de estiércol.

Tres veces cantó el gallo,
tres veces negó Pedro,
tres veces canto yo:
por mi carne,
por mi patria
y por mi templo...
Por todo lo que tuve
y ya no tengo...

Vamos bien,
no hemos errado el sendero.
Conjugad otra vez:
este es el poeta,
tú eres el salmista,
ese es el que llora,
tú eres el que grita.
Yo soy el blasfemo...
¿Y el sabio? ¿Donde está el sabio? ¡Eh, tú!

Tú que sabes lo que pesan las piedras y lo que corre el viento...
¿Cuál es la velocidad de las tinieblas y la dureza del silencio?
¿No contestas?... Pues las bridas son mías.
Yo la llevo, yo llevo hoy la carroza,
yo la llevo.

Músicos, sabios,
poetas y salmistas,
obispos y guerreros...
Dejadme todavía preguntar:
¿Quién ha roto la luna del espejo?
¿Quién ha sido?
¿La piedra de la huelga,
la pistola del gangster,
o el tapón del champaña que disparó el banquero?
¿Quién ha sido?
¿El canto rodado del poeta,
el reculón del sabio,
o el empujón del necio?
¿Quién ha sido,
la vara del juez,
el báculo
o el cetro?
¿Quién ha sido?
¿Nadie sabe quién ha sido?
Pues las bridas son mías. ¡Adelante!
¡Arre! ¡Arre!... ¡Vamos hacia el infierno!

Y para hacer más corta la jornada
ahora cantaremos en coro, y cantaremos las coplas del Gran Conserje Pedro.
Yo llevaré la voz cantante y vosotros el estribillo
con lúgubre ritmo de allegreto.Vino la guerra.
Y para hacer obuses y torpedos
los soldados iban recogiendo
todos los hierros viejos de la ciudad.
Y Pedro, el Gran Conserje Pedro,
le dijo a un soldado: Tomad esto...
Y le dio las llaves del templo.Pedro, Pedro...
El Gran Conserje Pedro
que ha vendido las llaves del templo.Pedro...
Te dijo el Señor de los Olivos
cuando heriste con tu espada al siervo:
Mete esa espada en la vaina,
que yo sé a lo que vengo.
Y la metiste... con las cajas de caudales en el templo.Pedro, Pedro,
el Gran Conserje Pedro,
amigo de soldados y banqueros.Y ahora tenemos que ir al cielo
dando un gran rodeo
por el camino del infierno,
cavando un largo túnel en el suelo
y preguntando a las raíces y a los topos,
por qué ya no hay campanas ni espadañas, Pedro,
y los pájaros... todos tus pájaros se han muerto.¡Pedro, Pedro,
todos tus pájaros se han muerto!

Sin embargo, señores, yo no soy un escéptico
y hay unas cuantas cosas en que creo.
Por ejemplo, creo en el Sol, en el Diluvio y en el estiércol;
en la blasfemia, en las lágrimas y en el infierno;
en la guadaña y en el Viento;
en el lagar, en la piedra redonda del amolador
y en la piedra redonda del viejo molinero;
y en el hacha que derriba los árboles
y descuartiza los salmos y los versos;
en la locura y en el sueño...
y en el gas de la fiebre también creo,
en ese gas ingrávido, expansivo y etéreo,
antifilosófico, antidogmático y antidialéctico
que revienta los globos... los grandes globos, los globitos
y el cerebro.

Y creo
que hay luz en el rito,
luz en el culto
y luz en el misterio.

Creo
que el agua se hace vino,
y sangre el vino,
sangre de Dios y sangre de mi cuerpo.

Creo
que el trigo se hace harina
y carne la harina...
carne de Dios y carne de mi cuerpo.

Creo
que un hombre honrado
cuando nos da su pan
tiene el cuerpo de Cristo entre los dedos.

Y creo
que en el cáliz y en la hostia
hoy no hay más que babas del Gran Conserje Pedro.
Este es mi credo,
y pronto será el vuestro.
Ya lo iréis aprendiendo.

Con él entraremos
por la puerta norte y saldremos
por el postigo del infierno.
El infierno no es un fin, es un medio...
(Nos salvaremos por el fuego).
Y no es un fuego eterno.
Pero es, como las lágrimas, un elevado precio
que hay que pagarle a Dios, sin bulas ni descuentos,
para entrar en el reino de la luz,
en el reino de los hombres, en el reino de los héroes,
en el reino
que vosotros habéis llamado siempre el reino beatífico del cielo.
¡Vamos allá!

¿Estamos todos? Hagamos el último recuento:
Este es el salmista, el que deshizo el salmo
cuando dijo con ira y sin consejo:
"Tú eres el Dios que venga mis agravios
y sujeta debajo de mí, pueblos".
Y este es el poeta luciferino,
el que inventó el poema
esterilizado y antiséptico
y guardó en autoclaves la canción,
puritano, orgulloso y fariseo.
¡Oh, puristas y estetas!
Aún no está limpio vuestro verso
y su última escoria ha de dejarla
en los crisoles del infierno.
Aquí van los artistas sodomitas,
los pintores bizcos y los poetas inversos.
(No lloréis. Pero no digáis tampoco
que la Luz y el Amor se ven mejor torciendo
la mirada
y el ****.
Ni llanto ni ufanía. Vamos al gran taller,
a la gran fragua donde se enderezan los entuertos).
Aquél es el que grita, el hombre de la furia,
y aquél otro el que llora, el hombre del lamento.
Allá va el rey leproso y sifilítico,
este es el bobo intrépido
y este es el sabio tímido,
cargado de tarjetas y de miedo:
ni para decir e pur si mouve
le ha quedado resuello.

Aquí van el juez y el gangster
los dos juntos en el mismo verso.
Este es el Presidente demócrata y guerrero
que desnudó la espada en el verano
y debió desnudarla en el invierno.
(¡Ay del que se armó tan sólo
para defender su granero,
y no se armó para defender
el pan de todos primero!
¡Ay, del que dice todavía:
nos proponemos conservar lo nuestro!)
Allí va el demagogo,
aquél es el banquero,
estos son los cristianos
(Que ahora se llaman los "cristeros")
Y este es el hombre de la mitra,
la bestia de dos cuernos,
el que vendió las llaves...
el Gran Conserje Pedro.¡Aquí van todos!
Y aquí voy yo con ellos.
Aquí voy yo también, yo, el hombre de la tralla,
el de los ojos sucios... el blasfemo.


ahora ya sin hogar y sin reino,
sin canción y sin salmo,
sin llaves y sin templo...
yo la llevo, yo llevo hoy la carroza,
yo la llevo.

Se va del salmo al llanto,
del llanto al grito,
del grito al veneno...
¡Arre! ¡Arre!
¡Y se gana la luz desde el infierno!
Mateuš Conrad Jun 2016
early on i left an imprint for me to remember,
kinda like 2 x 2, equating to 4,
not as simple with words:
i like this dialectic between Dionysian and
Apollonian attempts to express aye arr parley!
shake the pine trees to get the toothpicks
like you might get a mojito, onward! toward
El Dorado! transgressing 24 hour hours
and you get the flavour:
first beer in in from dieting, oh ****, it's bitter,
second beer, mm, sweeter... then the headline
of whiskey and coke... Kazakhstan nice... yok sh'eh mash?!

