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Alev May 2014
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.

Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
¡esas... no volverán!.

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.

Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
¡esas... no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.

Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido...; desengáñate,
¡así... no te querrán!

Lee todo en: Rima LIII - Poemas de Gustavo Adolfo Bécquer http://www.poemas-del-alma.com/rima-liii.htm#ixzz32XxscF4bVolverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.

Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
¡esas... no volverán!.

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.

Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
¡esas... no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.

Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido...; desengáñate,
¡así... no te querrán!*

― Gustavo Adolfo Bécquer
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
        jugando llamarán.

  Pero aquellas que el  vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
        ¡esas... no volverán!

  Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
        sus flores se abrirán.

  Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
        ¡esas... no volverán!

  Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
        tal vez despertará.

  Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido...; desengáñate,
        ¡así... no te querrán!
Daniii 7d
No le guardes rencor a quien te rompió,
quizá él mismo venía hecho pedazos.
Las personas no siempre hieren por maldad,
a veces lo hacen porque no saben amar despacio.

No le guardes rencor a quien no te escuchó,
tal vez su mente era un campo de guerra.
Hay quienes apenas oyen su propio dolor,
¿cómo iban a oírte si viven en guerra interna?

No le guardes rencor al que te olvidó,
el olvido no siempre es falta de amor…
a veces es defensa, a veces es huida,
a veces es miedo de ver que todavía estás viva.

No le guardes rencor al que fue cobarde,
no todos aprendieron a enfrentar sus tormentas.
Algunos solo saben esconderse detrás
de una sonrisa rota y promesas muertas.

No le guardes rencor a quien te juzgó,
tal vez se juzgaba a sí mismo en secreto.
Quien lanza piedras sin conocerte
suele tener miedo de mirar su propio reflejo.

Y si te mintieron, si te traicionaron,
si usaron tu bondad como si no valiera,
míralos… no con rabia, sino con compasión:
las almas vacías solo saben robar lo que no generan.

No le guardes rencor a quien te traicionó.
Recuerda: el veneno no te lo bebes tú.
Perdonar no es olvidar lo que pasó,
es liberarte de lo que ya no tiene luz.

El rencor es como beber fuego
esperando que otro se queme.
Y tú, alma libre, tú no fuiste hecho para arder,
sino para sanar, para renacer, para crecer.

Perdona… no por ellos.
Hazlo por ti.
Por tu alma que merece ser liviana.
Por tu corazón, que nació para amar sin cadenas.
Por el futuro que espera sin mochilas de odio,
por la paz que mereces cuando cae la noche,
por la sonrisa que viene después de tantas lágrimas.

Que la vida siga,
que la herida cierre,
que el alma vuele.

No le guardes rencor…
Guarda poesía.
Guarda fuerza.
Guarda verdad.
Y sigue siendo tú.


Derechos de autor ©️

~Daniii

— The End —