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Ete  Sep 2011
La Mente
Ete Sep 2011
El sufrimiento existe porque existen las mentiras.

Donde existen las mentiras?
En tu mente.

Las mentiras solo pueden existir en la mente,
porque todo lo que no existe en la mente,
es verdad.

La mente es futuro y pasado.

Cuando no hay mente,
solamente hay,
el presente.

El presente ES la realidad.

La gente no vive en la realidad,
porque la gente vive,
en la mente.

La mente es una realidad virtual.
Porque el trabajo de la mente es darte una realidad virtual.
Esa es nuestra arma.

El ser humano con la ayuda de la mente tiene la capacidad de hacer cosas que el resto de la naturaleza no puede hacer.

Pero,
la gente humana es esclava de la mente.

La gente humana no vive en el presente.
Porque sus mentes estan tan ocupadas,
TAN ocupadas...

A todo minuto esta esa voz de la mente diciendote: Que tienes que hacer --- que se te a olvidado---que tienes por terminar.

La mente no te deja vivir en el presente.

La mente a tomado control de ti,
y,
si tu no empiezas a tomar control de tu mente,
a medida de que vas creciendo,
a medida de que tus anos van pasando,
sera mas difícil de tomar control.

No todo el mundo va a lograr obtener su libertad.
Porque hay gente que ya a puesto tanta fe en sus creencias que han acumulado tanto miedo.

Piensan y creen tantas mentiras que le tienen miedo a sus propias mentiras.

Ellos creen en algo y creen que para que ellos sean felices,
para que ellos llegen a vivir en paz,
sea durante vida o despues de vida,
tienen que seguir luchando en el nombre de sus creencias.

Lo que la gente no sabe,
es que la mente vive en el pasado y en el futuro.

La mente siempre hablara de algo que tiene que pasar--- de algo que a pasado--- de algo que pasara.

Pero la mente no habla de el presente, de este momento.
NO PUEDE.

Entonces,
la gente vive su vida esperando...
ESPERANDO.

La gente espera a que ese momento de alegria eterna les llegue.

Pero,
como estan tan atrapados en su mente,
como estan tan poseados por su mente,
por sus creencias,
totalmente rechasan el presente.

Creen que vivir en el presente es una perdida de tiempo.
Creen que tienen que a toda hora estar haciendo algo.

El hacer nada para ellos, para la mente, significa : perdida de tiempo.

Entonces,
que hacen?
Siempre estan haciendo algo.
Siempre estan enfocados en obtener,
en ganar,
en LLEGAR.

Quieren llegar a la felicidad.
Quieren llegar a la paz,
a el amor,
a la verdad,
Pero estan siendo totalmente manipulados por la mentira de que la felicidad la van a obtener en algun futuro.

Totalmente separados de este momento,
de el presente.

Totalmente pre-ocupados.

La felicidad,
la paz,
el amor,
la verdad,
alegria,
SOLO se pueden experimentar en este momento.

Y este momento se vive totalmente cuando la mente esta en silencio.

Porque,
cuando la mente esta hablando,
te esta hablando o de el pasado o de el futuro,
NO de este momento.

Entonces,
para poder ser feliz,
alegre,
lleno de vida,
en paz,
lleno de amor,
la gente tiene que aprender a poner, mantener, la mente en silencio.

Y la unica forma de que la mente llege a su estado de silencio es :  OBSERVARLA .
Elena Ramos Apr 2015
Elena Ramos


Aquí todo en mi mente da vueltas, nada es estable, no hay un objeto al cual pueda ver directo y guiarme para no caer. Para mí no sirve el simple hecho de tenerlo todo para ser feliz, ni el dinero, ni una familia reconocida en todo Miami y el resto del país. Me llamo Gimena Rodríguez, mis papas son de Honduras pero emigraron a los Estados Unidos cuando mi hermano mayor Roberto tenía apenas diez años en ese entonces yo tenía ocho horribles y apestosos años, era muy fea, mi mama siempre me ponía dos ganchitos en la frente para quitarme el pelo de la cara; bote todas las fotos que dejaban evidencia de ese abuso hacia el estilo y la dignidad de una niña pequeña.  