three movements working their way,
those conquered and exposed to direct roman rule,
presiding over the "charm" with roads, western europe,
now they're so pride to reach that far back,
mention Boudica, one, more, *******, time!
i'll give you Britain that made Louis XIV
the peasant king at Versailles, and Charles II
wise with a Guy Fawkes firecracker... mm, guess
it happened here! in the yeast of a baker's
reincarnation via Malachi's heresy:
Elijah coming soon? Elijah not coming any time
you blunt sword of monotheism excluding
the chance of many, democratic influences!
either the fish or the aquarium...
the aquarium... a billion of them plus Islam will
be anarchic China, people never wish for better,
they only wish to better themselves,
including the social strata stampede that's necessitated
in the process... scientific positivism of Enlightenment
died, the absolute necessity (god) / the absolutely
necessary thing became trapped in the Bermuda
or the Copernican triangle, no good for crossing
oceans, just ably whirling east to no east outside
the atmosphere, try me with two thing:
Copernican vectors with a stable point constantly moving,
rather than sunny, constantly expressed economically
as usurper against usurer and the university grant
of simony, although worthy of an actor to spread
charitable work and paedophilia in Asia dubbed
Portuguese Missionary - well i'm sure the apologetics will
come, my neighbour hugging her dog watching television,
closest kin of the genesis story having secondary reminders
determining whether the lie was white or instructive,
a joke or seriousness - indeed entombed in treating these
words as a holiness worth for all the present religious attire.
absolutely necessary Kant said,
he also said: you said omni- etc., indeed you're on a
roundabout of intellectual yawns, there's nothing new here!
i need god as a concept of vectors and cursors, mediating
more than the caging of man's affirmation of himself
with Freud... the sounds and equally shared optics
need to accommodate a oneness, god is a predicate
of essential function: a. the triple affirmative:
i, thought, existence... something to concern myself with,
b. the duo affirmative:
denial, thought, existence... the arithmetic goes further,
i am writing quickly hence i will not brood over,
except a comparison in cinema, the film *hostel
(2005)
and pretty much all of Hollywood's 1970's grit output...
take for example Al Pacino in the panic in needle park,
you know what i see? modern american interpretation
of what eastern europe represents, the farts
leave flamboyant Amsterdam hopeful for Slavic ******,
they come to Slovakia, and it hits them,
the passive lack of jealousy and need to impress
building a chrysler building, the oddity like landing on mars...
but it's already been done with, New York in the 1970s,
the same slavic grit, even the way the cinematography looks
like the colours were shaded with a peppering of sand...
new york in the 1970s is like Eastern Europe in
the horror set in 2005 in Slovakia... globalisation's paranoia,
there are still people out there who we can't ascribe
metaphors to being exclusive: no iron lady lifted the
iron curtain, the iron lady had an iron skirt, and she
couldn't lift that up either... Churchill puffer a cigar
and a million bees emerged heralded by Edward the Confessor.
that's the relation though, Hollywood's 1970's urban grit
and what the tourists encountered in Slovakia in 2005,
a sleepy kingdom, 2nd Mongolia, second to none,
which i beg to differ with, given the Scots were tight
stretching 2 pence copper coin to invent copper wire
and the Swiss (also in hilly surroundings) have us
elaborate paedophilia via Nabokov catching butterflies...
hardly two mountain ranges and hardly two plateaus.
it's called exotica these days... yep... the dissection of
the Polish-Lithuanian commonwealth and the emergence
of both Lach, Ukrainian, Lithuanian, Latvian, Estonian
and White Russian is what the Czech say made them
speak both cesky and saksonski... tseba! holy roman
prague ****, disintegrated into the Austrian intervention...
very much as if: thank you for defending Vienna from
the Ottomans, Jan Sobieski.
but the Jews got reparations at the end of the ordeal,
and western Europe received the Marshall Plan...
eastern Europe received Marx... too proud they said,
it's not exactly Mama Russia surrogate,
it's Papa Khan also... moon gall! no news from Mongolia
i hear, sooner a tale from an American zoo
where a retired silver-back dragged a baby from
drowning in an inch of water, hero shot,
where were the parents? a four year old can hardly
sit on a kitchen stool let alone climb over zoological
fortifications... ah the blessing given unto man
by Iblis to ape ably a delay he has no chastity over:
if Iblis defended his pride, then man can but
defend his chastity - Iblis was given a longer time-frame,
man was given a shorter time-frame, Iblis'
choice expands furthest into myth, man's choice
implodes further into repetition - for Iblis' mistake
was but one, when knowing of man's aplenty;
it is said that when a man is to become a father,
he relives his childhood - legality i say would have
obliged me, but pride took no notice of symbols as signatures
of such love, especially given the expenses,
or as in the supermarket today, the cashier invested ?
into the one buying the goods:
- where is she? you're not together any more?
- oh, she's moving to York, it's her work, she has to.
- you're not moving with her?
- well, it's only for 2 years, and then she'll be back,
  training, it will take her 4 months...
na'h ah... bye bye...                       she ain't coming back...
tell you what mate, keep a cat, the most selfish animal,
bestia ex solipsism - no necessary petting by constantly
showering it signs of jealousy and ownership and upkeep,
as if having to punch a gorilla to hold hands.
i love feminism for one thing only:
it made sexism a branch of Darwinism, *** warfare...
in relation to me? two girls chatting away:
- *******! how could he leave you!
- but he did!
- what ***** made him do it!
- philosophy!
don't get me started on those who read very little
and can't allow philosophy a poetic form, and necessarily
have to plagiarise Aristotelian stylistics to be considered
philosophy (albeit only in scholarly musings).
i'm sure it was something about the fruits of our
presupposed wisdom that bore knowledge that individuated
us, to the point of extremes, as hardly scraps for
vultures, to no animal nobleness, parasitic amongst each other,
defining the 16th century or such desires to keep
afresh, minted and pampered for the next cohort of dupes...
some find the memory of dogs towards us keener
than our fellow men should wish to share...
the animal domesticated and not eaten is seemingly our
prefect to walk toward a seize-less craft of un-exhausted thought,
only un-exhausted because of missing interaction,
say there, is that Hegel's mirror (master) and narcissus (slave)?
the emergence of these belittled nations is clear in
western europe, the bombing of Libya,
the usurpers of Syria, the once conquered having a taste
for empire and colonial rule think they cherish
the biblical conundrum when the resurrection was inclined toward
the lands Sven and Mietek - toward the lands
of conquerors and the ones converted -
four movements thus (sketched):
a. sonata: βορας ηλιος - μακεδων να ινδια
b. adagio: βιργιλιος ως καντηνoν -
                  μεσoγειος: μαυρος (ex),
κoκκινος (ex), ειρηνικoς (ex),
ατλαντικoς (ex), βoρειος (ex), βαλτικη (ex),
south a poet, north a philosopher,
from only one sea came two oceans and many other seas
to sustain the thirst for seawater among men!    
c. scherzo: Casimir the 3rd welcoming the Jews.
d. sonata: an die mitternachtfreude - more like a calm
before taking up the arms.
Mateuš Conrad Nov 2016
i hate it when a ~haiku is forced upon me, but such
is the case, and it's not a case of dittoing out
a mechanical aspect of that body that's
known as vocabulary:
thus, suddenly, as if a ****, or
a reflex the tongue commanded
the entire body -
left-wing obstructions gave way to
right-wing rebelliousness -
    the left said the tongue was no dagger,
the right said: merely a dagger -
the gyroid: or the muscles we never thought
existed! lanky tendons, etc.
    never the microscopic proof reductionism
and never the telescopic proof           ",
always somewhere in the middle:
and that's about right.
               i wrote a poem, it sounded about right
and then i get the wanked-over shoulder
calling it life-support dandruff
because of the many sprouts possible -
as ever: some come and give a voice unto
the people, and some come and give an ought
unto the people.
               a choice that's mutually inclusive
of thought and choice as a battleground
for the mechanisation of language into
sulphur gas and bayonets
and a thousand wildcards charging and screaming
lost toward the bewilderment of
   forgotten sexting.
      what a mighty affair:
the only country delving the prospect of
an atom bomb being dropped again doesn't believe
in munition economics and doesn't see
that the paranoia can be stopped when the capitalist
sober-heads enter and say: but where's the profit?
there's not profit in an atom bomb:
it ends too soon,
     you never got a Hollywood chapter yoyo
      concerning Hiroshima or Nagasaki...
you got one about Pearl Harbor...
a competent act of war... but not like our
civilians really matter: we civilians got the treatment
of being active members of the army,
while the army personnel were given civilian
Pilate status, the army was given civilian status
and the Japanese civilians were given army status...
oh forget the noodle swindler -
that handwritten hoola-hoop spinster of
carbohydrates is long gone...
          or the greatest paranoia against all other
nations comes from a nation that actually used the weapon!
       i could write a haiku version of what i lost,
but i'll still have to write something about you-tube
vloggers and how they are the newest version
of the objective propaganda machine that's in
the Islamic camp of merchants...
       prophet-merchant? give me a break:
if his word doesn't sell, then who's does?
my endorsement? less of a cosmetic light-touch surgeon
attitude, my endorsement is that of
Morphy Richards' Soup Maker...
cooking pumpkin soup...
  pumpkin... well: it's hardly an easy peel when it
comes to cooking butternut squash...
it's a disaster! a hell to endure! no wonder it's the veg
that frighten offs the ghouls and the ghost
you can't peel it, you have to Apache skin it
like getting a colonial wig: scalping your way into
the high court, albeit minus the greyish curls -
******* is a king of culinary demises
that were sought out expeditions -
you have to knife your way beneath the snail-like
shell and then there's that cobweb of mush
with intrinsic fake seeds / flies lodged in
the orange cobweb - for all that effort
i appreciate it more as a lampshade than a food
source... but then the advertised starving Africans
as anti-colonial compensation for "our"
grandfather's recollection of monochromatic cultures,
before globalisation took off.. hmm.
the soup? pumpkin, potato, onion, garlic,
nutmeg, paprika, chicken stock,
salt and pepper to taste...
tomorrow? a pumpkin risotto...
hey! seasonal abundance, Spanish strawberries
in late winter are too watery anyway...
   people forgot that certain things taste better
in season, that's namely fruits and vegetables...
   go outside your fancy, outside your whim,
you'll finally have to say: my eyes eat
at the very credibility of such things being
there without the season... but my tongue does not
taste the thing that requires a pentagonal sense
honing in toward an agreed to democracy:
it ain't there... as ever autumnal fruits make their
way toward the culinary redcarpet -
                   apples, pears....
     but the real ice brokers remain tangled in
the gnostics of dairy *****: you only see the *****
when the milk turns sour...
              and the two segregate
their cauliflower bergs and that pristine seethrough
        matrix -
then it's like watching the 1054 schism:
          aquasal herring
                               and aquadulci tench -
as painful as listening to my father speak english:
it's just ****** painful,
i write english and speak it like an Anglo
   and he speaks it like an Arab:
with me it's: left right left right left right
and his is an ancient form of actual Latin
              right left right left right left -
of the tongues that appropriated the Latin lingua
optics that weren't conquered it's the same as it was
for Seneca of Virgil, e.g. red beast / proof of all
scientific generic category principle: **** sapiens
                  upright man / bestia rufus -
and that's still orange beast - then aliq for yellow:
then liquid and runny khaki - a monetary equivalent
of money.
          but of the tongues
                      which is why i kept my mother tongue,
i can't imagine what would have been the case
had i not kept it intact... i'd be whitey boy bleached
into an anaemic Arian with those rubbery red
             lost for words rabbit crazy irises that
albinos sport when on the sociopathic treadmill:
that's a daily commute for most people.
i should have anticipated something better coming
out of a forced bad gateway message when
i tried to published and didn't save the outcry...
but it was never a reality when defined by a few
people... it always necessarily the many,
the market square, the hustle and bustle,
     then again few took to ****** to say love...
understandable: if something is called private
it's not called reality, because so many people
have so much **** to say in public that they
treat private life as a tabernacle -
reverse that and suddenly you find people
who possess a "voice for the multitude",
but not (not oddly enough) a thought -
ah the caring scream when not bound to
the horror genre of politics: it's too late!
               end here: a prior to rather than, a
desirably said to appease and conform:
by now we're all cited as having only said
an onomatopoeia of what words should sound like -
we're found hacking a door to shreds with
an axe, rather than merely curling our hands
so the knuckles can be used to knock on the door.
still, i made pumpkin soup today,
tomorrow i'll make a pumpkin risotto -
and the pumpkin is, rightfully, the halloween king
of all vegetables: i am not surprised it's the perfect
lampshade people leave outdoors -
hell of a thing to peel, a butternut squash
would have been simpler to make...
but for the first time in my life:
  i actually appreciate the colour orange...
as said: cooker orange is beyond that fluorescent
acidity of a citrus fruit:
  cooked orange is actually grand...
raw citrus orange?                and a handful
of creepy crawlies.
    funny how the spectrum necessarily made me
endorse a soup maker, rather than the next
big thing in the realm of toothpaste and mascara.
LKenzo Dec 2020
Las puertas de palacio
están abiertas
para todas esas bellas damas
con sus bonitos vestidos.
No te equivoques, puedo ser tan fuerte
como débil, lo demuestro
Me puedo romper con tanta facilidad
como con la que me construyo.
Soy un furgón y una jarra de vino.
Una navaja afilada, si es que te acercas.
Si quieres pelear, me da igual, lo haré
aunque tu sangre sea la misma que la mía
la que fue, alguna vez.
Las mujeres que están en palacio
son de diferente estatus al mío
se vivir, estoy preparada para morir
para la lucha.
Apago todos los cigarros en mis mejillas
y dejo que las lágrimas saladas curen las heridas
hoy llevo puestas mis medias de rejilla
y mentiría si dijese que a ti en especial
no te pienso una vez al día.
Hoy llevo puesta la armadura
Tumbada en el sucio suelo
saliendo humo de cada orificio
de mi roto cuerpo.
A todas las putas de palacio
les cosieron una tela en el ombligo
para que los hombres que se acostasen con ellas
olvidasen que ese “ser” alguna vez
había nacido.
Cuando termine el invierno
y la hierba levante el suelo,
cuando crezcan los crisantemos
y se abran todos los cerezos,
cuando eclosionen todas
las crisálidas y la nieve se funda bajo tu peso.
¿Compensará el arte por el ****?
¿amarme o amar?
¿Y si Dios es real? ¿Y si me equivoco?
una vez más.
Estoy atrapada dentro del palacio
¿Y si despierto y todo es real?
me volveré a equivocar
una vez más.
No te necesito para seguir viviendo
ni a ti ni a nadie, no me conoces lo suficiente
soy el huracán que arrasa
con las playas de Florida
Soy la rama del junco que, aunque firme,
se doblará pero nunca se quebrará.
Estoy atrapada dentro de la bestia;
Las calles nocturnas de aquella ciudad
y el mar
el faro
y la verja que hay que atravesar
el puerto
los labios
y las escaleras que llevan al agua.
La sensación de beber
viviendo en un panal lleno de miel.
Atrapada en el interior de la bestia
como en un romance cruel.
En el alba de callados venenos
amanecemos serpientes.

Amanecemos piedras,
raíces obstinadas,
sed descarnada, labios minerales.

La luz en estas horas es acero,
es el desierto labio del desprecio.
Si yo toco mi cuerpo soy herido
por rencorosas púas.
Fiebre y jadeo de lentas horas áridas,
miserables raíces atadas a las piedras.

Bajo esta luz de llanto congelado
el henequén, inmóvil y rabioso,
en sus índices verdes
hace visible lo que nos remueve,
el callado furor que nos devora.

En su cólera quieta,
en su tenaz verdor ensimismado,
la muerte en que crecemos se hace espada
y lo que crece y vive y muere
se hace lenta venganza de lo inmóvil.

