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Sergio Lira Mar 2019
Llamé a la puerta del corazón, porque a quien el corazón deseaba
Vino, "¿quién llama?" Dije, "¡esclavo del corazón!"
Los brillantes rayos del amor brillaban a través de la grieta de la puerta
Sobre los transeúntes y encendían ese ***** profundo
Ola tras ola de encantadores rayos, mi corazón estaba sobrecargado
En comparación con esta luz brillante, la luna y el sol quedaron pálidos
Si la mente toma el mando, la esclavitud del corazón dará la orden
Pondrá una correa en la mente y en todo, y la sostendrá en su mano.
Esta emoción en el mundo, sirve solo para agitar
Y liberar cada cadena, con este gozoso estado de plenitud.
Su cuerpo emite luz, entronizado sobre el asiento del poderío
Del alma en su puerta se sienta encantada y lee mucho en esa vista
Él no es un mendicante, el  que habla poco pero dice mucho
Reflexiona sobre las reflexiones, ve todo lo que es mientras que mira "nada".
Todos los que han probado este vino se ven obligados a caminar en esta línea
Cada una de las nueve estrellas, con el diseño del corazón alineado.
De Tabriz, uno como Shams, llega para los buscadores del divino
Sustento en la viña del amor, el jardinero de la vid de tu alma.

                                      Rumi-Divan-e Shams

Tomado de la magnífica traducción al inglés de Shahriar Shahriari
Vancouver, Canada July 20, 1998
Sergio Lira Jan 2019
Cada respiración es una canción de amor
De izquierda a derecha, nos rebasa
Regresaremos al mundo del más allá.
A tal destino nadie puede desafiar.

Venimos de los cielos
Ahí fraternizamos con los Ángeles
Al mismo lugar nos elevaremos
A esa ciudad, pasando los siete cielos.

Estamos por encima de los cielos
y trascendemos a los ángeles
¿Por qué deberíamos transigir?
La Casa de las Canciones es nuestro destino.

Vivamos con buena Fortuna
El destino es contradictorio,
Alegres a nuestras vidas demos
La victoria del orgullo mundano.

El dulce aroma de esta brisa
Brota del rizo de ese cabello
Radiante fantasía sobre sus rodillas
Sobre de esa cara gustoso se fija.

Las personas son como los dementes
Nacen del mar del alma
Manténgase a flote muchas lunas
Al mar, el demente, controla.

Desde ese mar llegó la ola
Mientras el barco tomaba forma
Del naufragio nadie podría salvarse
Volviendo al mar por esa tormenta.

Lo que parecía malo, era la gracia
la amabilidad estaba en la ira de la ola
El amanecer de la conciencia aparece
Iluminando ese camino divino.

Desde Tabriz comenzó a brillar
La Luz de la Verdad, me llama
Tu luz que siendo la Distinta Luz
Divina, no obstante, conecta todo.

Rumi-Divan-e Shams

Tomado de la magnífica traducción al inglés de Shahriar Shahriari
Vancouver, Canada July 20, 1998

— The End —