He buscado en la internet el significado de mi nombre, porque ni yo sé que soy. Hay unos sitios bien raros que dicen que soy de las que necesita ser apoyada por los demás, algo que no es cierto, pero he topado con un sitio que dice que soy de pensamiento firme, ágil y con capacidad analítica. Y por cierto mi número de la suerte dice ser el número cuatro, puede tener algo de sentido ya que el 4 de noviembre es mi cumpleaños, o que casualmente mis papas estén de aniversario el mismo día. Suelo ser de esas chicas que todo el mundo conoce o dice saber conocerme, por el simple hecho de tener una familia la cual, toda América conoce. Mi papa heredo el negocio de mi abuelo, (por lo general el abuelo o como yo lo llamaba Yeyo, era el único que me entendía hasta llegue a prometerle que seguiría los pasos de la familia y seguir el negocio) una empresa que distribuye muebles, ya sean sofás como camas y cosas así. La compañía se llama DecoArte, había empezado en 1934 con mi bisabuelo Arturo, que luego paso a ser mi mi Yeyo y ahora de mi padre (solo espero que Roberto pelee por su lugar en la compañía y decida quedarse todo para él, así no tendría que seguir en este negocio, porque realmente no me gusta). He decidido que quiero ir a Los Angeles y estudiar Fashion Management & Marketing, en la Universidad de Argosy. He aplicado a varias universidades y aun espero respuesta, seria decepcionante no ser aceptada en ninguna y entonces tendría que trabajar en DecoArte toda mi vida. Todos los días son decepcionantes, siempre es lo mismo, mi casa parece un lugar solitario. Roberto tiene su propio apartamento, todos los días sube fotos a su cuenta de Instagram haciendo fiestas, las cuales son mencionadas como las mejores. Fraternidades de muchas universidades terminan ahí, los vagabundos igual, y así todo Miami. Sería bueno si por lo menos me invitara a una de sus “reuniones”, como el las suele llamar cuando estamos frente a nuestros padres. No me veo pequeña, tengo diez y siete años y el próximo año me graduare de Miami Beach High School. Muchos me preguntan si realmente tengo la edad que les digo tener, nadie me cree, muchos dicen que me veo mucho mayor, algo que para mí no está mal. En mi cuenta de twitter me he fijado que Roberto dará una fiesta, tal vez pueda decir que voy a ver una película y me voy un rato a su casa, solo espero que mi propio hermano no me eche de la casa. En mi tiempo libre, después de clases, suelo agarra mi computadora portátil y abrir Word, y escribir todo el día. Hace poco subí gratis un libro de poemas de dicados a la gente que no sabe qué hacer con su vida. He tenido buenas respuestas, inclusive en mi blog recibo visitas y buenos comentarios a montones. Existen dos mundos parami, la realidad y el mundo que creo con los libros y la escritura. Cada libro que leo me envuelve en un sentimiento que hace que imagine estar en el libro. Al escribir siento que mis ideas fluyen y que soy yo honestamente, sin censura, sin miedo a expresarme. En este momento estoy escribiendo una historia ficticia de esta joven que desea encontrar el amor, ya que casi lo encontraba pero el murió. Por su falta de confianza no es capaz de hablar con ningún muchacho. Esta es la introducción del libro:
               Para amar hay un tiempo límite, o por lo menos para mí sí. Si tienes una enfermedad terminal, es muy probable que ese amor nunca llegue. Desearía tener por lo menos un romance que dure poco o hasta cuando yo siga viva. Mi vida se complica cada vez más, el único hombre que veo seguido es mi médico el doctor Collins, está casado y tiene una hermosa hija. En el hospital veo morir a diario personas de las cuales me hice amiga. Aun no olvido su rostro, su pálida cara, que me reía aun a pesar de tener peores condiciones de vida que yo. Se llamaba Mark, tenía doce años cuando lo conocí, y diez y siete cuando lo vi por última vez. Cada año lo volvía diferente, siempre había un problema más o algo en su cuerpo había cambiado por  completo. Lo conocí cuando yo tenía once años, llegue a emergencias esa noche, mi mente giraba, era más verde como la pared que trigueña. Gracias a dios detectaron mi cáncer con tiempo. Pero esa noche ahí estaba el, sentado en una camilla, me pareció muy guapo desde el primer instante en que nuestros ojos se cruzaron. Mientras mi mama hablaba con la enfermera afuera, yo estuve acostada, mirándolo y luego mirando el techo. No sabía que sucedía conmigo, solo sabía que  me sentía a morir. No llore porque él estaba ahí, a dos camillas de la mía. Sabía que me observaba aunque lo disimulaba muy bien. Entraron mi mama y varias enfermeras y un doctor,  después de un rato sacaron mi camilla y me llevaban a otro lugar. Deje a ese muchacho solo en ese espantoso cuarto, solo, y seguramente con dolor en alguna parte. Desperté el día siguiente en un cuarto, había dos camas más  pero al parecer solo yo ocupaba y llenaba aquella gran habitación. Me di cuenta que mi mama y mi papa estaban dormidos, me sorprendió ver a papa faltar al trabajo. No estoy muy segura, pero anoche tuve uno de los mejores sueños más reales que he tenido en mi vida. Soñé con el muchacho de la sala de emergencia. Vi su hermoso pelo, dorado que caía sobre sus orejas, sus perfectos ojos, que no se distinguían si eran grises o verdes. Tenía una camiseta roja, parecía el tipo de adolescente que se intoxica con algo y termina aquí. Definitivamente desearía poder volverlo a ver por lo menos un instante, para poder recordar mejor esa mirada y su hermosa sonrisa.  No hice ruido y me levante buscando un baño, estaba bien, solo algo cansada, y molesta por esa horrenda bata que llevaba puesta, ya que no tenía nada abajo. Hice ruido al levantarme ya que presione uno de los botones que levanta la camilla. Mi padre Augusto, se levantó en un abrir y cerrar de ojos del sofá donde dormía para ir en mi auxilio. –Papa estoy bien-,-No te creo, a dónde vas?-,-solo busco un baño, necesito ir ahorita-. La cara de papa estaba muy diferente, hoy no tenía esa mirada de las mañanas que me decían que todo estaba bien, que la economía estaba por las nubes, o que sasha mi perrita no le causaba alergia cuando todos sabíamos que sí. Me detuve a observarlo, sabía que algo le ocurría,  tal vez fue despedido, o tuvo una seria pelea con mi madre, algo que creo lógico, ya que Paty se pone muy insolente cuando tiene discusiones con papa. –qué ocurre?- le pregunte, tocándole la cara muy delicadamente, tratando de leer su mente o entenderlo-cariño, hay cosas de las cuales tenemos que hablar- al decir esto mi padre, supe que no era nada bueno, porque en ese mismo instante se puso a llorar, por un motivo yo hice lo mismo con él. Mi madre se despertó por el ruido.-Mary, el cáncer no te va a matar, te juro que te van a curar, te lo prometo hija pero por favor no llores-. Mi padre la observo fijamente a los ojos. Fue un golpe muy duro el que recibí, darme cuenta que tenía cáncer y de esta manera. Simplemente, busque la puerta y Salí corriendo, lo más rápido posible, segundos después me di la vuelta y vi que ya no sabía en qué parte del hospital me encontraba. –Mary!-se escuchaba en el fondo. Era mi mama que locamente me buscaba. Me imagino lo mal que se ha de sentir en este momento, pero no lo puedo creer aun, pero tengo cáncer…logre salir de esa situación, ya no estaba corriendo por los pasillos, estaba en un cuarto. –Hola- me di la vuelta y lo vi a él, creí no volver a ver esos ojos, pero si.-hola-creo que nunca estuve tan nerviosa en mi vida. Busque la forma en que la camilla cubriera mi bata, estaba descalza y muy despeinada, pero aun ocupaba ir a un baño. Al fondo vi una puerta, había un baño,-Perdón, pero me puedes prestar tu baño-, él se rio enseguida-si no hay problema, además no es mío es del hospital-. Fui caminando muy rápido, y me encerré, luego, me lave las manos, me enjuague la boca, lave mi cara, y Salí.-me llamo Mary- extendí mi mano hacia la suya.-un gusto Mary, soy Gabriel-. Nombre perfecto para un ángel, el cual él se parecía mucho. Sentía mi corazón palpitando mucho, en un instante sentía que me desmayaba y era enserio, no era por las mariposas ni nada por el estilo, realmente me sentía mal. Gabriel tomo mi mano, me ayudo a sentarme y enseguida llamo a una enfermera. Al rato todos estaban en la habitación, incluso mis papas. –Mary!!—mama estoy bien-.la enfermera me acostó en la camilla de Gabriel, y me tomo la presión, al segundo llego otra enfermera a sacarme sangre. Papa me tomo de la cintura, y me guiaban para ir a mi habitación. Estoy en este momento entrando en un túnel donde sentía que nunca llegaría a casa, pensaba en todas las cosas que hice antes por diversión, pero ahora vivo una pesadilla, que espero que sea simplemente eso, y despertar termine con ella. No pude decirle adiós a Gabriel, pero ya sabia que su numero era treinta y seis, y la mia era la sesenta y dos. Había un brillo que trataba de iluminar mi vida, mi cerebro, había tanta oscuridad, tanta tristeza oculta, cuando la gente que yo amo se de cuente de lo que tengo y en lo que me convertiré tendre miedo de su miedo. He visto tantas películas de esas en las que alguien tiene cáncer o una enfermedad terminal, tengo miedo de no querer luchar por mi vida, miedo a no querer salir de esa comodidad en mi mente y querer rendirme. Tengo solo pocos momentos en mi vida, que valen la pena ser contados. Qué tal si no lleguen mas momentos asi y muera sin haber vivido mi vida. He viajado mucho para que termine asi. Mi mente viaja por lugares muy profundos de mi alma, siento eterna la llegada  a mi habitación. Solo escucho bulla de afuera, tanta que no se en cual enfocarme. Mis papas respetan mi silencio, saben que quiero aclarar mejor las cosas pero que tal si no quiero saberlo y seguir así, viajando por la vida solo por viajar sin rumbo, porque la verdad asi me siento. –mary quieres desayunar, el doctor dice que no tienes dieta-. –Si mam, -dije para romper el silencio de aquella blanca habitación. Tengo una terraza, con hermosas flores, no tengo nada que perder ni ganar ahora, solo disfrutar de su belleza y el canto de los pájaros, es hermosa; la única que no me altera, la única que no se siente como bulla. –pero, creo que todos necesitamos una ducha—si, papa, pero no tengo ropa-.Mama ira a la casa y yo a comprar el desayuno, y tu te quedaras aqui con la enfermera mientra te terminan de revisar-. No  soportaba la idea de que tuvieran que sacarme sangre o que alguien estuviera tan cerca de mi, como esta enfermera. Mis papas salieron de la habitacion, y tuve el descaro de preguntarle en el oído a una de las enfermeras, de quien era Gabriel.-te gusta verdad?-,-no!, simplemente tengo curiosidad-.y ahí empezó la historia mas fasinante e interesante que había escuchacho antes.- Se llama Gabriel Cole y tiene doce años, su mama, no sabemos nada de ella. Vino hace seis meses y desde entonces vive aquí, su papa es Señor Cole,no pudo soportar verlo enfermo entonces pago para que viviera aquí, y se fue. Viene a visitarlo una vez a la semana pero tiene dos semanas sin venir.es un buen muchacho, no le vendría mal una amiga, ahora que no tiene a nadie-.no  puedo creer que su familia lo haya abandonado. No me imagino vivir sin mi mama o sin mi papa, seria horrible.-Bueno he terminado contigo, el doctor Collins vendrá en un rato, descansa-. Salieron por la puerta dejándome sola.
Prohemium.