Cuando la luz extiende su dominio
e inundan blancas olas a la tierra,
blancas olas temblantes que nos ciegan,
y el puño del calor nos niega labios,
un fuego verde cerca al henequén,
muralla viva que devora y quema
al otro fuego que en el aire habita.
Invisible cadena, mortal soplo
que aniquila la sed de que renace.

Nada sino la luz. No hay nada, nada
sino la luz contra la luz rabiosa,
donde la luz se rompe, se desangra
en oleaje estéril, sin espuma.

El agua suena. Sueña.
El agua intocable en tu tumba de piedra,
sin salida en su tumba de aire.
El agua ahorcada,
el agua subterránea,
de húmeda lengua humilde, encarcelada.
El agua secreta en su tumba de piedra
sueña invisible en su tumba de agua.

A las seis de la tarde
alza la tierra un vaho blanquecino.
Vuelan pájaros mudos, barro helado.
Arrasen nubes crueles el cielo sin orillas.

Pero en la noche el agua gime.
Un cielo de metal
oprime pecho y venas
y tiembla en el ahogo el horizonte.
El agua gime entre sus negros hierros.
El hombre corre de la muerte al sueño.

El henequén vigila cielo y tierra.
Es la venganza de la tierra,
la mano de los hombres contra el cielo.
¿Qué tierra es ésta?,
¿qué extraña violencia alimenta
en su cáscara pétrea?
¿qué fría obstinación,
años de fuego frío,
petrificada saliva persistente,
acumulando lentamente un jugo,
una fibra, una púa?

Una región que existe
antes que sobre el mundo alzara el aire
su bandera de fuego y el agua sus cristales;
una región de piedra
nacida antes del nacimiento mismo de la muerte,
una región, un párpado de fiebre,
unos labios sin sueño
que recorre sin término la sed,
como el mar a las lajas en las costas desiertas.

La tierra sólo da su flor funesta,
su espada vegetal.
Su crecimiento rige
la vida de los hombres.
Por sus fibras crueles
corre una sed de arena
trepando desde sótanos ciegos,
duras capas de olvido donde el tiempo no existe.

Furiosos años lentos, concentrados,
como no derramada, oculta lágrima,
brotando al fin sombríos
en un verdor ensimismado,
rasgando el aire, pulpa, ahogo,
blanda carne invisible y asfixiada.
Al cabo de veinticinco amargos años
alza una flor sola, roja y quieta.
Una vara ****** la levanta
y queda entre los aires, isla inmóvil,
petrificada espuma silenciosa.

Oh esplendor vengativo,
única llama de este infierno seco,
¿tanta fiebre acallada,
surge en tu llama rígida, desnuda,
para cantar, sólo, tu muerte?
¡Si yo pudiera,
en esta orilla que la sed ilumina,
cantar al hombre que la habita y la puebla,
cantar al hombre que su sed aniquila!

Al hombre húmedo y persistente como lluvia,
al hombre como un árbol hermoso y ultrajado
que arranca su nacimiento al llanto,
al hombre como un río entre las llamas,
como un pájaro semejante a un relámpago.
Al hombre entre sus fines y sus frutos.

Los frutos de la tierra son los fines del hombre.
Mezcla su sal henchida con las sales terrestres
y esa sal es más tierna que la sal de los mares:
le dio Adán, con su sangre, su orgulloso castigo.

¡Si pudiera cantar
al hombre que vive bajo esta piel amarga!
El nacimiento,
el espanto nocturno,
la vasta mano que puebla y despuebla la tierra.

Entre el primer silencio y el postrero,
entre la piedra y la flor,
tú caminas. Te ciñe un pulso aéreo,
un silencio flotante,
como fuga de sangre, como humo,
como agua que olvida.

Llamas petrificadas te sostienen.
Caminas entre espadas,
casi invisible
bajo el temblor del cielo liso,
con un paso, un solo paso tierno,
un leve paso de animal que huye.

Tú caminas. Tú duermes. Tú fornicas.
Tú danzas, bebes, sueñas.
Sueñas en otros labios que prolonguen tu sueño.

Alguien te sueña, solo.
Tu nombre, polvo, piedra,
en el polvo sediento precipita su ruina.

Mas no es el ritmo oscuro del planeta,
el renacer de cada día,
el remorir de cada noche,
lo que te mueve por la tierra.
¡Oh rueda del dinero,
que ni te palpa ni te roza
y te deshace cada día!

Ángel de tierra y sueño,
agua remota que se ignora,
oh condenado,
oh inocente,
oh bestia pura entre las horas del dinero,
entre esas horas que no son nuestras nunca,
por esos pasadizos de tedio devorante
donde el tiempo se para y se desangra.

¡El mágico dinero!
Invisible y vacío,
es la señal y el signo,
la palabra y la sangre,
el misterio y la cifra,
la espada y el anillo.

Es el agua y el polvo,
la lluvia, el sol amargo,
la nube que crea el mar solitario
y el fuego que consume los aires.
Es la noche y el día:
la eternidad sola y adusta
mordiéndose la cola.

El hermoso dinero da el olvido,
abre las puertas de la música,
cierra las puertas al deseo.
La muerte no es la muerte: es una sombra,
un sueño que el dinero no sueña.

¡El mágico dinero!
Sobre los huesos se levanta,
sobre los huesos de los hombres se levanta.

Pasas como una flor por este infierno estéril,
hecho sólo del tiempo encadenado,
carrera maquinal, rueda vacía
que nos exprime y deshabita,
y nos seca la sangre,
y el lugar de las lágrimas nos mata.

Porque el dinero es infinito y crea desiertos infinitos.
Dame, llama invisible, espada fría,
tu persistente cólera,
para acabar con todo,
oh mundo seco,
oh mundo desangrado,
para acabar con todo.

Arde, sombrío, arde sin llamas,
apagado y ardiente,
ceniza y piedra viva,
desierto sin orillas.

Arde en el vasto cielo, laja y nube,
bajo la ciega luz que se desploma
entre estériles peñas.

Arde en la soledad que nos deshace,
tierra de piedra ardiente,
de raíces heladas y sedientas.

Arde, furor oculto,
ceniza que enloquece,
arde invisible, arde
como el mar impotente engendra nubes,
olas como el rencor y espumas pétreas.
Entre mis huesos delirantes, arde;
arde dentro del aire hueco,
horno invisible y puro;
arde como arde el tiempo,
como camina el tiempo entre la muerte,
con sus mismas pisadas y su aliento;
arde como la soledad que te devora,
arde en ti mismo, ardor sin llama,
soledad sin imagen, sed sin labios.
Para acabar con todo,
oh mundo seco,
para acabar con todo.
Llora palestina, llora
Llora gaza
Lloran las fronteras
Supuran sus llagas llenas de cantos de injusticia
Largos cantos de dolor que emanan de las entrañas

Llora Honduras, llora El Salvador, Llora Nicaragua
Tus hijos los más pequeños montados en bestias
Huyendo de otras bestias, rodeados de bestias
Hacia la bestia padre
Padre de todas las bestias (solo basta recordar para entender)

Llora México entre plomos y promesas
Llora el indio en la sierra
La mujer en costa chica
El campesino en la huasteca
México un plantío de drogas y de sangre
Donde los ricos se hacen más ricos
Y los pobres valen menos que las balas que los matan

Llora la Tierra, Onile, la Pachamama
Entre lenguajes hegemónicos y pueblos sublevados
Hace mucho que nadie la escucha
Solo los indios y los brujos con sus hechizos
Pero pronto volveremos a poner la frente al piso
Para oír de cerca lo que reclama.
M.GANDHI dijo una vez:
“si no tienes religión, yo te recomiendo una : LA VERDAD”

UN LUGAR PARA MI ALMA

Durante mucho tiempo, cuando los amaneceres  fueron  un umbral para  los días apagados ,  existía  en mi mente ,una lucha interna entre las capas de mi razón ...y los zócalos profundos de mi piel.
Yo estaba segura que mi origen , había sido de una cepa siniestra, estúpida idea defectuosa que carcomía mi cerebro y me hacia sentir como una partícula insignificante, sulfatada, viviendo un exilio y confinada a lo mas mínimo e inexistente .

En medio de esta desvelada costilla, había una duda rodando siempre en mi cabeza :¿qué era la vida? Realmente era esto vivir, así sin respirar sin sentir el latido del corazón? No!, yo estaba segura que la vida era otra cosa, era transcurrir  y suceder mientras sientes como fluye tu sangre por las venas, es vibrar sin sentir miedo,andar descalza y disfrutar lo que te ofrece el suelo.
Entonces,¿ por qué yo sentía dentro de mi, cosas opuestas? , ¿Por qué mis pupilas últimamente sucumbían… cuando el espacio sin forma alguna, seguía arrastrándome al **** abismo?, lugar incómodo para mis huesos, donde ya no deseaba estar más.
Esta invalidez de mi sequía mental, este virus polimorfo que se instaló en mis venas , ha atormentado mi alma por mucho tiempo cuando yo aun estaba viva.

Todavía  recuerdo cuando
comencé a obedecer la misoginia autoritaria de una bestia putrefacta, y de como se metió profundo y desgarro mis miedos desmenuzando todas mis dudas para luego vomitarlas  sobre mi fragilidad. Fue justo ahí cuando la oscuridad absoluta, la soledad última, se adueñó de mis sueños y al parecer ,del mismo modo que cualquier estrella recorre su dominio en forma precisa, yo...avanzaba por este mundo, quebrada, con un corazón débil, sin rumbo y con un horizonte completamente sombrío y la confianza rasgada y rota.

En ese entonces,yo solía sentarme en un banco de madera, muy al fondo de todo ,donde las hojas secas eran el único alimento para mi razón y fijaba la vista en el suelo, queriendo encontrar una salida , pero una vez metida en este estado algo, o alguien me hacia observar como con cada amanecer , mi vida caía al fondo del tiempo, muy profundo , muy intima de mi misma , naufragando mi condena perpetua , esa que caía sobre mi estéril cuerpo  cada vez que me  abandonaba  a los vientos revueltos, al arrastre irrespetuoso de ese alguien, de ese gusano letal que creí que me cuidaba.

Y si, muy pronto llegó ese momento, donde los que me conocían, ya jamás pudieron saber nada de mi.Nada de la que fui, ya  nunca más pudo asomarse a ningún nuevo crepúsculo .
Dentro de ese vivir sin anhelar nada, sin querer nada, solo lo indispensable (comida y agua), mi vida, que no era tal, un día deseo terminar de nacer, pero no ahí, en ese injerto tejido de engaños, donde era una sarcófago siniestro para mis nuevas ilusiones.,

Invisible para muchos, con un carácter incompleto y con mis ojos repletos de tinieblas y temores, un día ...me fui a terminar de venir a este mundo , ya grande, sola y sin esperanza alguna, decidí dejar de deslizarme por esta vida venenosa y comenzar a pisar la tierra, ésta que me dio origen y me perdió por un tiempo y así , de a poco ,me alejé de las mentiras disfrazadas con ternura y me quite de encima  a muchas sanguijuelas que a mi alma primera, la vieron morir día a día y no hicieron nada.

Esta lloviendo sin parar afuera , falta todavía una hora para que la noche cierre, entonces peregrino por mis últimos tormentos, abro mis ojos , y los veo a ellos, iracundas almas inocentes, que jamás comprendieron los misterios  que aun aprietan mi cuello, pero saben que fui su único lecho y la única caricia real que jamás sus latidos sentirán.

¡Ya llega el día! ¡ya llega el  día!
¿En dónde hallaré ahora , un lugar para esta entraña  mía que está libre,
muy dañada y rota?



Diario de una Maldita  Poeta Condenada

AZUL STRAUSS MARKUART
TITULO : “UN LUGAR PARA MI ALMA”
[relato: Texto completo.]
Autora :Azul Strauss M.
04 de febrero del 2015
BUENOS AIRES.ARGENTINA
©Copyright –Derecho de Autor Reservado
brandon nagley Jun 2015
Elsa Angélica
Reina de la luna de la medianoche,
Anticuerpos de la oscuridad
Mi amour 'mío desmayo suave,

Elsa Angélica
Affuse abajo alma mía
¿En castellano Ourn del yacía
Para que todos seeith en la página corriente principal,

Picotazos Cassia, sudor convento
Multa de goteo entre las líneas
Estamos espíritu de la antigüedad en la búsqueda foulard
En donde otros de a nosotros arte ciego

Elsa Angélica
Glaive al dolor de la mina
Me sanó con tu canto América
Sólo soy una bestia volvió esclavo noble
Una visita obligada española a la mirada del poeta ....

Elsa Angélica
Ingrowing enamorada Ourn
Me Inhale a tu café almizcle,
En donde se tira por el empuje decisivo
Y de la celestiales nuestras de por amanecer y al atardecer ....

Me Kyanize, voy de Kudo thou
No lasitud, no hay gruñidos larrup
Calles de pasillo caballerosidad dorada
Capa del sol, con Ourn propia sonrisa de

Sólo una luna de un sol en la trayectoria de directos
Sin dolor, ni la ira, libre al fin ....
Sintiendo la explosión universal,
Almas que pasan, entrelazados como uno !!!!!!
( Spanish version)




( English translated)

Elsa Angelica
Queen of midnight moon,
Antibody of darkness
Mi amour' of mine gentle swoon,

Elsa Angelica
Affuse down mine soul
Wherein ourn castellan lay's
For all to seeith on mainstream page,

Cassia pecks, convent sweat
Drip's fine between the lines
We're spirit's of old in foulard quest
Wherein other's to us art blind

Elsa Angelica
Glaive to mine pain's
Healed me by thy Latin chant
I'm just a beast turned noble slave
A Spanish must to poet's glance....

Elsa Angelica
Ingrowing in ourn love
Inhale me to thy coffee musk,
Wherein were pulling by crucial ******
And the celestial's our's by dawn and dusk....

Kyanize me, I'll kudo's thou
No lassitude, no larrup growls
Streets of gilded chivalry aisle
Cloak the sun, with ourn own smile's

Just a moon an sun in direct path's
No hurt, nor anger, free at last....
Feeling the universal blast
Souls to pass, entwined as one!!!!!!
En libre vuelo, el cielo de mi América
hender he visto un cóndor *****, errante.
¿Qué abismo circunscribe? ¿Qué intacta
nieve augura?
Por las arterias de los ciervos montesinos
discurre para el cóndor la sangre enardecida,
bajo las pieles lúcidas, entre las carnes bellas.

¡La presa viva!, ¡el pico ensangrentado!,
¡el ala pronta!, ¡el ímpetu del vuelo!
y un delirar de cumbres y centellas.

Así mi impulso al aura de la vida,
y así mi Musa en su ilusión liviana
de que brote la carne un lirio místico.
Bestia de los demonios poseída,
¡oh carne, es hora ya del don eucarístico!

Cintila el cielo en gajos de luceros,
y querubes de vuelos melodiosos
revuelan de luceros a luceros.

Tengo la sensación de que discurro
delante de los pórticos sagrados:
alguien dice mi nombre a la distancia;
brotan dulces jardines los collados
y asume mi ternura en su fragancia.

Claridad estelar, templo encendido,
rima errante por noches de pavura,
huerto a la luz de Vésper. En olvido
mi ser se muere, mi canción no dura,
¿y fui no más un lúgubre alarido?

Carne, bestia, mi Amiga y mi Enemiga:
yo soy tú, que por leyes ominosas,
cual vano mimbre que meció una espiga
te haces nada en el polvo de las cosas...

¿Y la divina Psiquis, la Rosa entre las rosas?
¿Y mis amores que irisé de lágrimas?
¿Y mi ciudad nebúlea tras la ilusión del
día?
¿Y mis antorchas que erigí de emblema?
¿Y esta inquietud, y este ímpetu anhelante
hacia una ley o una verdad suprema?

Pesa sobre tus pétalos, ¡oh Rosa
Espiritual! tan lóbrega y cerrada
la noche, tan vacía y rencorosa,
que en vano el brillo de tu broche efunde.
Amor. Deleite. Horror. Pavesas. Nada.

¡Nada, nada por siempre! Y merecía
mi Alma, por los dioses engañada,
la Verdad, y la ley y la Armonía.
¡Sé digna de este horror y de esta nada,
y activa y valerosa, ¡oh alma mía!
Heartbroken by those that promised
Never to forsake
How you find the time to love
When your clock is a broken vase
Constantly filled with affection
With these cracks it sifts away
Heard this was a game
Uncoordinated You can't play
Even time you start to run
You trip and the creatures close
You feel it's deep breathe on the back of your throat
Proceed to let out screams but you choke
Harmless but painful
Blood stained claws from the hearts it has ripped out
Before you know it you are this unknowing victim
Hole in your rib and you feel something is missing
Blood soaked and a hole in your shirt
Guess this is the true meaning when they say this monster of love hurts
Vanno verso le Terme di Caracalla
giovani amici, a cavalcioni
di Rumi o Ducati, con maschile
pudore e maschile impudicizia,
nelle pieghe calde dei calzoni
nascondendo indifferenti, o scoprendo,
il segreto delle loro erezioni...
Con la testa ondulata, il giovanile
colore dei maglioni, essi fendono
la notte, in un carosello
sconclusionato, invadono la notte,
splendidi padroni della notte...

Va verso le Terme di Caracalla,
eretto il busto, come sulle natie
chine appenniniche, fra tratturi
che sanno di bestia secolare e pie
ceneri di berberi paesi - già impuro
sotto il gaglioffo basco impolverato,
e le mani in saccoccia - il pastore
migrato
undicenne, e ora qui, malandrino e
giulivo
nel romano riso, caldo ancora
di salvia rossa, di fico e d'ulivo...

Va verso le Terme di Caracalla,
il vecchio padre di famiglia, disoccupato,
che il feroce Frascati ha ridotto
a una bestia cretina, a un beato,
con nello chassì i ferrivecchi
del suo corpo scassato, a pezzi,

rantolanti: i panni, un sacco,
che contiene una schiena un po' gobba,
due cosce certo piene di croste,
i calzonacci che gli svolazzano sotto
le saccocce della giacca pese
di lordi cartocci. La faccia
ride: sotto le ganasce, gli ossi
masticano parole, scrocchiando:
parla da solo, poi si ferma,
e arrotola il vecchio mozzicone,
carcassa dove tutta la giovinezza,
resta, in fiore, come un focaraccio
dentro una còfana o un catino:
non muore chi non è mai nato.
Lino Althaner Nov 2011
Se hacía visible. Estuvo tan cerca por unos momentos. Es verdad que hace de ello tanto tiempo. Pero a fuerza de circuitos y artefactos, de comodidades y de entretenimientos, de él me alejé. Me hice instrumento y esclavo. A fuerza de ciencia decaí en consejo. Soy la misma ignorancia y el error. Soy en números más grande y sigo creciendo. Pero a fuerza de no ser más que una cifra, en bestia me convertí. Ha menguado la belleza, han crecido los disfraces, los afeites. Me entretengo dibujando cadenas con las formas de la libertad. Cadenas forradas de felpa. Y de pronto se escondió. Dejé de tenerlo cara a cara. Como el pan que cada día caía del cielo. Como la zarza ardiente. Dejé de hablarle y de verlo. No puedo siquiera imaginarlo, tan lejano y ajeno. Para nada preocupado de mis problemas.
Just another introductory words.
Eslavo con respecto a la palmera,
alemán de perfil al sol, inglés sin fin,
francés en cita con los caracoles,
italiano ex profeso, escandinavo de aire,
español de pura bestia, tal el cielo
ensartado en la tierra por los vientos,
tal el beso del límite en los hombros.

Mas sólo tú demuestras, descendiendo
o subiendo del pecho, bolchevique,
tus trazos confundibles,
tu gesto marital,
tu cara de padre,
tus piernas de amado,
tu cutis por teléfono,
tu alma perpendicular
a la mía,
tus codos de justo
y un pasaporte en blanco en tu sonrisa.

Obrando por el hombre, en nuestras pausas,
matando, tú, a lo largo de tu muerte
y a lo ancho de Un abrazo salubérrimo,
vi que cuando comías después, tenías gusto,
vi que en tus sustantivos creció yerba.

Yo quisiera, por eso,
tu calor doctrinal, frío y en barras,
tu añadida manera de miramos
y aquesos tuyos pasos metalúrgicos,
aquesos tuyos pasos de otra vida.