But al to litel, weylaway the whyle,
Lasteth swich Ioye, y-thonked be Fortune!
That semeth trewest, whan she wol bygyle,
And can to foles so hir song entune,
That she hem hent and blent, traytour comune;  
And whan a wight is from hir wheel y-throwe,
Than laugheth she, and maketh him the mowe.

From Troilus she gan hir brighte face
Awey to wrythe, and took of him non hede,
But caste him clene out of his lady grace,  
And on hir wheel she sette up Diomede;
For which right now myn herte ginneth blede,
And now my penne, allas! With which I wryte,
Quaketh for drede of that I moot endyte.

For how Criseyde Troilus forsook,  
Or at the leste, how that she was unkinde,
Mot hennes-forth ben matere of my book,
As wryten folk through which it is in minde.
Allas! That they sholde ever cause finde
To speke hir harm; and if they on hir lye,  
Y-wis, hem-self sholde han the vilanye.

O ye Herines, Nightes doughtren three,
That endelees compleynen ever in pyne,
Megera, Alete, and eek Thesiphone;
Thou cruel Mars eek, fader to Quiryne,  
This ilke ferthe book me helpeth fyne,
So that the los of lyf and love y-fere
Of Troilus be fully shewed here.

Explicit prohemium.

Incipit Quartus Liber.

Ligginge in ost, as I have seyd er this,
The Grekes stronge, aboute Troye toun,  
Bifel that, whan that Phebus shyning is
Up-on the brest of Hercules Lyoun,
That Ector, with ful many a bold baroun,
Caste on a day with Grekes for to fighte,
As he was wont to greve hem what he mighte.  

Not I how longe or short it was bitwene
This purpos and that day they fighte mente;
But on a day wel armed, bright and shene,
Ector, and many a worthy wight out wente,
With spere in hond and bigge bowes bente;  
And in the herd, with-oute lenger lette,
Hir fomen in the feld anoon hem mette.

The longe day, with speres sharpe y-grounde,
With arwes, dartes, swerdes, maces felle,
They fighte and bringen hors and man to grounde,  
And with hir axes out the braynes quelle.
But in the laste shour, sooth for to telle,
The folk of Troye hem-selven so misledden,
That with the worse at night homward they fledden.

At whiche day was taken Antenor,  
Maugre Polydamas or Monesteo,
Santippe, Sarpedon, Polynestor,
Polyte, or eek the Troian daun Ripheo,
And othere lasse folk, as Phebuseo.
So that, for harm, that day the folk of Troye  
Dredden to lese a greet part of hir Ioye.

Of Pryamus was yeve, at Greek requeste,
A tyme of trewe, and tho they gonnen trete,
Hir prisoneres to chaungen, moste and leste,
And for the surplus yeven sommes grete.  
This thing anoon was couth in every strete,
Bothe in thassege, in toune, and every-where,
And with the firste it cam to Calkas ere.

Whan Calkas knew this tretis sholde holde,
In consistorie, among the Grekes, sone  
He gan in thringe forth, with lordes olde,
And sette him there-as he was wont to done;
And with a chaunged face hem bad a bone,
For love of god, to don that reverence,
To stinte noyse, and yeve him audience.  

Thanne seyde he thus, 'Lo! Lordes myne, I was
Troian, as it is knowen out of drede;
And, if that yow remembre, I am Calkas,
That alderfirst yaf comfort to your nede,
And tolde wel how that ye sholden spede.  
For dredelees, thorugh yow, shal, in a stounde,
Ben Troye y-brend, and beten doun to grounde.

'And in what forme, or in what maner wyse
This town to shende, and al your lust to acheve,
Ye han er this wel herd it me devyse;  
This knowe ye, my lordes, as I leve.
And for the Grekes weren me so leve,
I com my-self in my propre persone,
To teche in this how yow was best to done;

'Havinge un-to my tresour ne my rente  
Right no resport, to respect of your ese.
Thus al my good I loste and to yow wente,
Wening in this you, lordes, for to plese.
But al that los ne doth me no disese.
I vouche-sauf, as wisly have I Ioye,  
For you to lese al that I have in Troye,

'Save of a doughter, that I lafte, allas!
Slepinge at hoom, whanne out of Troye I sterte.
O sterne, O cruel fader that I was!
How mighte I have in that so hard an herte?  
Allas! I ne hadde y-brought hir in hir sherte!
For sorwe of which I wol not live to morwe,
But-if ye lordes rewe up-on my sorwe.

'For, by that cause I say no tyme er now
Hir to delivere, I holden have my pees;  
But now or never, if that it lyke yow,
I may hir have right sone, doutelees.
O help and grace! Amonges al this prees,
Rewe on this olde caitif in destresse,
Sin I through yow have al this hevinesse!  

'Ye have now caught and fetered in prisoun
Troians y-nowe; and if your willes be,
My child with oon may have redempcioun.
Now for the love of god and of bountee,
Oon of so fele, allas! So yeve him me.  
What nede were it this preyere for to werne,
Sin ye shul bothe han folk and toun as yerne?

'On peril of my lyf, I shal nat lye,
Appollo hath me told it feithfully;
I have eek founde it be astronomye,  
By sort, and by augurie eek trewely,
And dar wel seye, the tyme is faste by,
That fyr and flaumbe on al the toun shal sprede;
And thus shal Troye turne to asshen dede.

'For certeyn, Phebus and Neptunus bothe,  
That makeden the walles of the toun,
Ben with the folk of Troye alwey so wrothe,
That thei wol bringe it to confusioun,
Right in despyt of king Lameadoun.
By-cause he nolde payen hem hir hyre,  
The toun of Troye shal ben set on-fyre.'

Telling his tale alwey, this olde greye,
Humble in speche, and in his lokinge eke,
The salte teres from his eyen tweye
Ful faste ronnen doun by eyther cheke.  
So longe he gan of socour hem by-seke
That, for to hele him of his sorwes sore,
They yave him Antenor, with-oute more.

But who was glad y-nough but Calkas tho?
And of this thing ful sone his nedes leyde  
On hem that sholden for the tretis go,
And hem for Antenor ful ofte preyde
To bringen hoom king Toas and Criseyde;
And whan Pryam his save-garde sente,
Thembassadours to Troye streyght they wente.  

The cause y-told of hir cominge, the olde
Pryam the king ful sone in general
Let here-upon his parlement to holde,
Of which the effect rehersen yow I shal.
Thembassadours ben answered for fynal,  
Theschaunge of prisoners and al this nede
Hem lyketh wel, and forth in they procede.

This Troilus was present in the place,
Whan axed was for Antenor Criseyde,
For which ful sone chaungen gan his face,  
As he that with tho wordes wel neigh deyde.
But nathelees, he no word to it seyde,
Lest men sholde his affeccioun espye;
With mannes herte he gan his sorwes drye.

And ful of anguissh and of grisly drede  
Abood what lordes wolde un-to it seye;
And if they wolde graunte, as god forbede,
Theschaunge of hir, than thoughte he thinges tweye,
First, how to save hir honour, and what weye
He mighte best theschaunge of hir withstonde;  
Ful faste he caste how al this mighte stonde.

Love him made al prest to doon hir byde,
And rather dye than she sholde go;
But resoun seyde him, on that other syde,
'With-oute assent of hir ne do not so,  
Lest for thy werk she wolde be thy fo,
And seyn, that thorugh thy medling is y-blowe
Your bother love, there it was erst unknowe.'

For which he gan deliberen, for the beste,
That though the lordes wolde that she wente,  
He wolde lat hem graunte what hem leste,
And telle his lady first what that they mente.
And whan that she had seyd him hir entente,
Ther-after wolde he werken also blyve,
Though al the world ayein it wolde stryve.  