Y digo, bolchevique, tomando esta flaqueza
en su feroz linaje de exhalación terrestre:
hijo natural del bien y del mal
y viviendo talvez por vanidad, para que digan,
me dan tus simultáneas estaturas mucha pena,
puesto que tú no ignoras en quién se me hace tarde
diariamente,
en quién estoy callado y medio tuerto.
Helas, helas por do vienen
La Corruja y la Carrasca,
A más no poder mujeres,
Hembros de la vida airada.
Mortales de miradura
Y ocasionadas de cara,
El andar a lo escocido,
El mirar a lo de l'Hampa.
Llevan puñazos de ayuda
Como perrazos de Irlanda,
Avantales voladores,
Chapinitos de en volandas.
Sombreros aprisionados,
Con porquerón en la falda,
Guedejitas de la tienda,
Colorcita de la plaza.
Mirándose a lo penoso,
Cercáronse a lo borrasca,
Hubo hocico retorcido,
Hubo agobiado de espaldas.
Ganaron la palmatoria
En el corral de las armas,
Y encaramando los hombros.
Avalentaron las sayas.
CORRUJA: «De las de la hoja
Soy flor y fruto,
Pues a los talegos
Tiro de puño.»
CARRASCA: «Tretas de montante
Son cuantas juego;
A diez manos tomo
Y a dos peleo.»
Luego, acedada de rostro
Y ahigadada de cara,
Un tarazón de mujer,
Una brizna de muchacha
Entró en la escuela del juego
Maripizca la Tamaña,
Por quien Ahorcaborricos
Murió de mal de garganta.
Presumida de ahorcados
Y preciada de gurapas
Por tener dos en racimo
Y tres patos en el agua,
Con valentía crecida
Y con postura bizarra
Desembrazando a los dos,
En esta manera garla:
[MARIPIZCA:] «Llamo uñas arriba
A cuantos llamo,
Y al recibo los hiero
Uñas abajo.
»Para el que me embiste
Pobre y en cueros,
Siempre es mi postura
Puerta de hierro.»
Rebosando valentía,
Entró Santurde el de Ocaña,
Zaino viene de bigotes
Y atraidorado de barba.
Un locutorio de monjas
Es guarnición de la daga,
Que en puribus trae al lado
Con más hierro que Vizcaya.
Capotico de Antemulas,
Sombrerico de la carda,
Coleto de por el vivo,
Más probado que la pava.
Entró de capa caída,
Como los valientes andan,
Azumbrada la cabeza
Y bebida la palabra:
[SANTURDE:] «Tajo no le tiro,
Menos le bebo;
Estocadas de vino
Son cuantas pego.»
Una rueda se hicieron;
¿Quién duda que de navajas?
Los codos tiraron coces,
Azogáronse las plantas;
Trastornáronse los cuerpos,
Desgoznáronse las arcas,
Los pies se volvieron locos,
Endiabláronse las plantas.
No suenan las castañetas,
Que de puro grandes, ladran,
Mientras al son se concomen,
Aunque ellos piensan que bailan.
Maripizca tornó el puesto,
Santurde tomó la espada,
Con el montante el Maestro
Dice que guarden las caras.
[MAESTRO:] «De verdadera destreza
Soy Carranza,
Pues con tocas y alfileres
Quito espadas.
»Que tengo muy buenos tajos
Es lo cierto,
Y algunos malos reveses
También tengo.
»El que quisiere triunfar,
Salga de oros,
Que el salir siempre de espadas
Es de locos.»
MAESTRO: «Siente ahora la Corruja.»
CORRUJA: «Aquesta venida vaya.»
MAESTRO: «Jueguen destreza vuarcedes.»
SANTURDE: «Somos amigos, y basta.»
MAESTRO: «No es juego limpio brazal.»
CORRUJA: «Si no es limpio que no valga.»
MAESTRO: «Siente vuarced.»
SANTURDE:                             «Que ya siento,
        Y siento pese a su alma.»
Tornáronse a dividir
En diferentes escuadras,
Y denodadas de pies,
Todas juntas se barajan.
Cuchilladas no son buenas,
Puntas sí de las joyeras.
[MAESTRO:] «Entráronme con escudos,
Cansáronme con rodelas;
Cobardía es sacar pies,
Cordura sacar moneda.
»Aguardar es de valientes
Y guardar es de discretas,
La herida de conclusión
Es la de la faltriquera.»
Cuchilladas no son buenas,
Puntas sí de las joyeras.
[MAESTRO:] «Ángulo agudo es tomar;
No tomar, ángulo bestia;
Quien viene dando a mi casa,
Se viene por línea recta.
»La universal es el dar;
Cuarto círculo, cadena;
Atajo, todo dinero;
Rodeo, toda promesa.»
Cuchilladas no son buenas,
Puntas sí de las joyeras.
[MAESTRO:] «El que quisiere aprender
La destreza verdadera,
En este poco de cuerpo
Vive quien mejor la enseña.»
Nada mejor para cantar la vida,
y aun para dar sonrisas a la muerte,
que la áurea copa donde Venus vierte
la esencia azul de su viña encendida.
Por respirar los perfumes de Armida
y por sorber el vino de su beso,
vino de ardor, de beso, de embeleso,
fuérase al cielo en la bestia de Orlando,
¡Voz de oro y miel para decir cantando:
la mejor musa es la de carne y hueso!Cabellos largos en la buhardilla,
noches de insomnio al blancor del invierno,
pan de dolor con la sal de lo eterno
y ojos de ardor en que Juvencia brilla;
el tiempo en vano mueve su cuchilla,
el hilo de oro permanece ileso;
visión de gloria para el libro impreso
que en sueños va como una mariposa
y una esperanza en la boca de rosa:
¡La mejor musa es la de carne y hueso!Regio automóvil, regia cetrería,
borla y muceta, heráldica fortuna,
nada son como a la luz de la Luna
una mujer hecha una melodía.
Barca de amar busca la fantasía,
no el yacht de Alfonso o la barca de Creso.
Da al cuerpo llama y fortifica el seso
ese archivado y vital paraíso;
pasad de largo, Abelardo y Narciso:
¡La mejor musa es la de carne y hueso!Clío está en esa frente hecha de Aurora,
Euterpe canta en esta lengua fina,
Talía ríe en la boca divina,
Melpómene es ese gesto que implora;
en estos pies Terpsícore se adora,
cuello inclinado es de Erato embeleso,
Polymnia intenta a Calíope proceso
por esos ojos en que Amor se quema.
Urania rige todo ese sistema:
¡La mejor musa es la de carne y hueso!No protestéis con celo protestante,
contra el panal de rosas y claveles
en que Tiziano moja sus pinceles
y gusta el cielo de Beatrice el Dante.
Por eso existe el verso de diamante,
por eso el iris tiéndese y por eso
humano genio es celeste progreso.
Líricos cantan y meditan sabios
por esos pechos y por esos labios:
¡La mejor musa es la de carne y hueso!ENVÍO:Gregorio: nada al cantor determina
como el gentil estímulo del beso.
Gloria al sabor de la boca divina.
¡La mejor musa es la de carne y hueso!
"hop hop alba amo" decía a caballo de Alabama bright morgan
había nacido al lado de donde se quedaron los juntadores de pasto
indios choctaw que leían las nubes
frenadas por el sur los Apalaches tanta desolación

dios mío tanta desolación no alcanzó para un buen río
"no alcanzaste para un buen río mi Dios" decía bright morgan
"ah distraído" decía a caballo entre Sam Dale, William Bankhead (que tenía
cabeza de pájaro señor) y aún la Julia Tutwiler
(reformadora social consolatriz de presos poetisa) otros notables del lugar


"¡ah muererío muererío!" decía bright morgan sin dejar de correr
pensando en la madre que vio decapitar a siete hijos subida su tejado
y después se tiró del tejado

bright morgan hablaba también
de las culebras y alacranes que se comieron el corazón amargo
de 7 hermanos 7 camino de Aragón
ola que ola la maripola no pasa nadie nadie

no pasa nadie por el cuerpo de bright morgan ya
más que el viento la arena volada por el aire
porque se va a morir
lo dejarán salir

y la madre se subirá al tejado y dirá:
"quien a este hijo pierde merece ser apedreada
le pediría uñas al águila pezuñas a la
bestia con pezuñas
y no le dejaría a la tierra ese muchacho lindo no"

decía la madre de bright morgan
"no dejaría que la tierra lo pudra le deshaga la frente hermosa no
yo se lo arrancaría a la tierra de trigo sembrada
con dolor robaría a la tierra ese hijo tan bueno cara de plata"

decía la madre de bright morgan:
"que se llevó la tierra con golpe rabioso no
ese pequeño novio no alcanzó a criar hijos
dejó casa vacía por casa llena de compañeros sin luz"

mientras tanto bright morgan murió
"no le echen tierra sobre la frente hermosa" pedía la madre pero él
crecía a la derecha a la izquierda
abajo arriba iba creciendo como una vaca grande

cuando el pelo de bright morgan paró
toda Alabama se detuvo un instante
pero ya no decía "madre madre no me dejes salir"
ola que ola maripola no pasa nadie nadie
-¡Qué fresca es la sombra del plátano! De una hoja de plátano se desprenden infinitas hojas de agua que están descendiendo siempre. Me gustan las hojas verdes, acanaladas, y los racimos, y los retoños unánimes, agudos, como una bandada de peces hacia arriba. ¿Has visto el tronco? Es un panal de agua.

Me gusta el platanar con su humedad sombría y derribada, con su lecho en que se pudre el  sol y con sus hojas golpeadas y tranquilas. Me gusta el platanar cuando llueve porque suena sonoramente, porque se alegra como una bestia bañándose y saltando.

Me gusta la sombra del plátano y sus pequeños nidos de aire, y el aire dulce y torpe aprendiendo a volar. Me gusta tirarme en el suelo sin raíces y sentir cómo transcurre el agua y quedarme inmóvil, oyendo.

Fuimos al mar. ¡Qué miedo tuve y qué alegría. Es un enorme animal inquieto. Golpea y sopla, se enfurece, se calma, siempre asusta. Parece que nos mirara desde dentro, desde lo hondo, con muchos ojos, con ojos iguales a los que tenemos en el corazón para mirar de lejos o en la obscuridad.

En un principio nos tiró varias veces. Después Adán se enfureció y se puso a dar de puñetazos a las olas. A mí me dio risa, me quedé en la playa mirando. Adán no podía. Al rato salió cansado, húmedo, y no dijo nada, y se durmió.

Entonces me puse a oír el mar. Ya iba obscureciendo. Suena igual que la noche, con un vasto, infinito silencio, con una honda voz. Se extiende su sonido obscuro y nos penetra por todas partes. Es un sonido de agua espesa, de agua que quiere levantarse como un animal herido.

De ahora en adelante viviremos a la orilla del mar. Aquí están a la misma altura el sol y el mar, a la misma profundidad las estrellas y los grandes peces.

Aprenderemos el mar, Él también tiene sus montañas y sus vastas llanuras, sus pájaros, sus minerales, y su vegetación unánime y difícil. Aprenderemos sus cambios, sus estaciones, su permanencia en el mundo como una enorme raíz, la raíz del árbol de agua que aprieta la tierra, el árbol inmenso que se extiende en el espacio hasta siempre.

El mar es bueno y terrible como mi padre. Yo le quiero decir padre mar. Padre mar, sostenme, engéndrame de nuevo en tu corazón. Hazme incorruptible, receptora del mundo, purificadora a pesar.
Durante muchos siglos
la costumbre fue ésta:
aleccionar al hombre con historias
a cargo de animales de voz docta,
de solemne ademán o astutas tretas,
tercos en la maldad y en la codicia
o necios como el ser al que glosaban.
La humanidad les debe
parte de su virtud y su sapiencia
a asnos y leones, ratas, cuervos,
zorros, osos, cigarras y otros bichos
que sirvieron de ejemplo y moraleja,
de estímulo también y de escarmiento
en las ajenas testas animales,
al imaginativo y sutil griego,
al severo romano, al refinado
europeo,
al hombre occidental, sin ir más lejos.
Hoy quiero -y perdonad la petulancia-
compensar tantos bienes recibidos
del gremio irracional
describiendo algún hecho sintomático,
algún matiz de la conducta humana
que acaso pueda ser educativo
para las aves y para los peces,
para los celentéreos y mamíferos,
dirigido lo mismo a las amebas
más simples
como a cualquier especie vertebrada.
Ya nuestra sociedad está madura,
ya el hombre dejá atrás la adolescencia
y en su vejez occidental bien puede
servir de ejemplo al perro
para que el perro sea
más perro,
y el zorro más traidor,
y el león más feroz y sanguinario,
y el asno como dicen que es el asno,
y el buey más inhibido y menos toro.
A toda bestia que pretenda
perfeccionarse como tal
                                                  -ya sea
con fines belicistas o pacíficos,
con miras financieras o teológicas,
o por amor al arte simplemente-
no cesaré de darle este consejo:
que observe al **** sapiens, y que aprenda.
Penne Jun 2021
The sound of the skeleton flower's petal was heard.
Time to go home.
Dripping from the roof is the moisture for the family and animals for 1 whole day.

The sheep filed through the cottonwood gate.
The aardvarks came next, tiptoeing on the birds' isle and then proceed to float on the eye of the lake.

Hot crackling popped from the bird seeds and savaged corn cobs.
All trees and webs lost their sway to give breath to the farmer's daughter.

The miracle of the picturesque was all stolen by her.

The hair is unmatched with nature's colors.
Her rough, sticky, lavender gray curls.
Love is the black ants gathering for the flan, leaf-shaped.
She dips the lark in a pool of beet juice.
Glazed the firewood with snaps of her belting notes and wiped with trots of chameleon.
And the whole world glowed.

One time, the farm girl had too much fun  
But does not know what day it is Neither the sun blinks
So hey, why not start expanding this farm?
Instead of an animal kingdom, a planetarium is forged.

He whispered, "I'm soft as a cloud."
He caressed, "I can give you everything."
He slashed, "I promise."
She knew. But, it was her ambition to have no ambitions.

The baby sheep were sleeping next door.
They were crying.
They were always crying.
Sometimes she wished they had less rights.
But the cries meant something else.

"Baby, why do you keep dying? Just walk already. I wish you were already 25 so you can feel alone."
Sundials were Sunday oranges to drink
Melting, melting, melting it until confessions became concessions.

Obsessed on breaking a patch of grass to look at her reflection. That is her only way to have a reflection.
Comb the grass up if she felt hazy.
Comb the grass down if she has the urge to joust.
Comb the grass everywhere to just forget every minute.

The figs were sagging and darkening. Yet, it was no tither season.

She wondered, "Is there even a  mosquito that likes me? I always ride a horse soaked in paint and has eyes of a distant phone light."

One night, she boiled the fur and then baked some cake.
It was the time to brave the punch.
Nobody was going to take away her hunch!
She heard a poke and an acne groan.
No, to eden! To eden! To eden!
When she opened the main door, the scent of ice shaved her mien.

"This will just make me look hideous,"she thought.

"I'm not a cycle!"

She closed the door. Now, she was afraid to leave and to stay.

Rather mourn as a ringtone and lie as a jester.

No one believed her.
Just because she did not told the story well.
El andaluz envejecido que tiene gran razón para su orgullo,
El poeta cuya palabra lúcida es como diamante,
Harto de fatigar sus esperanzas por la corte,
Harto de su pobreza noble que le obliga
A no salir de casa cuando el día, sino al atardecer, ya que las
sombras,
Más generosas que los hombres, disimulan
En la común tiniebla parda de las calles
La bayeta caduca de su coche y el tafetán delgado de su traje;
Harto de pretender favores de magnates,
Su altivez humillada por el ruego insistente,
Harto de los años tan largos malgastados
En perseguir fortuna lejos de Córdoba la llana y de su muro
excelso,
Vuelve al rincón nativo para morir tranquilo y silencioso.

Ya restituye el alma a soledad sin esperar de nadie
Si no es de su conciencia, y menos todavía
De aquel sol invernal de la grandeza
Que no atempera el frío del desdichado,
Y aprende a desearles buen viaje
A príncipes, virreyes, duques altisonantes,
Vulgo luciente no menos estúpido que el otro;
Ya se resigna a ver pasar la vida tal sueño inconsistente
Que el alba desvanece, a amar el rincón solo
Adonde conllevar paciente su pobreza,
Olvidando que tantos menos dignos que él, como la bestia
ávida
Toman hasta saciarse la parte mejor de toda cosa,
Dejándole la amarga, el desecho del paria.

Pero en la poesía encontró siempre, no tan
sólo hermosura, sino ánimo,
La fuerza del vivir más libre y más soberbio,
Como un neblí que deja el puño duro para buscar
las nubes
Traslúcidas de oro allá en el cielo alto.
Ahora al reducto último de su casa y su huerto le alcanzan
todavía
Las piedras de los otros, salpicaduras tristes
Del aguachirle caro para las gentes
Que forman el común y como público son arbitro
de gloria.
Ni aun esto Dios le perdonó en la hora de su muerte.

Decretado es al fin que Góngora jamás fuera poeta,
Que amó lo oscuro y vanidad tan sólo le dictó sus
versos.
Menéndez y Pelayo, el montañés henchido por
sus dogmas,
No gustó de él y le condena con fallo inapelable.

Viva pues Góngora, puesto que así los otros
Con desdén le ignoraron, menosprecio
Tras del cual aparece su palabra encendida
Como estrella perdida en lo hondo de la noche,
Como metal insomne en las entrañas de la tierra.
Ventaja grande es que esté ya muerto
Y que de muerto cumpla los tres siglos, que así pueden
Los descendientes mismos de quienes le insultaban
Inclinarse a su nombre, dar premio al erudito,
Sucesor del gusano, royendo su memoria.
Mas él no transigió en la vida ni en la muerte
Y a salvo puso su alma irreductible
Como demonio arisco que ríe entre negruras.

Gracias demos a Dios por la paz de Góngora vencido;
Gracias demos a Dios por la paz de Góngora exaltado;
Gracias demos a Dios, que supo devolverle (como hará con
nosotros),
Nulo al fin, ya tranquilo, entre su nada.
Vanno verso le Terme di Caracalla
giovani amici, a cavalcioni
di Rumi o Ducati, con maschile
pudore e maschile impudicizia,
nelle pieghe calde dei calzoni
nascondendo indifferenti, o scoprendo,
il segreto delle loro erezioni...
Con la testa ondulata, il giovanile
colore dei maglioni, essi fendono
la notte, in un carosello
sconclusionato, invadono la notte,
splendidi padroni della notte...

Va verso le Terme di Caracalla,
eretto il busto, come sulle natie
chine appenniniche, fra tratturi
che sanno di bestia secolare e pie
ceneri di berberi paesi - già impuro
sotto il gaglioffo basco impolverato,
e le mani in saccoccia - il pastore
migrato
undicenne, e ora qui, malandrino e
giulivo
nel romano riso, caldo ancora
di salvia rossa, di fico e d'ulivo...

Va verso le Terme di Caracalla,
il vecchio padre di famiglia, disoccupato,
che il feroce Frascati ha ridotto
a una bestia cretina, a un beato,
con nello chassì i ferrivecchi
del suo corpo scassato, a pezzi,

rantolanti: i panni, un sacco,
che contiene una schiena un po' gobba,
due cosce certo piene di croste,
i calzonacci che gli svolazzano sotto
le saccocce della giacca pese
di lordi cartocci. La faccia
ride: sotto le ganasce, gli ossi
masticano parole, scrocchiando:
parla da solo, poi si ferma,
e arrotola il vecchio mozzicone,
carcassa dove tutta la giovinezza,
resta, in fiore, come un focaraccio
dentro una còfana o un catino:
non muore chi non è mai nato.
Teneva diciott'anne Sarchiapone,
era stato cavallo ammartenato,
ma... ogne bella scarpa nu scarpone
addeventa c' 'o tiempo e cu ll'età.
Giuvinotto pareva n'inglesino,
uno 'e chilli cavalle arritrattate
ca portano a cavallo p' 'o ciardino
na signorina della nobiltà.

Pronto p'asc'i sbatteva 'e ccianfe 'nterra,
frieva, asceva 'o fummo 'a dint' 'o naso,
faville 'a sotto 'e piere, 'o ffuoco! 'A guerra!
S'arrevutava tutt' 'a Sanità.

Ma... ogni bella scarpa nu scarpone
c' 'o tiempo addeventammo tutte quante;
venette pure 'o turno 'e Sarchiapone.
Chesta è la vita! Nun ce sta che ffà.

Trista vicchiaja. Che brutto destino!
Tutt' 'a jurnata sotto a na carretta
a carrià lignammo, prete, vino.
"Cammina, Sarchiapò! Cammina, aah!".

'O carrettiere, 'nfamo e disgraziato,
cu 'a peroccola 'nmano, e 'a part' 'o gruosso,
cu tutt' 'e fforze 'e ddà sotto 'o custato
'nfaccia 'a sagliuta p' 'o fà cammenà.

A stalla ll'aspettava Ludovico,
nu ciucciariello viecchio comm' a isso:
pe Sarchiapone chisto era n'amico,
cumpagne sotto 'a stessa 'nfamità.

Vicino tutt' 'e ddute: ciuccio e cavallo
se facevano 'o lagno d' 'a jurnata.
Diceva 'o ciuccio: "I' nce aggio fatto 'o callo,
mio caro Sarchiapone. Che bbuò fà?

lo te capisco, tu te si abbeluto.
Sò tutte na maniata 'e carrettiere,
e, specialmente, 'o nuosto,è 'o cchiù cornuto
ca maie nce puteva capità.

Sienteme bbuono e vide che te dico:
la bestia umana è un animale ingrato.
Mm' he a credere... parola 'e Ludovico,
ca mm' è venuto 'o schifo d' 'o ccampà.

Nuie simmo meglio 'e lloro, t' 'o ddico io:
tenimmo core 'mpietto e sentimento.
Chello ca fanno lloro? Ah, no, pe ddio!
Nisciuno 'e nuie s' 'o ssonna maie d' 'o ffà.

E quanta vote 'e dicere aggio 'ntiso:
"'A tale ha parturito int' 'a nuttata
na criatura viva e po' ll'ha accisa.
Chesto na mamma ciuccia nun 'o ffà!".

"Tu che mme dice Ludovico bello?!
Overo 'o munno è accussi malamente?".
"E che nne vuo sapè, caro fratello,
nun t'aggio ditto tutta 'a verità.

Tu si cavallo, nobile animale,
e cierti ccose nun 'e concepisce.
I' so plebbeo e saccio tutt' 'o mmale
ca te cumbina chesta umanità".

A sti parole 'o ricco Sarchiapone
dicette: "Ludovì, io nun ce credo!
I' mo nce vò, tenevo nu padrone
ch'era na dama, n'angelo 'e buntà.

Mm'accarezzava comm'a nu guaglione,
mme deva 'a preta 'e zucchero a quadrette;
spisse se cunzigliava c' 'o garzone
(s'io stevo poco bbuono) ch' eva fà".

"Embè! - dicette 'o ciuccio - Mme faie pena.
Ma comme, tu nun l'he capito ancora?
Si, ll'ommo fa vedè ca te vò bbene
è pe nu scopo... na fatalità.

Chi pe na mano, chi pe n'ata mano,
ognuno tira ll'acqua al suo mulino.
So chiste tutte 'e sentimente umane:
'a mmiria, ll'egoismo, 'a falsità.

'A prova è chesta, caro Sarchiapone:
appena si trasuto int' 'a vicchiaia,
pe poche sorde, comme a nu scarpone,
t'hanno vennuto e si caduto ccà.

Pe sotto a chillu stesso carruzzino
'o patruncino tuio n'atu cavallo
se ll' è accattato proprio stammatina
pe ghi currenno 'e pprete d' 'a città".

'O nobbile animale nun durmette
tutt' 'a nuttata, triste e ll'uocchie 'nfuse,
e quanno avette ascì sott' 'a carretta
lle mancavano 'e fforze pe tirà.

"Gesù, che delusione ch'aggio avuto!"-
penzava Sarchiapone cu amarezza.
"Sai che ti dico? Ll'aggia fa fernuta,
mmiezo a sta gente che nce campo a ffà?"

E camminanno a ttaglio e nu burrone,
nchiurette ll'uocchie e se menaie abbascio.
Vulette 'nzerrà 'o libbro Sarchiapone,
e se ne jette a 'o munno 'a verità.
Torno, ritrovo il fenomeno della fuga
del capitale, l'epifenomeno (infimo)
dell'avanguardia. La polizia tributaria
(quasi accertamento filosofico
sugli incartamenti di un poeta)
fruga in quel fatto privato che sono i soldi,
contaminati da carità, dolenti
di inspiegabili consunzioni, e pieni
di senso di colpa, come il corpo da ragazzi:
però con mia gongolante leggerezza perché qua,
non c'è da accertare nulla, se non la mia ingenuità.
Torno, e trovo milioni di uomini occupati
soltanto a vivere come barbari discesi
da poco su una terra felice, estranei
ad essa, e suoi possessori. Così nella vigilia
della Preistoria che a tutto ciò darà senso,
riprendo a Roma le mie abitudini
di bestia ferita, che guarda negli occhi,
godendo del morire, i suoi feritori….
Vanno verso le Terme di Caracalla
giovani amici, a cavalcioni
di Rumi o Ducati, con maschile
pudore e maschile impudicizia,
nelle pieghe calde dei calzoni
nascondendo indifferenti, o scoprendo,
il segreto delle loro erezioni...
Con la testa ondulata, il giovanile
colore dei maglioni, essi fendono
la notte, in un carosello
sconclusionato, invadono la notte,
splendidi padroni della notte...