Ector, which that wel the Grekes herde,
For Antenor how they wolde han Criseyde,
Gan it withstonde, and sobrely answerde: --
'Sires, she nis no prisoner,' he seyde;
'I noot on yow who that this charge leyde,  
But, on my part, ye may eft-sone hem telle,
We usen here no wommen for to selle.'

The noyse of peple up-stirte thanne at ones,
As breme as blase of straw y-set on fyre;
For infortune it wolde, for the nones,  
They sholden hir confusioun desyre.
'Ector,' quod they, 'what goost may yow enspyre
This womman thus to shilde and doon us lese
Daun Antenor? -- a wrong wey now ye chese --

'That is so wys, and eek so bold baroun,  
And we han nede to folk, as men may see;
He is eek oon, the grettest of this toun;
O Ector, lat tho fantasyes be!
O king Priam,' quod they, 'thus seggen we,
That al our voys is to for-gon Criseyde;'  
And to deliveren Antenor they preyde.

O Iuvenal, lord! Trewe is thy sentence,
That litel witen folk what is to yerne
That they ne finde in hir desyr offence;
For cloud of errour let hem not descerne  
What best is; and lo, here ensample as yerne.
This folk desiren now deliveraunce
Of Antenor, that broughte hem to mischaunce!

For he was after traytour to the toun
Of Troye; allas! They quitte him out to rathe;  
O nyce world, lo, thy discrecioun!
Criseyde, which that never dide hem skathe,
Shal now no lenger in hir blisse bathe;
But Antenor, he shal com hoom to toune,
And she shal out; thus seyden here and howne.  

For which delibered was by parlement
For Antenor to yelden out Criseyde,
And it pronounced by the president,
Al-theigh that Ector 'nay' ful ofte preyde.
And fynaly, what wight that it with-seyde,  
It was for nought, it moste been, and sholde;
For substaunce of the parlement it wolde.

Departed out of parlement echone,
This Troilus, with-oute wordes mo,
Un-to his chaumbre spedde him faste allone,  
But-if it were a man of his or two,
The whiche he bad out faste for to go,
By-cause he wolde slepen, as he seyde,
And hastely up-on his bed him leyde.

And as in winter leves been biraft,  
Eche after other, til the tree be bare,
So that ther nis but bark and braunche y-laft,
Lyth Troilus, biraft of ech wel-fare,
Y-bounden in the blake bark of care,
Disposed wood out of his wit to breyde,  
So sore him sat the chaunginge of Criseyde.

He rist him up, and every dore he shette
And windowe eek, and tho this sorweful man
Up-on his beddes syde a-doun him sette,
Ful lyk a deed image pale and wan;  
And in his brest the heped wo bigan
Out-breste, and he to werken in this wyse
In his woodnesse, as I shal yow devyse.

Right as the wilde bole biginneth springe
Now here, now there, y-darted to the herte,  
And of his deeth roreth in compleyninge,
Right so gan he aboute the chaumbre sterte,
Smyting his brest ay with his festes smerte;
His heed to the wal, his body to the grounde
Ful ofte he swapte, him-selven to confounde.  

His eyen two, for pitee of his herte,
Out stremeden as swifte welles tweye;
The heighe sobbes of his sorwes smerte
His speche him refte, unnethes mighte he seye,
'O deeth, allas! Why niltow do me deye?  
A-cursed be the day which that nature
Shoop me to ben a lyves creature!'

But after, whan the furie and the rage
Which that his herte twiste and faste threste,
By lengthe of tyme somwhat gan asswage,  
Up-on his bed he leyde him doun to reste;
But tho bigonne his teres more out-breste,
That wonder is, the body may suffyse
To half this wo, which that I yow devyse.

Than seyde he thus, 'Fortune! Allas the whyle!  
What have I doon, what have I thus a-gilt?
How mightestow for reuthe me bigyle?
Is ther no grace, and shal I thus be spilt?
Shal thus Criseyde awey, for that thou wilt?
Allas! How maystow in thyn herte finde  
To been to me thus cruel and unkinde?

'Have I thee nought honoured al my lyve,
As thou wel wost, above the goddes alle?
Why wiltow me fro Ioye thus depryve?
O Troilus, what may men now thee calle  
But wrecche of wrecches, out of honour falle
In-to miserie, in which I wol biwayle
Criseyde, allas! Til that the breeth me fayle?

'Allas, Fortune! If that my lyf in Ioye
Displesed hadde un-to thy foule envye,  
Why ne haddestow my fader, king of Troye,
By-raft the lyf, or doon my bretheren dye,
Or slayn my-self, that thus compleyne and crye,
I, combre-world, that may of no-thing serve,
But ever dye, and never fully sterve?  

'If that Criseyde allone were me laft,
Nought roughte I whider thou woldest me stere;
And hir, allas! Than hastow me biraft.
But ever-more, lo! This is thy manere,
To reve a wight that most is to him dere,  
To preve in that thy gerful violence.
Thus am I lost, ther helpeth no defence!

'O verray lord of love, O god, allas!
That knowest best myn herte and al my thought,
What shal my sorwful lyf don in this cas  
If I for-go that I so dere have bought?
Sin ye Cryseyde and me han fully brought
In-to your grace, and bothe our hertes seled,
How may ye suffre, allas! It be repeled?

'What I may doon, I shal, whyl I may dure  
On lyve in torment and in cruel peyne,
This infortune or this disaventure,
Allone as I was born, y-wis, compleyne;
Ne never wil I seen it shyne or reyne;
But ende I wil, as Edippe, in derknesse  
My sorwful lyf, and dyen in distresse.

'O wery goost, that errest to and fro,
Why niltow fleen out of the wofulleste
Body, that ever mighte on grounde go?
O soule, lurkinge in this wo, unneste,  
Flee forth out of myn herte, and lat it breste,
And folwe alwey Criseyde, thy lady dere;
Thy righte place is now no lenger here!

'O wofulle eyen two, sin your disport
Was al to seen Criseydes eyen brighte,  
What shal ye doon but, for my discomfort,
Stonden for nought, and wepen out your sighte?
Sin she is queynt, that wont was yow to lighte,
In veyn fro-this-forth have I eyen tweye
Y-formed, sin your vertue is a-weye.  

'O my Criseyde, O lady sovereyne
Of thilke woful soule that thus cryeth,
Who shal now yeven comfort to the peyne?
Allas, no wight; but when myn herte dyeth,
My spirit, which that so un-to yow hyeth,  
Receyve in gree, for that shal ay yow serve;
For-thy no fors is, though the body sterve.

'O ye loveres, that heighe upon the wheel
Ben set of Fortune, in good aventure,
God leve that ye finde ay love of steel,  
And longe mot your lyf in Ioye endure!
But whan ye comen by my sepulture,
Remembreth that your felawe resteth there;
For I lovede eek, though I unworthy were.

'O olde, unholsom, and mislyved man,  
Calkas I mene, allas! What eyleth thee
To been a Greek, sin thou art born Troian?
O Calkas, which that wilt my bane be,
In cursed tyme was thou born for me!
As wolde blisful Iove, for his Ioye,  
That I thee hadde, where I wolde, in Troye!'

A thousand sykes, hottere than the glede,
Out of his brest ech after other wente,
Medled with pleyntes newe, his wo to fede,
For which his woful teres never stente;  
And shortly, so his peynes him to-rente,
And wex so mat, that Ioye nor penaunce
He feleth noon, but lyth forth in a traunce.

Pandare, which that in the parlement
Hadde herd what every lord and burgeys seyde,  
And how ful graunted was, by oon assent,
For Antenor to yelden so Criseyde,
Gan wel neigh wood out of his wit to breyde,
So that, for wo, he niste what he mente;
But in a rees to Troilus he wente.  