Va verso le Terme di Caracalla,
eretto il busto, come sulle natie
chine appenniniche, fra tratturi
che sanno di bestia secolare e pie
ceneri di berberi paesi - già impuro
sotto il gaglioffo basco impolverato,
e le mani in saccoccia - il pastore
migrato
undicenne, e ora qui, malandrino e
giulivo
nel romano riso, caldo ancora
di salvia rossa, di fico e d'ulivo...

Va verso le Terme di Caracalla,
il vecchio padre di famiglia, disoccupato,
che il feroce Frascati ha ridotto
a una bestia cretina, a un beato,
con nello chassì i ferrivecchi
del suo corpo scassato, a pezzi,

rantolanti: i panni, un sacco,
che contiene una schiena un po' gobba,
due cosce certo piene di croste,
i calzonacci che gli svolazzano sotto
le saccocce della giacca pese
di lordi cartocci. La faccia
ride: sotto le ganasce, gli ossi
masticano parole, scrocchiando:
parla da solo, poi si ferma,
e arrotola il vecchio mozzicone,
carcassa dove tutta la giovinezza,
resta, in fiore, come un focaraccio
dentro una còfana o un catino:
non muore chi non è mai nato.
Habitador de arenas recelosas,
mitad dios y mitad bestia marina,
ignoró la memoria, que se inclina
sobre el ayer y las perdidas cosas.

Otro tormento padeció Proteo
no menos cruel, saber lo que ya encierra
el porvenir: la puerta que se cierra
para siempre, el troyano y el aqueo.

Atrapado, asumía la inasible
forma del huracán o de la hoguera
o del tigre de oro o la pantera

o de agua que en el agua es invisible.
Tú también estás hecho de inconstantes
ayeres y mañanas. Mientras, antes…
Mi domando che madri avete avuto.
Se ora vi vedessero al lavoro
in un mondo a loro sconosciuto,
presi in un giro mai compiuto
d'esperienze così diverse dalle loro,
che sguardo avrebbero negli occhi?
Se fossero lì, mentre voi scrivete
il vostro pezzo, conformisti e barocchi,
o lo passate a redattori rotti
a ogni compromesso, capirebbero chi siete?

Madri vili, con nel viso il timore
antico, quello che come un male
deforma i lineamenti in un biancore
che li annebbia, li allontana dal cuore,
li chiude nel vecchio rifiuto morale.
Madri vili, poverine, preoccupate
che i figli conoscano la viltà
per chiedere un posto, per essere pratici,
per non offendere anime privilegiate,
per difendersi da ogni pietà.

Madri mediocri, che hanno imparato
con umiltà di bambine, di noi,
un unico, nudo significato,
con anime in cui il mondo è dannato
a non dare né dolore né gioia.
Madri mediocri, che non hanno avuto
per voi mai una parola d'amore,
se non d'un amore sordidamente muto
di bestia, e in esso v'hanno cresciuto,
impotenti ai reali richiami del cuore.

Madri servili, abituate da secoli
a chinare senza amore la testa,
a trasmettere al loro feto
l'antico, vergognoso segreto
d'accontentarsi dei resti della festa.
Madri servili, che vi hanno insegnato
come il servo può essere felice
odiando chi è, come lui, legato,
come può essere, tradendo, beato,
e sicuro, facendo ciò che non dice.

Madri feroci, intente a difendere
quel poco che, borghesi, possiedono,
la normalità e lo stipendio,
quasi con rabbia di chi si vendichi
o sia stretto da un assurdo assedio.
Madri feroci, che vi hanno detto:
Sopravvivete! Pensate a voi!
Non provate mai pietà o rispetto
per nessuno, covate nel petto
la vostra integrità di avvoltoi!

Ecco, vili, mediocri, servi,
feroci, le vostre povere madri!
Che non hanno vergogna a sapervi
- nel vostro odio - addirittura superbi,
se non è questa che una valle di lacrime.
È così che vi appartiene questo mondo:
fatti fratelli nelle opposte passioni,
o le patrie nemiche, dal rifiuto profondo
a essere diversi: a rispondere
del selvaggio dolore di esser uomini.
Cuadrúpedo en la aurora, alto en el día
y con tres pies errando por en vano
ámbito de la tarde, así veía
la eterna esfinge a su inconstante hermano,

el hombre, y con la tarde un hombre vino
que descifró aterrado en el espejo
de la monstruosa imagen, el reflejo
de su declinación y su destino.

Somos Edipo y de un eterno modo
la larga y triple bestia somos, todo
lo que seremos y lo que hemos sido.

Nos aniquilaría ver la ingente
forma de nuestro ser; piadosamente
Dios nos depara sucesión y olvido.
Leydis Jun 2018
Somos dos bestias
con deseos silvestres,
sandias nos llaman
porque conquistando
nuestro destino a
paso fino vamos,
sin pedir permiso
y sin dar cuentas,
damos riendas suelta
a quien se piense nuestro
dueño y amo.

Abriendo camino,
vamos cabalgando,
el camino corrido
detrás vamos dejando.
Cada trote nos va preparando
para el inevitable cruce
atesorado detrás de cada frontera,
mas con gran esfuerzo hay
que afrontar la senda,
para explorar sus aguas
y cultivar la tierra.

Cada azote nos obliga a bajar
la cabeza, para inhalar
un suspiro que nos llene de fuerzas,
pugnando el desafió
con elegancia y braveza.

Somos dos bellas bestias
con fuerza tan intensas,
que la fusta no asusta a
nuestra indomable esencia..,
al contrario nos empuja
a destronar a quien se piensa,
que con su fuerza podrá
subyugar nuestra bondad y nobleza.

Bestias negras, bestias bellas,
guiadas por la entraña,
escuchando la plegaria del
viento, el mar y la tierra,
que en cada mañana nos piden
que peguemos fuerzas
para compartir con ellos parte
de nuestra sutileza.

Somos dos bestias,
suave bruta fuerza
que van alelando aquellos
príncipes de arabia
que buscan contener
nuestra rabia
con pasiones lerdas,
que no inspiran y que no llenan.

Nuestro lomo a
nadie le pertenece,
solo al glorioso polvo
que nos enternece,
cuando cabalgando
a paso fino vamos,
zarandeando el camino
que evite nuestro paso.

Bestias elegantes,
dócil, bellas y salvajes,
comiendo el pasto de la
vida vamos, explorando sierras
nunca vistas, recordando con
vehemente insistencia…
¡que ni yo soy tu gaucha, ni tú eres mi bestia!

Mas por siempre seremos…almas gemelas.


LeydisProse
6/4/2018
https://m.facebook.com/LeydisProse//
entre tus brazos y mis brazos ¿es como si hubiese
una tela de fuerzas contrarias perros célebres vientos una tela de amor donde
alguien avisa que las bestias estaban en algún lugar de la oscuridad
coceando sombras coceando impacientes o como ciegas

o ciegas de verdad o sin ojos? ¿o una tela
donde la camarada escribe "el día 20 de abril a las 20.05 nació
el chiquito que esperé cuidé defendí tanto tiempo contra" escribe
contra la oscuridad que está en algún lugar de las
bestias contra

la oscura bestia la picana los golpes el vientre donde él
"que defendí tanto tiempo" escribe "con la colaboración de todas
ustedes mis compañeras y amigas" escribe y cuando el día 24 (lunes)
lo acostó por la noche y lo pasó a su cunita

"sus ojitos no se abrían ni lo harían jamás" escribe
actalectasia pulmonar hemorragias dijeron los médicos "los
golpes la picana la violación la cárcel de su madre" escribe
el niño "fue testigo y mártir de la causa y héroe" escribe? ¿o una tela de amor

donde tanto dolor ya durmió bastante y quiere
saber dónde están los caballos? ¿o demasiado
hemos hecho esperar a los ángeles? ¿hay
una lamparita que hizo esperar demasiado a los ángeles una lamparita humana suave?

¿hay caballos para derrotar al enemigo? el que vivió 5 días ¿no es
un caballo para derrotar al enemigo? ¿no convirtió sus
manitas en un caballo para derrotar al enemigo? ¿no está
galopando o corriendo ahora entre tus brazos y mis brazos amada?

¿no está acaso corriendo o galopando entre tus brazos y mis brazos ahora?
¿así tiemblan nuestros amores nuestras dichas?
¡oh noche que todo lo cubrís!
¿así chirrían los goznes oxidados de nuestra gracia?
Bestia celeste, sol que el ojo aduerme
frente a mi casa de boscosa espalda;
laxas están las manos en mi falda
y la cabeza contra el hombro inerme.

S obre el azur el toro de oro duerme
y aun chispea su ojo de esmeralda,
para la mar que la neblina encalda
y el duende que propicio suele serme.

Queda un rayo de luz en sus pupilas,
menudas, más menudas que las lilas.
Mi soledad en él se regocija

pues lo ama mi amor porque es pequeño
y suele ir a la mansión del sueño
a traerme un ensueño en su vasija.
Teneva diciott'anne Sarchiapone,
era stato cavallo ammartenato,
ma... ogne bella scarpa nu scarpone
addeventa c' 'o tiempo e cu ll'età.
Giuvinotto pareva n'inglesino,
uno 'e chilli cavalle arritrattate
ca portano a cavallo p' 'o ciardino
na signorina della nobiltà.

Pronto p'asc'i sbatteva 'e ccianfe 'nterra,
frieva, asceva 'o fummo 'a dint' 'o naso,
faville 'a sotto 'e piere, 'o ffuoco! 'A guerra!
S'arrevutava tutt' 'a Sanità.

Ma... ogni bella scarpa nu scarpone
c' 'o tiempo addeventammo tutte quante;
venette pure 'o turno 'e Sarchiapone.
Chesta è la vita! Nun ce sta che ffà.

Trista vicchiaja. Che brutto destino!
Tutt' 'a jurnata sotto a na carretta
a carrià lignammo, prete, vino.
"Cammina, Sarchiapò! Cammina, aah!".

'O carrettiere, 'nfamo e disgraziato,
cu 'a peroccola 'nmano, e 'a part' 'o gruosso,
cu tutt' 'e fforze 'e ddà sotto 'o custato
'nfaccia 'a sagliuta p' 'o fà cammenà.

A stalla ll'aspettava Ludovico,
nu ciucciariello viecchio comm' a isso:
pe Sarchiapone chisto era n'amico,
cumpagne sotto 'a stessa 'nfamità.

Vicino tutt' 'e ddute: ciuccio e cavallo
se facevano 'o lagno d' 'a jurnata.
Diceva 'o ciuccio: "I' nce aggio fatto 'o callo,
mio caro Sarchiapone. Che bbuò fà?

lo te capisco, tu te si abbeluto.
Sò tutte na maniata 'e carrettiere,
e, specialmente, 'o nuosto,è 'o cchiù cornuto
ca maie nce puteva capità.

Sienteme bbuono e vide che te dico:
la bestia umana è un animale ingrato.
Mm' he a credere... parola 'e Ludovico,
ca mm' è venuto 'o schifo d' 'o ccampà.

Nuie simmo meglio 'e lloro, t' 'o ddico io:
tenimmo core 'mpietto e sentimento.
Chello ca fanno lloro? Ah, no, pe ddio!
Nisciuno 'e nuie s' 'o ssonna maie d' 'o ffà.

E quanta vote 'e dicere aggio 'ntiso:
"'A tale ha parturito int' 'a nuttata
na criatura viva e po' ll'ha accisa.
Chesto na mamma ciuccia nun 'o ffà!".