A certeyn knight, that for the tyme kepte
The chaumbre-dore, un-dide it him anoon;
And Pandare, that ful tendreliche wepte,
In-to the derke chaumbre, as stille as stoon,
Toward the bed gan softely to goon,  
So confus, that he niste what to seye;
For verray wo his wit was neigh aweye.

And with his chere and loking al to-torn,
For sorwe of this, and with his armes folden,
He stood this woful Troilus biforn,  
And on his pitous face he gan biholden;
But lord, so often gan his herte colden,
Seing his freend in wo, whos hevinesse
His herte slow, as thoughte him, for distresse.

This woful wight, this Troilus, that felte  
His freend Pandare y-comen him to see,
Gan as the snow ayein the sonne melte,
For which this sorwful Pandare, of pitee,
Gan for to wepe as tendreliche as he;
And specheles thus been thise ilke tweye,  
That neyther mighte o word for sorwe seye.

But at the laste this woful Troilus,
Ney deed for smert, gan bresten out to rore,
And with a sorwful noyse he seyde thus,
Among his sobbes and his sykes sore,  
'Lo! Pandare, I am deed, with-oute
Golden Flower  Aug 2019
Mi Mente
Golden Flower Aug 2019
Me recuesto para tras, solo para pensar,
En el mundo que vivo,
En un mundo contigo,
Pienso en la luna llena,
Y todos los veses que me dio pena,
Los momentos en que yo me ríe,
Y los momentos en que lloré,
este vida que estoy viviendo tiene sus problemas y sus calmas,
Una cosa que si pienso mucho en es mi alma,
Pienso en todo los mundos a allá arriba,
Y en el dia que al fin los animales no sufren,
Y que todos las personas no pelean simplemente escuchen,
Pienso en un mundo magnífico y seguro,
Pienso en el idea que mis hijos y nietos tendrán una vida más completo que la mía,
Todo el tiempo ando pensando,
Mi mente nunca deja de pensar en todo,
Hay veces que me reprocho por pensar tanto,
Imagina como es a vivir con un mente tan vivida,
Nunca dejando de pensar en todo aunque es grande o pequeño,
Me recuesto para tras solo para pensar,
En los noches oscuras,
Y mi mente juega con diferentes figuras,
Mi mente es loca y llena de vida,
Y con todo mi pensamiento se estira,
Se estira hasta el punto que ya no tiene tanto poder,
Soy una complicada mujer.
Anyelo Montero Jun 2014
Tener mente de escritor es probablemente una de las más grandes maldiciones que se le puede concebir a una persona.

    Primero; comienzas a cuestionar todo a tu alrededor, no pierdes ni un detalle. Ya no es buscar a tu novia, que vive pasando la esquina. Es despertar; ver que el día está algo nublado. Pensar que las nubes grises te gustan y te causan paz y eso te causa cierta bohemia y te da ganas de escribir algo. Ya no es caminar; es andar. Andar viendo el suelo y pensar: "Mis pasos son lentos... a mi alrededor todo es taciturno. Las nubes, oh, dulces nubes. Dulces pero amargas formas que luego destruirán el cielo y mojaran la arena con su transparente sangre".

   Segundo; no es ver a tu novia esperando en su puerta; es: "Y ahí estaba ella... tan hermosa... tan delicada. Tan irreal que me causaba gozo sólo existir para poder verla a la vuelta de la esquina...".

   Ahora, imaginemos aplicar éste principio mórbido e involuntario a cada aspecto de la vida.
   Tener mente de escritor es probablemente una de las más grandes maldiciones que se le puede concebir a una persona.
Venus May 2015
Estoy en esa etapa de la vida donde no sé para que rumbo voy, ni siquiera se en que rumbo estoy. Me siento perdida en el mundo, en mi mente. Es una nube que ha aparecido estos últimos meses, cegando por completo mis sueños y mis metas. Me siento vacía. Nada me hace feliz y nada me hace triste. Siento que me encuentro en un desierto tratando de buscar la salida, pero no veo nada. No veo esperanza. Me gustaría ver a alguien con sus brazos abiertos y con una sonrisa diciendome "Todo va estar bien Pamela". Me gustaría creerle. Siempre he dicho que no le tengo miedo a nada. La realidad es que me estoy muriendo de terror. El amor, el futuro, la vida, son cosas que temo. Encuentro tan interesante el amor y esos sentimientos que aparecen por una persona, pero tan dañino. Entregarle tu corazon a alguien y no ser correspondido me mata de miedo. Es por eso que me alejo. Siempre me alejo. Me alejo cuando tengo miedo. Me alejo cuando me acerco a alguien. Me alejo al futuro y a mis sueños. No puedo ni llorar. Tal vez mis lagrimas temen salir y dejar ver que soy humano, tal vez ya no tengo lagrimas, tal vez mis sentimientos se han ido con mi mente.
Evelin G hoffman Nov 2013
Dime tu ,  como hago?
Hay en mi mente un lago
Un lago de pensamientos
Que el agua dirije ati...

A ti que ignoras esta corriente
De deseos que pasan por mi mente
Tantas ganas de sentirte
Tantas ganas de tenerte.

No poder tan siquierA verte
Te digo en verdad abrume mi mente
Quiero terminar con esta agonia
Es como una enfermedad que me mata dia a dia.

Solo dime , como hago?
Es que acaso neesito un mago?
Que le haga entender ami mente
Que mi corazon es un demente.

           11/12/13 EveGaby
A la luz de la tarde moribunda
Recorro el olvidado cementerio,
Y una dulce piedad mi pecho inunda
Al pensar de la muerte en el misterio.

Del occidente a las postreras luces
Mi errabunda mirada sólo advierte
Los toscos leños de torcidas cruces,
Despojos en la playa de la Muerte.

De madreselvas que el Abril enflora,
Cercado humilde en torno se levanta,
Donde vierte sus lágrimas la aurora,
Y donde el ave, por las tardes, canta.

Corre cerca un arroyo en hondo cauce
Que a trechos lama verdinegra viste,
Y de la orilla se levanta un sauce,
Cual de la Muerte centinela triste.

Y al oír el rumor en la maleza,
Mi mente inquiere, de la sombra esclava,
Si es rumor de la vida que ya empieza,
O rumor de la vida que se acaba.

«¿Muere todo?» me digo. En el instante
Alzarse veo de las verdes lomas,
Para perderse en el azul radiante,
Una blanca bandada de palomas.

Y del bardo sajón el hondo verso,
Verso consolador, mi oído hiere:
No hay muerte porque es vida el universo;
Los muertos no están muertos...  ¡Nada muere!
¡No hay muerte! ¡todo es vida!...
                                                     
El sol que ahora,
Por entre nubes de encendida grana
Va llegando al ocaso, ya es aurora
Para otros mundos, en región lejana.

Peregrina en la sombra, el alma yerra
Cuando un perdido bien llora en su duelo.
Los dones de los cielos a la tierra
No mueren... ¡Tornan de la tierra al cielo!
Si ya llegaron a la eterna vida
Los que a la sima del sepulcro ruedan,
Con júbilo cantemos su partida,
¡Y lloremos más bien por los que quedan!

Sus ojos vieron, en la tierra, cardos,
Y sangraron sus pies en los abrojos...
¡Ya los abrojos son fragantes nardos,
Y todo es fiesta y luz para sus ojos!

Su pan fue duro, y largo su camino,
Su dicha terrenal fue transitoria...
Si ya la muerte a libertarlos vino,
¿Porqué no alzarnos himnos de victoria?
La dulce faz en el hogar querida,
Que fue en las sombras cual polar estrella:
La dulce faz, ausente de la vida,
¡Ya sonríe más fúlgida y más bella!

La mano que posada en nuestra frente,
En horas de dolor fue blanda pluma,
Transfigurada, diáfana, fulgente,
Ya como rosa de Sarón perfuma.

Y los ojos queridos, siempre amados,
Que alegraron los páramos desiertos,
Aunque entre sombras los miréis cerrados,
¡Sabed que están para la luz abiertos!

Y el corazón que nos amó, santuario
De todos nuestros sueños terrenales,
Al surgir de la noche del osario,
Es ya vaso de aromas edenales.

Para la nave errante ya hay remanso;
Para la mente humana, un mundo abierto;
Para los pies heridos... ya hay descanso,
Y para el pobre náufrago... ya hay puerto.
No hay muerte, aunque se apague a nuestros ojos
Lo que dio a nuestra vida luz y encanto;
¡Todo es vida, aunque en míseros despojos
Caiga en raudal copioso nuestro llanto!

No hay muerte, aunque a la tumba a los que amamos
(La frente baja y de dolor cubiertos),
Llevemos a dormir... y aunque creamos
Que los muertos queridos están muertos.

Ni fue su adiós eterna despedida...
Como buscando un sol de primavera
Dejaron las tinieblas de la vida
Por nueva vida, en luminosa esfera.

Padre, madre y hermanos, de fatigas
En el mundo sufridos compañeros,
Grermen fuisteis ayer... ¡hoy sois espigas,
Espigas del Señor en los graneros!

Dejaron su terrena vestidura
Y ya lauro inmortal radia en sus frentes;
Y aunque partieron para excelsa altura,
Con nosotros están... no están ausentes!
Son luz para el humano pensamiento,
Rayo en la estrella y música en la brisa.
¿Canta el aura en las frondas?...  ¡Es su acento!
¿Una estrella miráis?...  ¡Es su sonrisa!

Por eso cuando en horas de amargura
El horizonte ennegrecido vemos,
Oímos como voces de dulzura
Pero de dónde vienen... ¡no sabemos!

¡Son ellos... cerca están!  Y aunque circuya
Luz eterna a sus almas donde moran
En el placer nuestra alegría es suya,
Y en el dolor, con nuestro llanto lloran.

A nuestro lado van.  Son luz y egida
De nuestros pasos débiles e inciertos
No hay muerte...  ¡Todo alienta, todo es vida!
¡Y los muertos queridos no están muertos!