"Tu che mme dice Ludovico bello?!
Overo 'o munno è accussi malamente?".
"E che nne vuo sapè, caro fratello,
nun t'aggio ditto tutta 'a verità.

Tu si cavallo, nobile animale,
e cierti ccose nun 'e concepisce.
I' so plebbeo e saccio tutt' 'o mmale
ca te cumbina chesta umanità".

A sti parole 'o ricco Sarchiapone
dicette: "Ludovì, io nun ce credo!
I' mo nce vò, tenevo nu padrone
ch'era na dama, n'angelo 'e buntà.

Mm'accarezzava comm'a nu guaglione,
mme deva 'a preta 'e zucchero a quadrette;
spisse se cunzigliava c' 'o garzone
(s'io stevo poco bbuono) ch' eva fà".

"Embè! - dicette 'o ciuccio - Mme faie pena.
Ma comme, tu nun l'he capito ancora?
Si, ll'ommo fa vedè ca te vò bbene
è pe nu scopo... na fatalità.

Chi pe na mano, chi pe n'ata mano,
ognuno tira ll'acqua al suo mulino.
So chiste tutte 'e sentimente umane:
'a mmiria, ll'egoismo, 'a falsità.

'A prova è chesta, caro Sarchiapone:
appena si trasuto int' 'a vicchiaia,
pe poche sorde, comme a nu scarpone,
t'hanno vennuto e si caduto ccà.

Pe sotto a chillu stesso carruzzino
'o patruncino tuio n'atu cavallo
se ll' è accattato proprio stammatina
pe ghi currenno 'e pprete d' 'a città".

'O nobbile animale nun durmette
tutt' 'a nuttata, triste e ll'uocchie 'nfuse,
e quanno avette ascì sott' 'a carretta
lle mancavano 'e fforze pe tirà.

"Gesù, che delusione ch'aggio avuto!"-
penzava Sarchiapone cu amarezza.
"Sai che ti dico? Ll'aggia fa fernuta,
mmiezo a sta gente che nce campo a ffà?"

E camminanno a ttaglio e nu burrone,
nchiurette ll'uocchie e se menaie abbascio.
Vulette 'nzerrà 'o libbro Sarchiapone,
e se ne jette a 'o munno 'a verità.
Teneva diciott'anne Sarchiapone,
era stato cavallo ammartenato,
ma... ogne bella scarpa nu scarpone
addeventa c' 'o tiempo e cu ll'età.
Giuvinotto pareva n'inglesino,
uno 'e chilli cavalle arritrattate
ca portano a cavallo p' 'o ciardino
na signorina della nobiltà.

Pronto p'asc'i sbatteva 'e ccianfe 'nterra,
frieva, asceva 'o fummo 'a dint' 'o naso,
faville 'a sotto 'e piere, 'o ffuoco! 'A guerra!
S'arrevutava tutt' 'a Sanità.

Ma... ogni bella scarpa nu scarpone
c' 'o tiempo addeventammo tutte quante;
venette pure 'o turno 'e Sarchiapone.
Chesta è la vita! Nun ce sta che ffà.

Trista vicchiaja. Che brutto destino!
Tutt' 'a jurnata sotto a na carretta
a carrià lignammo, prete, vino.
"Cammina, Sarchiapò! Cammina, aah!".

'O carrettiere, 'nfamo e disgraziato,
cu 'a peroccola 'nmano, e 'a part' 'o gruosso,
cu tutt' 'e fforze 'e ddà sotto 'o custato
'nfaccia 'a sagliuta p' 'o fà cammenà.

A stalla ll'aspettava Ludovico,
nu ciucciariello viecchio comm' a isso:
pe Sarchiapone chisto era n'amico,
cumpagne sotto 'a stessa 'nfamità.

Vicino tutt' 'e ddute: ciuccio e cavallo
se facevano 'o lagno d' 'a jurnata.
Diceva 'o ciuccio: "I' nce aggio fatto 'o callo,
mio caro Sarchiapone. Che bbuò fà?

lo te capisco, tu te si abbeluto.
Sò tutte na maniata 'e carrettiere,
e, specialmente, 'o nuosto,è 'o cchiù cornuto
ca maie nce puteva capità.

Sienteme bbuono e vide che te dico:
la bestia umana è un animale ingrato.
Mm' he a credere... parola 'e Ludovico,
ca mm' è venuto 'o schifo d' 'o ccampà.

Nuie simmo meglio 'e lloro, t' 'o ddico io:
tenimmo core 'mpietto e sentimento.
Chello ca fanno lloro? Ah, no, pe ddio!
Nisciuno 'e nuie s' 'o ssonna maie d' 'o ffà.

E quanta vote 'e dicere aggio 'ntiso:
"'A tale ha parturito int' 'a nuttata
na criatura viva e po' ll'ha accisa.
Chesto na mamma ciuccia nun 'o ffà!".

"Tu che mme dice Ludovico bello?!
Overo 'o munno è accussi malamente?".
"E che nne vuo sapè, caro fratello,
nun t'aggio ditto tutta 'a verità.

Tu si cavallo, nobile animale,
e cierti ccose nun 'e concepisce.
I' so plebbeo e saccio tutt' 'o mmale
ca te cumbina chesta umanità".

A sti parole 'o ricco Sarchiapone
dicette: "Ludovì, io nun ce credo!
I' mo nce vò, tenevo nu padrone
ch'era na dama, n'angelo 'e buntà.

Mm'accarezzava comm'a nu guaglione,
mme deva 'a preta 'e zucchero a quadrette;
spisse se cunzigliava c' 'o garzone
(s'io stevo poco bbuono) ch' eva fà".

"Embè! - dicette 'o ciuccio - Mme faie pena.
Ma comme, tu nun l'he capito ancora?
Si, ll'ommo fa vedè ca te vò bbene
è pe nu scopo... na fatalità.

Chi pe na mano, chi pe n'ata mano,
ognuno tira ll'acqua al suo mulino.
So chiste tutte 'e sentimente umane:
'a mmiria, ll'egoismo, 'a falsità.

'A prova è chesta, caro Sarchiapone:
appena si trasuto int' 'a vicchiaia,
pe poche sorde, comme a nu scarpone,
t'hanno vennuto e si caduto ccà.

Pe sotto a chillu stesso carruzzino
'o patruncino tuio n'atu cavallo
se ll' è accattato proprio stammatina
pe ghi currenno 'e pprete d' 'a città".

'O nobbile animale nun durmette
tutt' 'a nuttata, triste e ll'uocchie 'nfuse,
e quanno avette ascì sott' 'a carretta
lle mancavano 'e fforze pe tirà.

"Gesù, che delusione ch'aggio avuto!"-
penzava Sarchiapone cu amarezza.
"Sai che ti dico? Ll'aggia fa fernuta,
mmiezo a sta gente che nce campo a ffà?"

E camminanno a ttaglio e nu burrone,
nchiurette ll'uocchie e se menaie abbascio.
Vulette 'nzerrà 'o libbro Sarchiapone,
e se ne jette a 'o munno 'a verità.
¿a quién debería encontrar yo en el país del vino?
¿a quién encontraría qué rostros o qué rostro?
¿el ingeniero que se perdió en el mar hace cuarenta máquinas?
¿la burra de dylan thomas?
¿tu cuerpo deseado amado inesperado? ¿qué cuerpo encontraría
consumido abrasado por la noche como una larga burra
haciendo ruido a máquinas a mar?
quién sabe cómo es eso pero hace diez siglos
leif ericson fundaba el país del vino vikingo eructador
medio bestia también fornicaba debajo de la gloria del cielo
y ustedes miserables ocultan en un cuarto su pálido final
refugian en las sombras sus cuerpos como burras sin leche

algo cambió en el mundo y tu cuerpo es extraño como cuarenta máquinas
y el ingeniero que se perdió en el mar
brilló fosforescente como leif ericson cuando hace diez siglos
clavaba a una mujer contra la tierra
y la tierra adquiría el color de sus cuerpos
y tu cuerpo era el único país donde me derrotaban
Cuando me sobrevenga
el cansancio del fin,
me iré, como la grulla
del refrán, a mi pueblo,
a arrodillarme entre
las rosas de la plaza,
los aros de los niños
y los flecos de seda de los tápalos.
A arrodillarme en medio
de una banqueta herbosa,
cuando sacramentando
al reloj de la torre,
de redondel de luto
y manecillas de oro,
al hombre y a la bestia,
al azar que embriaga
y a los rayos del sol,
aparece en su estufa el Divínisimo.
Abrazado a la luz
de la tarde que borda,
como el hilo de una
apostólica araña,
he de decir mi prez
humillada y humilde,
más que las herraduras
de las mansas acémilas
que conducen al Santo Sacramento.
«Te conozco, Señor,
aunque viajas de incógnito,
y a tu paso de aromas
me quedo sordomudo,
paralítico y ciego,
por gozar tu balsámica presencia.
»Tu carroza sonora
apaga repentina
el breve movimiento,
cual si fueran las calles
una juguetería
que se quedó sin cuerda.
»Mi prima, con la aguja
en alto, tras sus vidrios,
está inmóvil con un gesto de estatua.
»El cartero aldeano,
que trae nuevas del mundo,
se ha hincado en su valija.
»El húmedo corpiño
de Genoveva, puesto
a secar, ya no baila
arriba del tejado.
»La gallina y sus pollos
pintados de granizo
interrumpen su fábula.
»La frente de don Blas
petrificóse junto
a la hinchada baldosa
que agrietan las raíces de los fresnos.
»Las naranjas cesaron
de crecer, y yo apenas
si palpito a tus ojos
para poder vivir este minuto.
»Señor, mi temerario
corazón que buscaba
arrogantes quimeras,
se anonada y te grita
que yo soy tu juguete agradecido.
»Porque me acompasaste
en el pecho un imán
de figura de trébol
y apasionada tinta de amapola.

»Pero ese mismo imán
es humilde y oculto,
como el peine imantado
con que las señoritas
levantan alfileres
y electrizan su pelo en la penumbra.
»Señor, este juguete
de corazón de imán,
te ama y te confiesa
con el íntimo ardor
de la raíz que empuja
y agrieta las baldosas seculares.
»Todo está de rodillas
y en el polvo las frentes;
mi vida es la amapola
pasional, y su tallo
doblégase efusivo
para morir debajo de tus ruedas».
"¿cómo serán los japoneses?" preguntaba roy hennigan
"¿dónde andarán? ¿porqué cielos? ¿cómo cavan
su marcha hacia el fulgor?" preguntaba acostándose
en las tardes feroces de Ohio

"con tanto ardor calor o fuego eterno" decía
"¿cómo resulta frío este furor?
¿cómo es pedazo nonobstante?"
preguntaba roy hennigan seco
o arrugado a medida de la noche

o encendido de duro palor
del mundo en la gran ciega de las últimas
"¿cómo es que pujan mis contrarias?
¿quién las agita o mueve?" preguntaba roy hennigan puro

"¿quién aquí sangra? ¿yo?" decía roy
hennigan
"¿quién pega o peca o perra de mi estar?
¿con qué resisten estas partes?"
ya preguntaba en bestia dado

con la mirada recorrió sus llagas
y las llagas mundiales cubrió
apenas pez en claro vivo
¡ah rey roy hennigan a poco!

de su morir estallaron las huelgas
del sertimiento de los pieses mentales
y así roy hennigan calló
y nunca nadie lo lloró

"mejor mejor" decía roy hennigan
"háganme caso niños" decía yéndose
en ala en cúmplase emplumado
pero con luz qué cosa vea

— The End —