Porque al caer el corazón inerte
Un mundo se abre de infinitas galas,
¡Y como eterno galardón, la Muerte
Cambia el sudario del sepulcro, en alas!
Carolina Flores Jul 2013
Mis pensamientos se volvieron lentos desde tu partida
tal vez sea mi propia mente intentando mantener tu recuerdo,
pero mi piel perdió tu perfume, mis labios ya no tienen rastros de tus besos
y ya no recuerdo el sentir de tus brazos, te has ido de mi cuerpo
pero te has quedado en mi mente y de ahí, no hay forma de que salgas.
Mente de caballos de carnaval, mente inparable siempre soñando de deseos inalcansables. Mundo de fantasia, mundo perfecto lo que siempre yo he pensado que es correcto. No hay preocupasiones porque no hay tiempo para ellas es una accion sin existencia. Para mi esto es mi ser muy despejado de la realidad pero vivo de el, reacciono differente tal vez muy creativo es complicado vivir en dos mundos y que uno sea elusivo. No prefiero el ireal aunque nadie me crea, siempre estoy en el espacio sin nave y sin esfuerzo. Pero esta mente no es un juego es dificil vivir en dos mundos cuando solo uno de ellos es importante. Pero en este carnaval no hay tal cosa como el descanso. Intento lo mejor pero mi mente me llama me atrae de diferentes maneras con las cosas que trama. Soluciones para problemas de una manera poca visible, y possibilidades de gran interes en mi vida constante. Yo lo decidi ase mucho en sacar tiempo para los dos sin el mundo elusivo no existiria "yo".
Piramidal, funesta de la tierra
nacida sombra, al cielo encaminaba
de vanos obeliscos ***** altiva,
escalar pretendiendo las estrellas;
si bien sus luces bellas
esemptas siempre, siempre rutilantes,
la tenebrosa guerra
que con negros vapores le intimaba
la vaporosa sombra fugitiva
burlaban tan distantes,
que su atezado ceño
al superior convexo aún no llegaba
del orbe de la diosa
que tres veces hermosa
con tres hermosos rostros ser ostenta;
quedando sólo dueño
del aire que empañaba
con el aliento denso que exhalaba.
Y en la quietud contenta
de impero silencioso,
sumisas sólo voces consentía
de las nocturnas aves
tan oscuras tan graves,
que aún el silencio no se interrumpía.
Con tardo vuelo, y canto, de él oído
mal, y aún peor del ánimo admitido,
la avergonzada Nictímene acecha
de las sagradas puertas los resquicios
o de las claraboyas eminentes
los huecos más propicios,
que capaz a su intento le abren la brecha,
y sacrílega llega a los lucientes
faroles sacros de perenne llama,
que extingue, sino inflama
en licor claro la materia crasa
consumiendo; que el árbol de Minerva
de su fruto, de prensas agravado,
congojoso sudó y rindió forzado.
Y aquellas que su casa
campo vieron volver, sus telas yerba,
a la deidad de Baco inobedientes
ya no historias contando diferentes,
en forma si afrentosa transformadas
segunda forman niebla,
ser vistas, aun temiendo en la tiniebla,
aves sin pluma aladas:
aquellas tres oficiosas, digo,
atrevidas hermanas,
que el tremendo castigo
de desnudas les dio pardas membranas
alas, tan mal dispuestas
que escarnio son aun de las más funestas:
éstas con el parlero
ministro de Plutón un tiempo, ahora
supersticioso indicio agorero,
solos la no canora
componían capilla pavorosa,
máximas negras, longas entonando
y pausas, más que voces, esperando
a la torpe mensura perezosa
de mayor proporción tal vez que el viento
con flemático echaba movimiento
de tan tardo compás, tan detenido,
que en medio se quedó tal vez dormido.
Este. pues, triste son intercadente
de la asombrosa turba temerosa,
menos a la atención solicitaba
que al suelo persuadía;
antes si, lentamente,
si su obtusa consonancia espaciosa
al sosiego inducía
y al reposo los miembros convidaba,
el silencio intimando a los vivientes,
uno y otro sellando labio obscuro
con indicante dedo, Harpócrates la noche silenciosa;
a cuyo, aunque no duro, si bien imperioso
precepto, todos fueron obedientes.
El viento sosegado, el can dormido:
éste yace, aquél quedo,
los átomos no mueve
con el susurro hacer temiendo leve,
aunque poco sacrílego ruido,
violador del silencio sosegado.
El mar, no ya alterado,
ni aún la instable mecía
cerúlea cuna donde el sol dormía;
y los dormidos siempre mudos peces,
en los lechos 1amosos
de sus obscuros senos cavernosos,
mudos eran dos veces.
Y entre ellos la engañosa encantadora
Almone, a los que antes
en peces transformó simples amantes,
transformada también vengaba ahora.
En los del monte senos escondidos
cóncavos de peñascos mal formados,
de su esperanza menos defendidos
que de su obscuridad asegurados,
cuya mansión sombría
ser puede noche en la mitad del día,
incógnita aún al cierto
montaraz pie del cazador experto,
depuesta la fiereza
de unos, y de otros el temor depuesto,
yacía el vulgo bruto,
a la naturaleza
el de su potestad vagando impuesto,
universal tributo.
Y el rey -que vigilancias afectaba-
aun con abiertos ojos no velaba.
El de sus mismos perros acosado,
monarca en otro tiempo esclarecido,
tímido ya venado,
con vigilante oído,
del sosegado ambiente,
al menor perceptible movimiento
que los átomos muda,
la oreja alterna aguda
y el leve rumor siente
que aun le altera dormido.
Y en 1a quietud del nido,
que de brozas y lodo instable hamaca
formó en la más opaca
parte del árbol, duerme recogida
la leve turba, descansando el viento
del que le corta alado movimiento.
De Júpiter el ave generosa
(como el fin reina) por no darse entera
al descanso, que vicio considera
si de preciso pasa, cuidadosa
de no incurrir de omisa en el exceso,
a un sólo pie librada fía el peso
y en otro guarda el cálculo pequeño,
despertador reloj del leve sueño,
porque si necesario fue admitido
no pueda dilatarse continuado,
antes interrumpido
del regio sea pastoral cuidado.
¡Oh de la majestad pensión gravosa,
que aun el menor descuido no perdona!
Causa quizá que ha hecho misteriosa,
circular denotando la corona
en círculo dorado,
que el afán es no menos continuado.
El sueño todo, en fin, lo poseía:
todo. en fin, el silencio lo ocupaba.
Aun el ladrón dormía:
aun el amante no se desvelaba:
el conticinio casi ya pasando
iba y la sombra dimidiaba, cuando
de las diurnas tareas fatigados
y no sólo oprimidos
del afán ponderosos
del corporal trabajo, más cansados
del deleite también; que también cansa
objeto continuado a 1os sentidos
aún siendo deleitoso;
que la naturaleza siempre alterna
ya una, ya otra balanza,
distribuyendo varios ejercicios,
ya al ocio, ya al trabajo destinados,
en el fiel infiel con que gobierna
la aparatosa máquina del mundo.
Así pues, del profundo
sueño dulce los miembros ocupados,
quedaron los sentidos
del que ejercicio tiene ordinario
trabajo, en fin, pero trabajo amado
-si hay amable trabajo-
si privados no, al menos suspendidos.
Y cediendo al retrato del contrario
de la vida que lentamente armado
cobarde embiste y vence perezoso
con armas soñolientas,
desde el cayado humilde al cetro altivo
sin que haya distintivo
que el sayal de la púrpura discierna;
pues su nivel, en todo poderoso,
gradúa por esemptas
a ningunas personas,
desde la de a quien tres forman coronas
soberana tiara
hasta la que pajiza vive choza;
desde la que el Danubio undoso dora,
a la que junco humilde, humilde mora;
y con siempre igual vara
(como, en efecto, imagen poderosa
de la muerte) Morfeo
el sayal mide igual con el brocado.
El alma, pues, suspensa
del exterior gobierno en que ocupada
en material empleo,
o bien o mal da el día por gastado,
solamente dispensa,
remota, si del todo separada
no, a los de muerte temporal opresos,
lánguidos miembros, sosegados huesos,
los gajes del calor vegetativo,
el cuerpo siendo, en sosegada calma,
un cadáver con alma,
muerto a la vida y a la muerte vivo,
de lo segundo dando tardas señas
el de reloj humano
vital volante que, sino con mano,
con arterial concierto, unas pequeñas
muestras, pulsando, manifiesta lento
de su bien regulado movimiento.
Este, pues, miembro rey y centro vivo
de espíritus vitales,
con su asociado respirante fuelle
pulmón, que imán del viento es atractivo,
que en movimientos nunca desiguales
o comprimiendo yo o ya dilatando
el musculoso, claro, arcaduz blando,
hace que en él resuelle
el que le circunscribe fresco ambiente
que impele ya caliente
y él venga su expulsión haciendo activo
pequeños robos al calor nativo,
algún tiempo llorados,
nunca recuperados,
si ahora no sentidos de su dueño,
que repetido no hay robo pequeño.
Estos, pues, de mayor, como ya digo,
excepción, uno y otro fiel testigo,
la vida aseguraban,
mientras con mudas voces impugnaban
la información, callados los sentidos
con no replicar sólo defendidos;
y la lengua, torpe, enmudecía,
con no poder hablar los desmentía;
y aquella del calor más competente
científica oficina
próvida de los miembros despensera,
que avara nunca v siempre diligente,
ni a la parte prefiere más vecina
ni olvida a la remota,
y, en ajustado natural cuadrante,
las cuantidades nota
que a cada cual tocarle considera,
del que alambicó quilo el incesante
calor en el manjar que medianero
piadoso entre él y el húmedo interpuso
su inocente substancia,
pagando por entero
la que ya piedad sea o ya arrogancia,
al contrario voraz necio la expuso
merecido castigo, aunque se excuse
al que en pendencia ajena se introduce.
Esta, pues, si no fragua de Vulcano,
templada hoguera del calor humano,
al cerebro enviaba
húmedos, mas tan claros los vapores
de los atemperados cuatro humores,
que con ellos no sólo empañaba
los simulacros que la estimativa
dio a la imaginativa,
y aquesta por custodia más segura
en forma ya más pura
entregó a la memoria que, oficiosa,
gravó tenaz y guarda cuidadosa
sino que daban a la fantasía
lugar de que formase
imágenes diversas y del modo
que en tersa superficie, que de faro
cristalino portento, asilo raro
fue en distancia longísima se veían,
(sin que ésta le estorbase)
del reino casi de Neptuno todo,
las que distantes le surcaban naves.
Viéndose claramente,
en su azogada luna,
el número, el tamaño y la fortuna
que en la instable campaña transparente
arriesgadas tenían,
mientras aguas y vientos dividían
sus velas leves y sus quillas graves,
así ella, sosegada, iba copiando
las imágenes todas de las cosas
y el pincel invisible iba formando
de mentales, sin luz, siempre vistosas
colores. las figuras,
no sólo ya de todas las criaturas
sublunares, mas aun también de aquellas
que intelectuales claras son estrellas
y en el modo posible
que concebirse puede lo invisible,
en sí mañosa las representaba
y al alma las mostraba.
La cual, en tanto, toda convertida
a su inmaterial ser y esencia bella,
aquella contemplaba,
participada de alto ser centella,
que con similitud en sí gozaba.
I juzgándose casi dividida
de aquella que impedida
siempre la tiene, corporal cadena
que grosera embaraza y torpe impide
el vuelo intelectual con que ya mide
la cuantidad inmensa de la esfera,
ya el curso considera
regular con que giran desiguales
los cuerpos celestiales;
culpa si grave, merecida pena,
torcedor del sosiego riguroso
de estudio vanamente juicioso;
puesta a su parecer, en la eminente
cumbre de un monte a quien el mismo Atlante
que preside gigante
a los demás, enano obedecía,
y Olimpo, cuya sosegada frente,
nunca de aura agitada
consintió ser violada,
aun falda suya ser no merecía,
pues las nubes que opaca son corona
de la más elevada corpulencia
del volcán más soberbio que en la tierra
gigante erguido intima al cielo guerra,
apenas densa zona
de su altiva eminencia
o a su vasta cintura
cíngulo tosco son, que mal ceñido
o el viento lo desata sacudido
o vecino el calor del sol, lo apura
a la región primera de su altura,
ínfima parte, digo, dividiendo
en tres su continuado cuerpo horrendo,
el rápido no pudo, el veloz vuelo
del águila -que puntas hace al cielo
y el sol bebe los rayos pretendiendo
entre sus luces colocar su nido-
llegar; bien que esforzando
mas que nunca el impulso, ya batiendo
las dos plumadas velas, ya peinando
con las garras el aire, ha pretendido
tejiendo de los átomos escalas
que su inmunidad rompan sus dos alas.
Las pirámides dos -ostentaciones
de Menfis vano y de la arquitectura
último esmero- si ya no pendones
fijos, no tremolantes, cuya altura
coronada de bárbaros trofeos,
tumba y bandera fue a los Ptolomeos,
que al viento, que a las nubes publicaba,
si ya también el cielo no decía
de su grande su siempre vencedora
ciudad -ya Cairo ahora-
las que, porque a su copia enmudecía
la fama no contaba
gitanas glorias, menéficas proezas,
aun en el viento, aun en el cielo impresas.
Estas que en nivelada simetría
su estatura crecía
con tal disminución, con arte tanto,
que cuánto más al cielo caminaba
a la vista que lince la miraba,
entre los vientos se desaparecía
sin permitir mirar la sutil *****
que al primer orbe finge que se junta
hasta que fatigada del espanto,
no descendida sino despeñada
se hallaba al pie de la espaciosa basa.
Tarde o mal recobrada
del desvanecimiento,
que pena fue no escasa
del visual alado atrevimiento,
cuyos cuerpos opacos
no al sol opuestos, antes avenidos
con sus luces, si no confederados
con él, como en efecto confiantes,
tan del todo bañados
de un resplandor eran, que lucidos,
nunca de calurosos caminantes
al fatigado aliento, a los pies flacos
ofrecieron alfombra,
aun de pequeña, aun de señal de sombra.
Estas que glorias ya sean de gitanas
o elaciones profanas,
bárbaros hieroglíficos de ciego
error, según el griego,
ciego también dulcísimo poeta,
si ya por las que escribe
aquileyas proezas
o marciales, de Ulises, sutilezas,
la unión no le recibe
de los historiadores o le acepta
cuando entre su catálogo le cuente,
que gloría más que número le aumente,
de cuya dulce serie numerosa
fuera más fácil cosa
al temido Jonante
el rayo fulminante
quitar o la pescada
a Alcídes clava herrada,
que un hemistiquio solo
-de los que le: dictó propicio Apolo-
según de Homero digo, la sentencia.
Las pirámides fueron materiales
tipos solos, señales exteriores
de las que dimensiones interiores
especies son del alma intencionales
que como sube en piramidal *****
al cielo la ambiciosa llama ardiente,
así la humana mente
su figura trasunta
y a la causa primera siempre aspira,
céntrico punto donde recta tira
la línea, si ya no circunferencia
que contiene infinita toda esencia.
Estos pues, montes dos artificiales,
bien maravillas, bien milagros sean,
y aun aquella blasfema altiva torre,
de quien hoy dolorosas son señales
no en piedras, sino en lenguas desiguales
porque voraz el tiempo no ]as borre,
los idiomas diversos que escasean
el sociable trato de las gentes
haciendo que parezcan diferentes
los que unos hizo la naturaleza,
de la lengua por solo la extrañeza; .
si fueran comparados
a la mental pirámide elevada,
donde, sin saber como colocada
el alma se miró, tan atrasados
se hallaran que cualquiera
graduara su cima por esfera,
pues su ambicioso anhelo,
haciendo cumbre de su propio vuelo,
en lo más eminente
la encumbró parte de su propia mente,
de sí tan remontada que creía
que a otra nueva región de sí salía.
En cuya casi elevación inmensa,
gozosa, mas suspensa,
suspensa, pero ufana
y atónita, aunque ufana la suprema
de lo sublunar reina soberana,
la vista perspicaz libre de antojos
de sus intelectuales y bellos ojos,
sin que distancia tema
ni de obstáculo opaco se recele,
de que interpuesto algún objeto cele,
libre tendió por todo lo criado,
cuyo inmenso agregado
cúmulo incomprehensible
aunque a la vista quiso manifiesto
dar señas de posible,
a la comprehensión no, que entorpecida
con la sobra de objetos y excedida
de la grandeza de ellos su potencia,
retrocedió cobarde,
tanto no del osado presupuesto
revocó la intención arrepentida,
la vista que intentó descomedida
en vano hacer alarde
contra objeto que excede en excelencia
las líneas visuales,
contra el sol, digo, cuerpo luminoso,
cuyos rayos castigo son fogoso,
de fuerzas desiguales
despreciando, castigan rayo a rayo
el confiado antes atrevido
y ya llorado ensayo,
necia experiencia que costosa tanto
fue que Icaro ya su propio llanto
lo anegó enternecido
como el entendimiento aquí vencido,
no menos de la inmensa muchedumbre
de tanta maquinosa pesadumbre
de diversas especies conglobado
esférico compuesto,
que de las cualidades
de cada cual cedió tan asombrado
que, entre la copia puesto,
pobre con ella en las neutralidades
de un mar de asombros, la elección confusa
equívoco las ondas zozobraba.
Y por mirarlo todo; nada veía,
ni discernir podía,
bota la facultad intelectiva
en tanta, tan difusa
incomprensible especie que miraba
desde el un eje en que librada estriba
la máquina voluble de la esfera,
el contrapuesto polo,
las partes ya no sólo,
que al universo todo considera
serle perfeccionantes
a su ornato no más pertenecientes;
mas ni aun las que ignorantes;
miembros son de su cuerpo dilatado,
proporcionadamente competentes.
Mas como al que ha usurpado
diuturna obscuridad de los objetos
visibles los colores
si súbitos le asaltan resplandores,
con la sombra de luz queda más ciego:
que el exceso contrarios hace efectos
en la torpe potencia, que la lumbre
del sol admitir luego
no puede por la falta de costumbre;
y a la tiniebla misma que antes era
tenebroso a la vista impedimento,
de los agravios de la luz apela
y una vez y otra con la mano cela
de los débiles ojos deslumbrados
los rayos vacilantes,
sirviendo va piadosa medianera
la sombra de instrumento
para que recobrados
por grados se habiliten,
porque después constantes
su operación más firme ejerciten.
Recurso natural, innata ciencia
que confirmada ya de la experiencia,
maestro quizá mudo,
retórico ejemplar inducir pudo
a uno y otro galeno
para que del mortífero veneno,
en bien proporcionadas cantidades,
escrupulosamente regulando
las ocultas nocivas cualidades,
ya por sobrado exceso
de cálidas o frías,
o ya por ignoradas simpatías
o antipatías con que van obrando
las causas naturales su progreso,
a la admiración dando, suspendida,
efecto cierto en causa no sabida,
con prolijo desvelo y remirada,
empírica
Hoje acordei e encontrei na rua frutos da vida,
Penduradas numa mente distante, doces vivencias,
Sim alguém falava comigo com mente sofrida,
Como eu, como tu, todos temos diferencias.

Simplesmente é complicado simplificar o fácil,
Essa é a minha dor, era a sua dor, é a dor do mundo
Não é fácil entender Deus no sentimento profundo,
Quer que amamos a família sendo comunidade volátil.

Aí a mente divaga, fumega e se acomoda na facilidade,
Facilidade, que na real não é fácil e complica o nosso dia,
Enfim que adianta dizer a alguém que por ele se morria,
Se tendo ele sede, lha saciar se torna grande dificuldade!

Então eu penso que porquê prometer se não quero fazer,
Porquê não fazer, se ajudar me daria tanto orgulho e prazer,
Serão acomodação a algo que não sabemos explicar ou dizer,
Será o corpo que segura e rompe com a mente para te ver morrer!

Autor: António Benigno
Código de Autor: 201608051243.08.01
My limbs are wasted with a flame,
My feet are sore with travelling,
For, calling on my Lady’s name,
My lips have now forgot to sing.

O Linnet in the wild-rose brake
Strain for my Love thy melody,
O Lark sing louder for love’s sake,
My gentle Lady passeth by.

She is too fair for any man
To see or hold his heart’s delight,
Fairer than Queen or courtesan
Or moonlit water in the night.

Her hair is bound with myrtle leaves,
(Green leaves upon her golden hair!)
Green grasses through the yellow sheaves
Of autumn corn are not more fair.

Her little lips, more made to kiss
Than to cry bitterly for pain,
Are tremulous as brook-water is,
Or roses after evening rain.

Her neck is like white melilote
Flushing for pleasure of the sun,
The throbbing of the linnet’s throat
Is not so sweet to look upon.

As a pomegranate, cut in twain,
White-seeded, is her crimson mouth,
Her cheeks are as the fading stain
Where the peach reddens to the south.

O twining hands!  O delicate
White body made for love and pain!
O House of love!  O desolate
Pale flower beaten by the rain!

— The End —